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listado de poemas en audio por primeros versos letra m

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239 poemas con la letra "m"

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Canto a la mujer estéril de Dulce María Loynaz
Madre imposible: Pozo cegado, ánfora rota, catedral sumergida... Agua arriba de ti... Y sal. Y la remota luz del sol que no llega a alcanzarte. La Vida de tu pecho no pasa; en ti choca y rebota la Vida y se va luego desviada, perdida, hacia un lado hacia un lado...
Percusiones de Eduardo Langagne
madre madre muerta mi tambor sobre tu tumba madre muerta suena el cuero del tambor sobre tu tumba y mis manos sobre el cuero del tambor sobre tu tumba las uñas de mis manos golpeando sobre el cuero del tambor sobre tu tumba madre muerta la sangre de las uñas de mis manos sobre el...
Madre mía que estás en una carta de Carilda Oliver Labra
Madre mía que estás en una carta y en un regaño antiguo que no encuentro, quédate para siempre aquí en el centro de la rosa total que no se aparta. Madre mía que estás tan lejos, harta de la nieve y la bruma, espera, que entro a ponerte a vivir con el sol dentro, madre mía que estás en una carta...
El aviador de Rafael Alberti
Madre, ha muerto el caballero del aire, que fue mi amor. Y en el mar dicen que ha muerto de teniente aviador. ¡En el mar! ¡Qué joven, madre, sin ser todavía capitán! De: Marinero en...
Es el caso de hablar de Miguel Ángel Asturias
Madre, te bendigo porque supiste hacer de tu hijo un hombre real y enteramente humano. Él triunfará en la vida. Se marcha y es el caso de hablar de su regreso. Cuando veas volver, en un día de fiesta, un viador que en la mano luzca preciosas joyas y haga notorios paso y ademán ¿insolencia, dinero o buena suerte?...
Madre, vísteme a la usanza... de Rafael Alberti
Madre, vísteme a la usanza de las tierras marineras: el pantalón de campana, la blusa azul ultramar y la cinta milagrera. ¿Adónde vas, marinero, por las calles de la tierra? ¡Voy por las calles del mar! De: Marinero en...
Insomnio de Dámaso Alonso
Madrid es una ciudad de más de un millón de cadáveres (según las últimas estadísticas). A veces en la noche yo me revuelvo y me incorporo en este nicho en que hace cuarenta y cinco años que me pudro, y paso largas horas oyendo gemir al huracán, o ladrar a los perros, o fluir...
Insomnio de Dámaso Alonso
Madrid es una ciudad de más de un millón de cadáveres(según las últimas estadísticas). A veces en la noche yo me revuelvo y me incorporoen este nicho en el que hace 45 años que me pudro, y paso largas horas oyendo gemir al huracán, o ladrar los perros...
Fiesta de toros en Madrid de Nicolás Fernández de Moratín
Madrid, castillo famoso que al rey moro alivia el miedo, arde fiestas en su coso por ser el natal dichoso de Alimenón de Toledo. Su bravo alcaide Aliatar, de la hermosa Zaida amante las ordena celebrar por si la puede ablandar el corazón de diamante...
Quedeshím Quedeshóth. Cortesana del templo de Gonzalo Rojas
Mala suerte acostarse con fenicias, yo me acosté con una en Cádiz bellísima y no supe de mi horóscopo hasta mucho después cuando el Mediterráneo me empezó a exigir más y más oleaje; remando hacia atrás llegué casi exhausto a la duodécima centuria: todo era blanco, las aves, el...
Picasso (fragmento) de Rafael Alberti
Málaga Azul, blanco y añil postal y marinero. De azul se arrancó el toro del toril, De azul el toro del chiquero. De azul se arrancó el toro. ¡Oh guitarra de oro, oh toro por el mar, toro y torero! España: fina tela de araña, guadaña y musaraña, braña, entraña, cucaña, saña,...
Antiquísimo de Alejandro Aura
Malhayan el desprestigio y el prestigio! Si sólo venimos a morir sobre la tierra,sobre la flor,sobre las flores de la tierra, déjenme arder auque sea en la realidad olímpica y eterna de los sueños...
Julito (2) de Jaime Sabines
Mamá, tengo la barriga llena de hambre, dice. Y la mamá ríe y le trae la leche. Al rato, ya dormido, se sobresalta y mueve los brazos y las piernas. La mano de la madre le acaricia la espalda, se queda quieto. En su plácido rostro el corazón descansa. Vienen las estrellas en aviones...
Canción tonta de Federico García Lorca
Mamá. Yo quiero ser de plata. Hijo, tendrás mucho frío. Mamá. Yo quiero ser de agua. Hijo, tendrás mucho frío. Mamá. Bórdame en tu almohada. ¡Eso sí! ¡Ahora...
El Pan de Azúcar de Carlos Marighella
Mañana de sol clara, toda oro y azul, y en el fondo del cielo la joroba asomando, la silueta del Pan de Azúcar, en lo alto allá el funicular una caja de fósforos pendiente de un hilo. Abajo, el bosque, el verde tropical, y más abajo, en lo profundo, el mar encrespado de espumas en la playa...
En la fiesta del Santísimo Sacramento de Luis de Góngora y Argote
Mañana sá Corpus Christa mana Crara; alcoholemo la cara e lavemonó la vista. ¡Ay, Jesú, como sa mu trista! ¡Qué tiene, pringa señora! Samo negra pecandora, e branca la Sacramenta. La alma sá como la denta, Crara mana. Pongamo fustana, e bailemo alegra; que aunque samo negra, sá...
Final de Gilberto Owen
Mañana. Acaso el sol golpea en dos ventanas que entran en erupción. Antes salen los indios que pasan al mercado tiritando con todo el trópico a la espalda. Y aún antes los amantes se miran y se ven tan ajenos que se vuelven la espalda. Antes aún ese ángel de la guarda que se duerme...
El mar muerto de Rafael Alberti
Mañanita fría. ¡Se habrá muerto el mar! La nave que yo tenía ya no podrá navegar. Mañanita fría, ¿lo amortajarán? Los pueblos de tu ribera naranja del mediodía , entre laureles y olivas. Mañanita fría, ¿quién lo enterrará? Marinero, tres estrellas muy dulces: las Tres Marías. II No sabe que ha muerto el mar...
Balada del seno desnudo de Rogelio Sinán
Mangos!... ¡Mira!... ¡Tantos!... ¡Oh!... ¡Uno maduro!... (¡Dio un salto... y salióse su seno, desnudo!) ¡Yo salté del árbol! ¡Upa!... ¡Tan!... (¡Qué rudo!) ¡Por mirar de cerca su seno desnudo! ¡Me miró asustada! ...
Las manos de mi madre de Julio Flórez
Manos que en el crespón de la tiniebla de la noche insonora pálidas flotan como airón de niebla! ¡Oh, las manos difuntas de la triste señora, de la madre doliente que ha tiempo no responde a mis preguntas! ¡Oh manos que existieron solamente para elevarse a Dios y vivir juntas!...
Las nubes de Efraín Huerta
Mansas, blancas ovejas, luminosos mensajes. La fugitiva sombra despierta a las palomas y crea un aire de asombro a la mitad del Hudson. Claras y decisivas, solemnes esculturas, en mil palomas mueren las nubes avanzando. Las nubes, las hermanas mayores de los sueños. Mármol que ya no...
Réquiem de José Hierro
Manuel del Río, natural de España, ha fallecido el sábado once de mayo, a consecuencia de un accidente. Su cadáver está tendido en Agostino Funeral Home. Haskell. New Jersey. Se dirá una misa cantada a las nueve treinta, en St. Francis. Es una historia que comienza con sol y...
Milonga de Manuel Flores de Jorge Luis Borges
Manuel Flores va a morir, eso es moneda corriente; morir es una costumbre que sabe tener la gente. Y sin embargo me duele decirle adiós a la vida, esa cosa tan de siempre, tan dulce y tan conocida. Miro en el alba mis manos, miro en las manos las venas; con extrañeza las miro como si fueran ajenas...
Grito hacia Roma (Desde la torre del Chrysler Building) de Federico García Lorca
Manzanas levemente heridas por finos espadines de plata, nubes rasgadas por una mano de coral que lleva en el dorso una almendra de fuego, Peces de arsénico como tiburones, tiburones como gotas de llanto para cegar una multitud, rosas que hieren Y agujas instaladas en los caños de la...
Marina de Rubén Darío
Mar armonioso, mar maravilloso, tu salada fragancia, tus colores y músicas sonoras me dan la sensación divina de mi infancia en que suaves las horas venían en un paso de danza reposada a dejarme un ensueño o regalo de hada. Mar armonioso, mar maravilloso, de arcadas de diamante que...
Marino sol de Carmen Alardín
Mar no es solo mar lo que mareaba tu marmolínea faz marcando el tiempo maremoto de luz en las tinieblas marejada de amor envuelta en ti. Marino con su sol y con su espada con su sal combatiendo a la quimera quemando su dolor su sol su espera. Marina concepción de la existencia...
Madrigal a bordo de Guillermo de Torre
Mar sincopado Olas efervescentes Un transatlántico Oh mujer enredada en gestos enigmáticos Tú desnuda sobre cubierta rimas la cadencia del silencio En tu garganta se enrosca la rosa de los vientos De tus sortijas lunares penden todos los puertos Sobre tus muslos rueda la bola de los hemisferios...
Nana de Rafael Alberti
Mar, aunque soy hijo tuyo, quiero decirte: ¡Hija mía! Y llamarte, al arrullarte: Marecita madrecita , ¡marecita de mi sangre! De: Marinero en...
Suite doméstica de Hugo Gutiérrez Vega
Margot está en la ventana... I Te digo que quiero quedarme a vivir en la ducha. No comprendes de inmediato, pero después te ríes y tus dientes son compasivos e irónicos. Tienen la complicidad de los quince años juntos. Te digo que no quiero salir de la ducha y tú, sentada junto a la...
Elegía del niño marinero de Rafael Alberti
Marinerito delgado, Luis Gonzaga de la mar, ¡qué fresco era tu pescado, acabado de pescar! Te fuiste, marinerito, en una noche lunada, ¡tan alegre, tan bonito, cantando, a la mar salada! ¡Qué humilde estaba la mar! ¡Él cómo la gobernaba! Tan dulce era su cantar, que el aire se...
Elegía de León Felipe
Marineros, ¿por qué le dais a la tierra lo que no es suyo y se lo quitáis al mar? ¿Por qué le habéis enterrado, marineros, si era un soldado del mar? Su frente encendida, un faro; ojos azules, carne de iodo y de sal. Murió allá arriba, en el puente, en su trinchera, como un soldado del mar; con la rosa de los vientos en la mano deshojando la estrella de navegar...
Piraustas de Jorge Fernández Granados
Mariposas blancas que viven en el fuego. Quienes las han visto encienden a altas horas de la noche una fogata y esperan su llegada con paciencia venatoria. Contemplan las lenguas espirales de la invocación. No siempre aparece, justo en medio de la hoguera, el diminuto planeo de una pareja...
Mariposa de Floridor Pérez
Maripósate en mí aveflor marirrosa aveniña avemaría. brisa que pasa de prisa y no pesa ni pisa ni roza el pétalo donde se posa De: Cielografía de...
Apolo de Juana Borrero
Marmóreo, altivo, refulgente y bello, corona de su rostro la dulzura, cayendo en torno de su frente pura en ondulados rizos el cabello. Al enlazar mis brazos a su cuello y al estrechar su espléndida hermosura, anhelante de dicha y de ventura la blanca frente con mis labios sello...
Mas la forma en sí misma no se cumple... (Muerte sin fin) de José Gorostiza
Mas la forma en sí misma no se cumple. Desde su insigne trono faraónico magnánima, deífica, constelada de epítetos esdrújulos, rige con hosca mano de diamante. Está orgullosa de su orondo imperio. ¿En las augustas pituitarias de ónice no juega, acaso, el encendido aroma con que arde...
Más lejos... de Elías Nandino
Más lejos de la química y del odio, de los cauces ocultos de los ecos, del espejo nocturno de la sombra. Más lejos Más lejos de los nombres y los tactos, de las grises arañas de los pubis, de los rojos moluscos de las lenguas. Más lejos Más lejos de la voz y del pecado...
El beso de Safo de Efrén Rebolledo
Más pulidos que el mármol transparente, más blancos que los blancos vellocinos, se anudan los dos cuerpos femeninos en un grupo escultórico y ardiente. Ancas de cebra, escorzos de serpiente, combas rotundas, senos colombinos, una lumbre los labios purpurinos, y las dos cabelleras un...
Pasaje de Octavio Paz
Más que aire más que agua más que labios ligera ligera Tu cuerpo es la huella de tu cuerpo De: Ladera este
Noche insular: jardines invisibles de José Lezama Lima
Más que lebrel, ligero y dividido al esparcir su dulce acometida, los miembros suyos, anillos y fragmentos, ruedan, desobediente son, al tiempo enemistado. Su vago verde gira en la estación más leve del rocío que no revela el cuerpo...
Soy raíz de Claribel Alegría
Más que piedra pulidamás que mañana ocaso más que sueño de árbol y de flor y de fruto soy raíz un avanzar reptado de raíz sin fulgor sin futuro ciego de profecías endureciendo el suelo en el que ondeo saboreando el maná de la desdicha de la opacidad del pájaro sin alas del alba sin centella...
Más que vaso -tambíen- más providente... (Muerte sin fin) de José Gorostiza
Mas qué vaso también más providente! Tal vez esta oquedad que nos estrecha en islas de monólogos sin eco, aunque se llama Dios, no sea sino un vaso que nos amolda el alma perdidiza, pero que acaso el alma sólo advierte en una transparencia acumulada que tiñe la noción de Él, de azul...
Brazo de mar de Juan Bañuelos
Más quieta y casta que una justa balanza, o encendida como un puño apretado, sobre la osamenta del día estalla tu sangre que solloza sorprendida. Tierna o terrible, como el pájaro o la espada, he aquí que no puedo estrecharte. Estás prohibida, mujer, ferocidad de muerta; pared que canta para inventar su sombra...
Más sencilla de León Felipe
Más sencilla, más sencilla. Sin barroquismo, sin añadidos ni ornamentos. Que se vean desnudoslos maderos, desnudos y decididamente rectos.Los brazos en abrazo hacia la tierra, el mástil disparándose a los cielos. Que no haya un solo adorno que distraiga este gesto...
Maspleonasmo de Oliverio Girondo
Más zafio tranco diario llagánima masturbio sino orate más seca sed de móviles carnívoros y mago rapto enlabio de alba albatros más sacra carne carmen de hipermelosas púberes vibrátiles de sexotumba góndola en las fauces del cauce fuera de fértil madre del diosemen aunque el...
Mastico a fondo el pez... (Ánima) de José Kozer
Mastico a fondo el pez. Opérculo branquia su espina vertebral a fondo mastico la ventrecha su oscuro fondo de agua dulce (inclasificable). Estoy conforme es hora de derramarse urea aorta caudal indistinto a su desembocadura:el mapa informe que no sustenta nada...
Mariposa de obsidiana de Octavio Paz
Mataron a mis hermanos, a mis hijos, a mis tíos. A la orilla del lago Texcoco me eché a llorar. Del Peñon subían remolinos de salitre. Me cogieron suavemente y me depositaron en el atrio de la Catedral. Me hice tan pequeña y tan gris que muchos me confundieron con un montoncito de...
Sueño de Federico García Lorca
Mayo de 1919 Mi corazón reposa junto a la fuente fría.(Llénala con tus hilos, araña del olvido.) El agua de la fuente su canción le decía.(Llénala con tus hilos, araña del olvido.) Mi corazón despierto sus amores decía.(Araña del silencio, téjele tu misterio.) El agua de la fuente lo...
Mayo nos dio corolas asombradas... de Salvador Novo
Mayo nos dio corolas asombradas, su fuego Julio; y en Agosto hubimos la exaltación sorbida en los racimos de sus uvas azules y doradas. Crepúsculos Octubre en llamaradas espiga coronó frutos opimos. Y en la sien de Noviembre percibimos un augurio de nieves angustiadas...
Elogio de sus cosas, sus vestidos de Eliseo Diego
Me abismo en ti, contemplo las ropas que escogiste cuidadosa para ser tú en el hoy de esta mañana. Tu blusa admiro, tan sencilla y grácil, y alabo tus sandalias populares y el pañuelo que ciñe con su fiesta el cabello soleado. Y ese anillo retorcido y antiguo que va en tu mano esbelta, misterioso...
Milonga de Jacinto Chiclana de Jorge Luis Borges
Me acuerdo. Fue en Balvanera En una noche lejana Que alguien dejó caer el nombre De un tal Jacinto Chiclana. Algo se dijo también De una esquina y de un cuchillo; Los años nos dejan ver El entrevero y el brillo. Quién sabe por qué razón Me anda buscando ese nombre; Me gustaría saber...