audiovideoteca por primeros versos letra d
Da vergüenza estar sola. El día entero arde un rubor terrible en su mejilla. (Pero la otra mejilla está eclipsada.) La soltera se afana en quehacer de ceniza, en labores sin mérito y sin fruto; y a la hora en que los deudos se congregan alrededor del fuego, del relato... | |
de Rosario Castellanos en la voz de Rosario Castellanos |
Dadle un teatro una tribuna un pórtico dadle un balcón de gala dadle su frac su cátedra amarilla quiere morir al alba o a la hora del té dictando su discurso con su chaleco blanco dadle un bastón un arpa una azucena un espejo una góndola devolvedle los yo que le usurparon yo en el tranvía... | |
de Alvaro Figueredo por Rafael Gomensoro |
Dame la ternura desde el sueño, dame ese cucurucho de sorbete que tenés en la sonrisa, dame esa lenta caricia de tu mano. Yo te daré pájaros que cantarán tu nombre desde lo más alto de los árboles. Te daré piñas, zapotes, nísperos, enredaré maizales en tu pelo... | |
de Gioconda Belli en la voz de Conchita Fernández |
Dame, tu pañuelo, hermana, que vengo muy mal herido. Dime qué pañuelo quieres, si el rosa o color de olivo. Quiero un pañuelo bordado, que tenga en sus cuatro picos tu corazón dibujado... | |
de Rafael Alberti en la voz de Nuria Espert |
Dánae teje el tiempo dorado por el Nilo, envolviendo los labios que pasaban entre labios y vuelos desligados. La mano o el labio o el pájaro nevaban. Era el círculo en nieve que se abría. Mano era sin sangre la seda que borraba la perfección que muere de rodillas... | |
de José Lezama Lima en la voz de José Lezama Lima |
De algo estamos confesándonos emocionadamente hijos si en un agua tan limpiamente fraternal bogamos. Nunca se cierra del todo nuestra diferencia, una ironía de nuestra igualdad la tiene siempre en vilo, y hasta cuando estamos sometiendo al otro nunca hemos olvidado nuestra lengua común... | |
de Tomás Segovia en la voz de Tomás Segovia |
De amor, puesto antes en sujeto indigno, es enmienda blasonar del arrepentimiento Cuando mi error y tu vileza veo, contemplo, Silvio, de mi amor errado, cuán grave es la malicia del pecado, cuán violenta la fuerza de un deseo. A mi mesma memoria apenas creo que pudiese caber... | |
de Sor Juana Inés de la Cruz en la voz de Laura Castanedo Música: Santiago de Murcia Arreglos y guitarra: Alberto Ubach |
De aquí no se va nadie. Mientras esta cabeza rota del Niño de Vallecas exista, de aquí no se va nadie. Nadie. Ni el místico ni el suicida. Antes hay que deshacer este entuerto, antes hay que resolver este enigma. Y hay que resolverlo entre todos, y hay que resolverlo sin cobardía... | |
de León Felipe en la voz de León Felipe |
De bronce es esta música que hurtó su ritmo al tiempo y surgió, leve, al alba, de una frente amorosa. De bronce, y sobre ella resbalaron los siglos, titilando en miradas, en abrazos, fugándose. De bronce es este cuerpo que exaltó en Dios al hombre y que nos rinde al sueño de una fiesta lejana... | |
de William Ospina en la voz de William Ospina Colaboración: Álvaro Castaño Castillo, fundador y director de la emisora HJCK |
De cama en cama en cama es este viaje el viaje de la vida. El que nace, el herido y el que muere, el que ama y el que sueña vinieron y se van de cama en cama, vinimos y no vamos en este tren, en esta nave, en este río común a toda vida, común a toda muerte... | |
de Pablo Neruda por Pablo Neruda |
De circunstancias, como susurro, como párvula brizna, mínimo debe nacer, manantial, el poema luego hacedlo crecer en la intención, forjadle tenso el ritmo, sin sofoco, que nunca se derrame ni os domine como a veces pretende, que no os tema, conducidlo sereno a su final... | |
de Francisco Caro en la voz de Carmen Feito Maeso |
De consumida sal y garganta en peligro están hechas las rosas del océano solo, el agua rota sin embargo, y pájaros temibles, y no hay sino la noche acompañada del día, y el día acompañado de un refugio, de una pezuña, del silencio. En el silencio crece el viento con su hoja única... | |
de Pablo Neruda en la voz de Héctor Rosales |
De cuál oscuro océano la gota lágrima al fin de sal apasionada en voz, en luz, en hálito mudada, me delegó su triunfo o su derrota? ¿Hasta cuál rendiré rivera ignota este grano de arena iluminada, o qué raíz a mi raíz atada redimirá mi sabia seca y rota? Mi ayer os doy... | |
de Salvador Novo en la voz de Salvador Novo |
De cuando en cuando voy a ver los dragones de la tristeza mohosos y llenos de años! Viven dentro de una quinta maravillosa, (cuya historiasólo los libros de cuentos saben explicar) Más allá de las verjas casi circulares, de una quinta oculta y secreta: plateados y verdosos... | |
de Enrique Casaravilla Lemos en la voz de Héctor Rosales |
De dónde habrá salido este zapato de mujer, enterrado vivo entre el cerezo y el espectáculo del cerezo? Alguna vez hubo uñas de diamante ahí de un pie libertino en diálogo con el otro del que no hay noticia. Ocioso ahora duerme su desamparo en el pasto a medio fulgor... | |
de Gonzalo Rojas en la voz de Gonzalo Rojas |
de dónde nace el fuego vasta luz basta candente luz déjame pensar de dónde cómo he de sacar en claro nada entre tanta claridad de la rajada primera del oculto corte del medio de la carne de mujer ya sé de dónde de un ojo que puede construir lo que no ve... | |
de Alejandro Aura en la voz de Alejandro Aura |
De dónde vengo?... El más horrible y áspero de los senderos busca. Las huellas de unos pies ensangrentados sobre la roca dura; los despojos de un alma hecha jirones en las zarzas agudas, te dirán el camino que conduce a mi cuna. ¿A dónde voy?... | |
de Gustavo Adolfo Bécquer en la voz de Favio Camero |
De estas calles que ahondan el poniente, Una habrá (no sé cuál) que he recorrido Ya por última vez, indiferente Y sin adivinarlo, sometido A Quién prefija omnipotentes normas y una secreta y rígida medida A las sombras, los sueños y las formas Que destejen y tejen esta vida... | |
de Jorge Luis Borges en la voz de Jorge Luis Borges |
De estatura mediana, Con una voz ni delgada ni gruesa, Hijo mayor de profesor primario Y de una modista de trastienda; Flaco de nacimiento Aunque devoto de la buena mesa; De mejillas escuálidas Y de más bien abundantes orejas; Con un rostro cuadrado... | |
de Nicanor Parra en la voz de Nicanor Parra |
De estos cines, Claudia, de estas fiestas, de estas carreras de caballos, no quedará nada para la posteridad sino los versos de Ernesto Cardenal para Claudia (si acaso) y el nombre de Claudia que yo puse en esos versos y los de mis rivales, si es que yo decido rescatarlos del olvido... | |
de Ernesto Cardenal en la voz de Ernesto Cardenal |
De hinojos en el vientre de mi madre Yo no hacía otra cosa que rezar, Por la grieta de su boca perfumada Alguna vez el resplandor externo sorprendí; No estaba yo al corriente de la realidad Pero cuando ella sonreía Un mediterráneo fuego se posaba En el quebradizo travesaño de mis huesos... | |
de Marco Antonio Montes de Oca en la voz de Marco Antonio Montes de Oca |
De la beldad de Laura enamorados los cielos, la robaron a su altura, porque no era decente a su luz pura ilustrar estos valles desdichados. O porque los mortales, engañados de su cuerpo en la hermosa arquitectura, admirados de ver tanta hermosura no se juzgasen bienaventurados. Nació donde el Oriente... | |
de Sor Juana Inés de la Cruz en la voz de Guadalupe (Pita) Amor |
De la florida falda que hoy de perlas bordó la Alba luciente, tejidos en guirnalda traslado estos jazmines a tu frente, que piden, con ser flores, blanco a tus sienes y a tu boca olores. Guarda destos jazmines de abejas era un escuadrón volante, ronco sí de clarines... | |
de Luis de Góngora y Argote en la voz de Angel Baltanás |
De la infinita soledad de la noche dos ángeles nocturnos llegaron a tomar un café. Bajaron iguales de la mano del aire fresco traspasado de estrellas. De la ciudad vinieron silenciosos como dos sombras distintas. Uno tenía un nombre que parecía el sonido duro de una región cercana... | |
de Fernando Sánchez Mayans en la voz de Fernando Sánchez Mayans |
De la mañana venía y a la mañana iba; era de la mañana y la mañana era. Jugaban a ser mañana, y en el balón del día la mañana iba entera. Eran dos: ella y la mañana. Nueve y veinte en la mañana, en un reloj sin tiempo, una mañana eterna. Luz y perla en el día, sol y plata en sus ojos muertos en la mañana... | |
de Manuel Ponce en la voz de Manuel Ponce |
De la Merced hetairas baratonas, mercado de la carne, pocos años, son de trece o de quince, no hay engaños. ¡Pásale mi marchante, son fregonas! No pienses que quizá fueron personas o que el SIDA letal les unta daños. Es carne dura, fresca y son rebaños ovejas negras estas alegronas... | |
de Griselda Álvarez Ponce de León en la voz de Griselda Álvarez Ponce de León |
De la semana escoge algo venido de lunes con vaciedad atropellada. Di que esa mañana saliste a la calle buscando decir, dejar de lado, estallar con todos, cargado de eso que fue y nunca acaba. Martes lumínico, crecido dentro, vida de otros, ahora tuya. Al salir, imagina que no es martes... | |
de Jaime Augusto Shelley en la voz de Jaime Augusto Shelley |
De la transparencia nutricia del agua provenimos. Mosché, salvado de las aguas, fue su nombre; el relámpago de la cólera, su sombra. Marcado al descuajar de su raíz a un hombre, vagó dentro de sí perdido como gota de agua en el vaso de la eternidad... | |
de Enriqueta Ochoa en la voz de Enriqueta Ochoa |
De las capitanías de la oruga sabe el rosallo que le corresponde Silenciosas boquitas que roen de nocheo bajo la altanera plenitud del gran sol las perfecciones naturales Ante ellas no hay belleza Sólo avidezsólo la necesidad de estar vivas Y perduran matando como nosotros... | |
de José Emilio Pacheco en la voz de José Emilio Pacheco |
De légamos profundos, inconforme, Levantándose absurda, desmedida, Monstruosa de protestas, Agria voz que me agobia, Que me empuja, Que me alza y me sumerge. Ronca voz que desconoce las palabras, Ancho grito sin fondo, Hosco alarido Descubriéndome entrañas ignoradas... | |
de Pedro Geoffroy Rivas en la voz de Pedro Geoffroy Rivas |
De lo gris me salí, y al polvoriento gris he retornado. ¡Cuanto yo concebí, sólo fue imaginado, que el realizar a mí me está velado! Va a perderse mi huella... Sólo soy llamarada del destino; una loca centella que tiene el desatino de pretender que el polvo sea divino... | |
de Guadalupe (Pita) Amor en la voz de Guadalupe Amor |
De lo poco de vida que me resta, diera con gusto los mejores años por saber lo que ha otros de mí has hablado. Y esta vida mortal y de la eterna lo que me toque, si me toca algo, por saber lo que a solas de mí has pensado... | |
de Gustavo Adolfo Bécquer en la voz de Favio Camero |
De lo que hemos soñado pocas cosas han traspasado el umbral de la casa. En ese maltrecho límite que separa lo vivido y lo no vivido la mirada se detiene en esos cuerpos que han pasado una y mil veces por el mismo sitio. A veces uno se pregunta... | |
de Luis Raúl Calvo en la voz de Luis Raúl Calvo |
De lo sonoro salen números, números moribundos y cifras con estiércol, rayos humedecidos y relámpagos sucios. De lo sonoro, creciendo, cuando la noche sale sola, como reciente viuda, como paloma o amapola o beso, y sus maravillosas estrellas se dilatan. En lo sonoro la luz se verifica... | |
de Pablo Neruda en la voz de Pablo Neruda Colaboración: Eduardo Ortiz Moreno |
De los cerros altos del sur, el de Luvina es el más alto y el más pedregoso. Está plagado de esa piedra gris con la que hacen la cal, pero en Luvina no hacen cal con ella ni le sacan ningún provecho. Allí la llaman piedra cruda, y la loma que sube hacia Luvina la nombran Cuesta de la Piedra Cruda... | |
de Juan Rulfo en la voz de Juan Rulfo |
De los días sin lluvia y huracanes que golpeaban los vidrios y las mechas verdes de hojas regresaba mi muerte nadie había allí para celebrarla nadie allí para escucharla con su llanto profundo y su claridad hermosa sólo el maná en boca de sus enemigos las trenzas de colores torcidas... | |
de Nora Méndez en la voz de Nora Méndez |
De mi desdicha espantosa Siento, ¡oh estrellas!, que muero; Yo quiero vivir, yo quiero Ver a una mujer hermosa. El cabello, como un casco, Le corona el rostro bello: Brilla su negro cabello Como un sable de Damasco. ¿Aquélla?... Pues pon la hiel Del mundo entero en un haz, Y tállala... | |
de José Martí en la voz de Carlos Muñoz |
De mi ventana huye el barco venido ayer de La Habana. ¡Saltemos del lecho al barco, lucero de la mañana! A pasar por tu azotea, me echarás una naranja y un zapatito de oro, lleno de almendras y agua. ¡A las Antillas me voy por unas mares de menta amarga!... | |
de Rafael Alberti en la voz de Nuria Espert |
De mirarte tanto y tanto, del horizonte a la arena, despacio, del caracol al celaje, brillo a brillo, pasmo a pasmo, te he dado nombre; los ojos te lo encontraron, mirándote. Por las noches, soñando que te miraba, al abrigo de los párpados maduró, sin yo saberlo, este nombre tan redondo... | |
de Pedro Salinas en la voz de Pedro Salinas Colaboración: Eduardo Ortiz Moreno |
De mis oscuras soledades vengo y tornaré a mis tristes soledades a brega altiva, tras camino luengo; que me allego tan sólo a las ciudades con vacilante planta y errabunda, del tiempo antiguo a refrescar saudades. Yo soy la voz que canta en la profunda soledad de los montes ignorada... | |
de Manuel José Othón en la voz de Claudio Obregón y Gastón Melo |
De niño me gustaba desprenderla, limpiar el tronco, dejar al descubierto la verde urgencia de otra capa, sentir abajo de los dedos la rectitud del árbol, sentirlo atareado allá en lo alto , en otro mundo, indiferente a mis mordiscos... | |
de Fabio Morábito en la voz de Fabio Morábito |
De no sé que sierra le llega a las manos un galope corto, un relincho largo y un aire sonoro y sobre el teclado el zapateado abre a golpe y son su malabarismo de punta y tacón... | |
de Manuel Benítez Carrasco en la voz de Manuel Benítez Carrasco acompañado al piano por Agustín Lara |
De noche alguien evoca la esperanza. Ella nos habla de las cicatrices que va cubriendo el tiempo. Y tú, dentro del aire, allá muy lejos, te vas comiendo mi silencio... ¡Lo único que queda de mi cuerpo!... | |
de Carmen Alardín en la voz de Carmen Alardín |
De noche, cuando vuelvo de los algodonales, cuando a pesar del ardor de los latigazos y la ulceración de las muñecas soy el único rincón de la sombra que se arquea en sonrisas; cuando miro la estrella nerviosa y solitaria y entiendo que hay un lazo que une a mi corazón con la estrella... | |
de William Ospina en la voz de William Ospina Colaboración: Álvaro Castaño Castillo, fundador y director de la emisora HJCK |
De nuevo llegas a mi casa. Conoces el camino y sabes que mis cosas se han amoldado a ti. En el espejo queda tu reflejo. En la tarde de la ciudad, bajo las máquinas; en la tarde amarillenta, sucia, habitada de sombras, manchada por las prensas, vociferante río de niebla hacia la noche... | |
de Hugo Gutiérrez Vega en la voz de Hugo Gutiérrez Vega |
De pasadas tristezas desengaños, amarguras recogidas en treinta años de viejas ilusiones, de pequeñas traiciones que encontré en mi camino. De cada injusto mal, de cada espino, que en mi pecho dejó la mancha oscura de una nueva amargura De cada crueldad, que el luto desoló a mi mocedad... | |
de Fernanda de Castro en la voz de Carmen Feito Maeso |
De pie como un cerezo sin cáscara ni flores, especial, encendido, con venas y saliva, y dedos y testículos, miro una niña de papel y luna, horizontal, temblando y respirando y blanca y sus pezones como dos cifras separadas, y la rosal reunión de sus piernas en donde su sexo de pestañas nocturnas parpadea... | |
de Pablo Neruda en la voz de Pablo López del Castillo |
De pronto lloras y la luz se llena calladamente de profunda pena. Y en un rincón, temblando, se amontona dolida del dolor de tu persona. Pero estalla tu risa y se ilumina la casa con su lumbre repentina. Como ad alguien abriera una ventana y en la casa irrumpiera la mañana... | |
de Oscar Cerruto en la voz de Carmen Feito Maeso |
de pronto, en medio de la representación, cantó nadie lo había invitado, no era una pieza aburrida pero empezó a salirle sola la voz y tuvo que pararse y cantó, aunque no sabía cantar, y los siseos iban y venían para hacerle callar, que no cantara, fue en un instante crítico... | |
de Alvaro Miranda Buranelli por Alvaro Miranda Buranelli |
De qué desierto antiguo eres memoria que tienes sed y en agua te consumes y alzas el cuerpo muerto hacia el espacio como si tu agua fuera la del cielo? Porque quieres volar y más se agitan las olas de las nubes que tu suave yacer tejiendo vagos cuerpos de humo que se repiten hasta hacerse azules... | |
de Alfonsina Storni en la voz de Alfonsina Storni Colaboración: Alejandra Correa |
De qué silencio eres tú silencio? ¿De qué silencio eres tú silencio? ¿De qué voz, qué clamor, qué quién responde? Abismo del azul, ¿qué hacemos en tu seno, hijos de la palabra como somos? ¿Qué tienes tú que ver, di, con nosotros? ¿Cómo si eres ajeno, así nos tientas? ¿Habría sed de no haber agua cierta?... | |
de Fina García Marruz en la voz de Fina García Marruz |
De qué sima te yergues, sombra negra? ¿Qué buscas? Los oteros, como lagartos verdes, se asoman a los valles que se hunden entre nieblas en la infancia del mundo. Y sestean, abiertos, los rebaños, mientras la luz palpita, siempre recién creada, mientras se comba el tiempo, rubio mastín que duerme a las puertas de Dios... | |
de Dámaso Alonso en la voz de Dámaso Alonso Colaboración: Eduardo Ortiz Moreno |
De qué sirve, quisiera saber, cambiar de piso, dejar atrás un sótano más negro que mi reputación y ya es decir-, poner visillos blancos y tomar criada, renunciar a la vida de bohemio, si vienes luego tú, pelmazo, embarazoso huésped, memo vestido con mis trajes, zángano de colmena,... | |
de Jaime Gil de Biedma en la voz de Jaime Gil de Biedma |
De súbito, estalló la guerra. No sabía si era de día o de noche. Nunca estuvo nada tan oscuro ni tan claro. Hay un ruido tremendo en el horizonte y sube una estrella de diez pisos y se estrella. Y vienen los guerreros a caballo o en cometa. Las cometas son rojas, amarillas y rosadas... | |
de Marosa Di Giorgio en la voz de Marosa Di Giorgio |
De sus fustanes floriados, estrábicos, salimos con banderas arrancadas a la noche, los sedientos de producir rocío, borrachos de preguntarnos fondos y estructuras, de cuestionar la cara rocosa de la vida. En su pecho trasnochado y juvenil morimos para nacer simpáticos de corbatín... | |
de Mario Noel Rodríguez por Mario Noel Rodríguez |
De todas las cosas que me han pasado en esta vida son las inocentes las que recuerdo con hondura y más mientras los años a disparada como potros en una estela de polvo también pasan y pasan, pero el vicio nunca acaba de andar así ensuciando esa claridad solita que viene por encanto... | |
de Diana Bellessi por Diana Bellessi |
De todo cuanto he sido: del hombre universal que he ambicionado realizar, vanamente, prolongando hacia los cuatro lados de la vida todas las ramas de mi ser, y, a veces, dando, en sólo una flor, toda la fuerza, y toda la virtud en un perfume. De todo cuanto he sido: del rey ilusionado corona de papel, cetro de caña... | |
de Rafael Maya en la voz de Carmen Feito Maeso |
De tu centro entrañable la noche se derrama tú sola por los dos la traes a nuestra casa lleva su sello por los dos tu cuerpo solo huele a antiguos metales la efusión de tu sangre a luna de hondas minas y mercurial tiniebla son el fuego y la sombra un solo óxido... | |
de Tomás Segovia en la voz de Tomás Segovia |
De tu existencia múltiple dame la hora perdida, cuando vacío de todo, no sientas ni la vida. Cuando te encuentres solo, tan lejos de ti mismo que te pese la mera conciencia del mutismo. Cuando sientas tan fuerte desprecio por lo humano que hasta de ti te rías, cual de cualquier gusano... | |
de Julia de Burgos en la voz de Carmen Feito Maeso |
De tu ligera planta el curso, Fenix rara, pára, pára; mira que se adelanta, en tan ligero ensayo, a la nave, a la cierva, al ave, al rayo. ¿Por qué surcas ligera el viento transparente? Tente, tente, consuélanos siquiera; no nos lleves contigo el consuelo, el amparo, el bien y abrigo... | |
de Sor Juana Inés de la Cruz en la voz de Dámaso Alonso, Eulalia Galvarriato, Eulalia Soldevilla, Luis Miguel y Rosalía Payno |
De tu mirada llena las bienaventuranzas aguardamos, rotundo sol de mayo: Aquellos cuerpos en la calle solos están. Huye la pena misma de su lado. Catástrofes y fiebres asédianlos ajenas a distancia. Y les niega raíces la tierra que su sombra hiere. No permitas que rueden abolidos... | |
de Jaime García Terrés en la voz de Jaime García Terrés |
De tu múltiple boca huyen las salivas negras como buscando los cruentos olores de cada orgasmo muerto. No crezca en la fatiga de tu cráneo ninguna memoria de muchachas cocinándose en un sudor luminoso que otros cuerpos encendieron. Sí cada objeto de piedra de jugos de gases de silencio... | |
de Saúl Ibargoyen en la voz de Saúl Ibargoyen |
De Tuxtla a la ciudad de México hay más de mil kilómetros de distancia más de un millón de metros más de cien millones de centímetros, más las piedras, más los árboles, que no se pueden medir, ni contar, que he recorrido tantas veces, a tantos kilómetros por hora, con mucho calor y viento por el Istmo... | |
Al volante de un automóvil, por la carretera panamericana de Tuxtla Gutiérrez a la Ciudad de México
| |
de Oscar Oliva en la voz de Oscar Oliva |
De un bosque donde crecen nomás cunas, mi madre cortó un columpio dulce, maduro para el tiempo primero de mi infancia. Juntó flores de luna dormidas en el agua, mi madre y me las trajo, con un azul silencio robado de algún sueño de río a ser mi canto. El viento entonces iba silbando... | |
de Matilde Alba Swann en la voz de Odulina Sanuy Oliván |
De una joven nación de raíces de hierba (raíces que niegan la rabia de América) vengo a ustedes, hermanos norteños. Cargado de gritos de desaliento y de fe, vengo a ustedes, hermanos norteños, vengo de donde venimos los homo sapiens, devoré kilómetros en ritos trashumantes... | |
de Ernesto (Che) Guevara en la voz de Nicolás Guillén |
De unos años a esta parte veo una viruta de luz a la altura de la fosa izquierda entre la aleta de la nariz y el ojo, de repente parece obsesión pero no es obsesión, le hablo y vuela, por el fulgor es como un cuchillo. No, no es mariposa, tiene algo de mariposa pero no es mariposa... | |
de Gonzalo Rojas en la voz de Gonzalo Rojas |
De vértices quemados de subsueño de cauces de preausencia de huracanados rostros que trasmigran de complejos de niebla de gris sangre de soterráneas ráfagas de ratas de trasfiebre invadida con su animal doliente cabellera de líbido su satélite angora y sus ramos de sombras... | |
de Oliverio Girondo en la voz de Oliverio Girondo Colaboración: Eduardo Ortiz Moreno |
De vosotros, los jóvenes, espero no menos cosas grandes que las que realizaron vuestros antepasados. Os entrego una herencia grandiosa: sostenedla. Amparad ese río de sangre, sujetad con segura mano el tronco de caballos viejísimos, pero aún poderosos... | |
de Angel González en la voz de Pedro María Sánchez |
Debemos hacer aquí un país. Estamos a la entrada de una tierra prometida que emana leche y miel como una mujer. De esta tierra es mi canto, mi poesía. Pero todavía están las encomiendas y cuando suena la campana en la bolsa de Nueva York... | |
de Ernesto Cardenal por Pepe Soriano |
Deberás comer el polvo más original, zambullir la cabeza hasta el crepúsculo de los primeros pobladores extasiados, rompiendo neblinas con el aliento. La nueva poesía cantará a garrotazo de ternura, en su cancha, un bossa nova electrocutará a los sordos... | |
de Mario Noel Rodríguez por Mario Noel Rodríguez |
Debiera imaginarte fatigado y te recuerdo siempre vigoroso, proa hacia el mar y el viento rencoroso madre detrás, nosotros su cuidado. Contra tu firme pecho amurallado se remansaba el tiempo proceloso y el puntal de tus hombros poderoso sostenía la tierra lado a lado. Que viejito estarás... | |
de Pedro Garfias en la voz de Pedro Garfias |
Debieran dividir con una tiza el mundo, separarlo en cuadrículas pequeñas que sirvan para un cuerpo, para un hombre solamente, ¿no sobramos ya muchos?, y a todos los demás darnos la mano y desearnos mejor suerte en la guerra. El aire distribuye, igual que siempre, sobre la tierra su piedad... | |
de Eladio Cabañero en la voz de Simón Ramírez |
Debió de ser tu tarde, yo me acuerdo como las tardes de mi pueblo son. Si le pongo el oído al corazón l a siento levantarse en el recuerdo. Yo me muerdo mi alma y la remuerdo. Remordimientos mordimientos son, me sale por la boca el corazón y de tu tarde, padre, no me acuerdo... | |
de Pedro Garfias en la voz de Pedro Garfias |
Debo también, oh creyentes, denunciar la estulticia, el abuso y el mito de las Vacas Sagradas que ambulan, torpes y lentas, por estas escalinatas. No son aquí como la novilla alcanzada y penetrada por el dios criaturas de belleza, vida y amor... | |
Debo también, oh creyentes... (El sueño de las escalinatas 6)
| |
de Jorge Zalamea en la voz de Jorge Zalamea Colaboración: Álvaro Castaño Castillo, fundador y director de la emisora HJCK |
Decid vosotras, oh hermanillas, ¿cómo refrenaré mi pesar? Sin el amado, ya no viviré, y volaré a buscarlo. * * * Gard vos, ay yermanelas, ¿cóm contener é meu mali? Sin el habib non vivreyu ed volarei demandari... | |
de Jarchas mozárabes en la voz de Flora María Álvaro |
Decimos: no hay paz, no hay descanso para estas pobres manos, para estos pies con prisa, para este pecho solo. Y tú callas, solemne, en tu grandeza. Decimos: estas horas suenan a tiempo muerto, las hojas del verano recuerdan la tristeza, y no hay un césped nuevo para echarnos a andar sin marchitar la carne... | |
de José Ramón Medina en la voz de Héctor Rosales |
Decir adiós... La vida es eso. Y yo te digo adiós, y sigo... Volver a amar es el castigo de los que amaron con exceso. Amar y amar toda la vida y arder en esa llama. Y no saber por qué se ama... Y no saber por qué se olvida... Coger las rosas una a una beber un vino y otro vino, y andar y andar... | |
de José Ángel Buesa en la voz de Victor Manuel Luján |
Decir ahí es una flor difícil decir ahí es pintar todo de pájaro decir ahí es estar atraído por la palabra áspera cardo y por el cardenal cardenal decir ahí es decir todo de nuevo y empezar por el caballo: el caballo está solo ahora está solo no hay ahora oscuro no hay ahora de silencio... | |
de Eduardo Milán en la voz de Eduardo Milán |
decir ahí es una flor difícil decir ahí es pintar todo de pájaro decir ahí es estar atraído por la palabra áspera cardo y por el cardenal cardenal decir ahí es decir todo de nuevo y empezar por el caballo: el caballo está solo ahora está solo no hay ahora oscuro no hay ahora de silencio... | |
de Eduardo Milán por Eduardo Milán |
Decir no decir no atarme al mástil pero deseando que el viento lo voltee que la sirena suba y con los dientes corte las cuerdas y me arrastre al fondo diciendo no no no pero siguiéndola... | |
de Idea Vilariño en la voz de Idea Vilariño |
Deípara, paridora de Dios. Suave la giba del engañado para ser tuvo que aislar el trigo del ave, el ave de la flor, no ser del querer. El molino, Deípara, sea el que acabe la malacrianza del ser que es el romper. Retuércese la sombra, nadie alabe la fealdad, giba o millón de su poder... | |
de José Lezama Lima en la voz de José Lezama Lima |
Deja tu comarca entre las fieras y los lirios. Y ven a mí esta noche oh, mi amado, monstruo de almíbar, novio de tulipán, asesino de hojas dulces. Así, aquella noche lo clamaba yo, de portal en portal, junto a la pared pálida como un hueso, todo llena de un miedo irisado y de un oscuro amor... | |
de Marosa Di Giorgio en la voz de Marosa Di Giorgio |
Dejaba apenas la inocente cuna cuando una hermosa noche en la pradera los juegos suspendí por ver la luna y en sus rayos te vi, la vez primera. Otra tarde después, cruzando el monte, vi venir la tormenta de repente, y por segunda vez, más vivamente alumbró tu mirada el horizonte... | |
de Carolina Coronado en la voz de Carmen Feito Maeso |
Dejadme pintar de azul el mar de todos los atlas! Mientras, salúdame tú, cantando al alba del agua, pájaro en una palmera que mire al mar de Bengala... | |
de Rafael Alberti en la voz de Nuria Espert |
Déjame acariciarte lentamente, déjame lentamente comprobarte, ver que eres de verdad, un continuarte de ti misma a ti misma extensamente. Onda tras onda irradian de tu frente y mansamente, apenas sin rizarte, rompen sus diez espumas al besarte de tus pies en la playa adolescente. Así te quiero, fluida y sucesiva... | |
de Gerardo Diego en la voz de Conchita Fernández |
Déjame esta voz que tengo, Lo mismo que a la pampa le dejan Sus matorrales de deseo, Sus ríos secos colgando de las piedras. Déjame vivir como acero mohoso Sin puñas, tirando en las nubes; No quiero saber de la gloria envidiosa Con rabo y cuernos de ceniza. Un anillo tuve de luna... | |
de Luis Cernuda en la voz de Luis Cernuda |
Déjame que, tendido en esta noche, avance, como un río entre la niebla, hasta llegar a Ti, Dios de los hombres, donde las almas de los muertos velan. Los cuerpos de los tristes que cayeron, helados y terribles, me rodean; como muros, encauzan mis orillas... | |
de José Luis Hidalgo en la voz de Fernando Guillén |
Déjame, Arnesto, déjame que llore los fieros males de mi patria, deja que su ruïna y perdición lamente; y si no quieres que en el centro obscuro de esta prisión la pena me consuma, déjame al menos que levante el grito contra el desorden... | |
de Gaspar Melchor de Jovellanos en la voz de Pedro María Sánchez |
Dejando en mi aposento la lámpara encendida salí sin darme cuenta. Para mis ojos nuevos era desconocida la calle polvorienta. Me llenaba la boca, reseca de pasado, un cosquilleo innúmero de vino repuntado. Y hecha energía joven, mi lasitud longeva se estiraba en mis brazos hacia la luna nueva... | |
de José Pedroni en la voz de Ernesto Bianco |
Dejaste en mi existencia la nostalgia del mundo. Adoro las ventanas que tiñen los crepúsculos, contemplo las estampas de algún campo del norte, elevo las aldeas a nevadas del cielo y un reno silencioso se yergue en mi silencio. Muero contra los pinos por ráfagas heladas... | |
de Vicente Gerbasi en la voz de Vicente Gerbasi |
Dejé la luz a un lado, y en el borde de la revuelta cama me senté, mudo, sombrío, la pupila inmóvil clavada en la pared. ¿Qué tiempo estuve así? No sé; al dejarme la embriaguez horrible de dolor, expiraba la luz y en mis balcones reía el sol. Ni sé tampoco en tan terribles horas en qué pensaba... | |
de Gustavo Adolfo Bécquer en la voz de Favio Camero |
Déjenlo, verdeante, que se vuelva; permitidle que salga de la fiesta a la terraza donde están dormidos. A los dormidos los cuidará quejoso, fijándose cómo se agrupa la mañana helada. La errante chispa de su verde errante, trazará círculos frente a los dormidos de la terraza... | |
de José Lezama Lima en la voz de José Lezama Lima |
Dejo a los sindicatos del cobre, del carbón y del salitre mi casa junto al mar de Isla Negra. Quiero que allí reposen los maltratados hijos de mi patria, saqueada por hachas y traidores, desbaratada en su sagrada sangre, consumida en volcánicos harapos... | |
de Pablo Neruda por Pablo Neruda |
Dejo en su tumba unas cuantas palabras húmedas y silenciosas como un gato. Para la tumba de Anaïs Nin. Para su pelo que nunca conocí y sus muslos que un día fueron hermosos,lo aseguro. Para sus sueños donde solía hablar despacio en lo redondo de una oreja, cuando subía a la corola del amor... | |
de Juan Domingo Argüelles en la voz de Juan Domingo Argüelles |
Dejóme Dios ver su cara cuando entre paloma y flor sobre aquel cielo mayor brotó una blanca almenara; dejóme Dios ver su cara? Me miraba Dios acaso cuando en la noche sin mella dejaron lirio y centella testimonio de mi paso; me miraba Dios acaso? El rostro de Dios veía... | |
de Sara de Ibáñez en la voz de Sara de Ibáñez |
Del aire al aire, como una red vacía, iba yo entre las calles y la atmósfera, llegando y despidiendo, en el advenimiento del otoño la moneda extendida de las hojas, y entre la primavera y las espigas, lo que el más grande amor, como dentro de un guante que cae, nos entrega como una larga luna... | |
de Pablo Neruda en la voz de Pablo Neruda Colaboración: Eduardo Ortiz Moreno |
Del barco que yo tuviera, serías la costurera. Las jarcias, de seda fina; de fina holanda, la vela. ¿Y el hilo, marinerito? Un cabello de tus trenzas... | |
de Rafael Alberti en la voz de Nuria Espert |
Del cinema al aire libre vengo, madre, de mirar una mar mentida y cierta, que no es la mar y es la mar. Al cinema al aire libre, hijo, nunca has de volver, que la mar en el cinema no es la mar y la mar es... | |
de Rafael Alberti en la voz de Nuria Espert |
Del jardín de mis hurtos, fui señor y soy reo. Abrí todas las puertas del edén de la vida, si alguna cerró el paso, la forzó mi deseo. Aprisioné cien años la alondra y el gorjeo; cien años hinqué el diente en la fruta prohibida. Expulsado y proscrito el castigo perdura... | |
de Enrique González Martínez en la voz de Enrique González Martínez |
Del mismo Cielo descendiste un día, como rayo de luz esplendorosa, a ser el sol de la existencia mía. Y al mirarme en tus ojos amorosa y al besar con fruición tu blanca frente, do la inocencia en majestad reposa, sentí que, prosternada y reverente, el alma, de mi ser en lo profundo, adoraba la Diestra omnipotente... | |
de Amalia Puga de Losada en la voz de Conchita Fernández |
Del otro lado de la reja está la realidad, de este lado de la reja también está la realidad; la única irreal es la reja; la libertad es real aunque no se sabe bien si pertenece al mundo de los vivos, al mundo de los muertos, al mundo de las fantasías o al mundo de la vigilia... | |
de Francisco Urondo en la voz de Juan Gelman Colaboración: Eduardo Ortiz Moreno |
Del salón en el ángulo oscuro, de su dueño tal vez olvidada, silenciosa y cubierta de polvo, veíase el arpa. ¡Cuánta nota dormía en sus cuerdas, como el pájaro duerme en la rama esperando la mano de nieve que sabe arrancarlas! ¡Ay! pensé,¡Cuántas veces el genio así duerme en el fondo del alma... | |
de Gustavo Adolfo Bécquer en la voz de Favio Camero |
Del tirano? Del tirano Di todo, ¡di más!; y clava Con furia de mano esclava Sobre su oprobio al tirano.¿Del error? Pues del error Di el antro, di las veredas Oscuras: di cuanto puedas Del tirano y del error. ¿De mujer? Pues puede ser Que mueras de su mordida; ... | |
de José Martí en la voz de Carlos Muñoz |
Del viejo parque en el rincón lejano, echo para el amor tibio y discreto, aspiraba el secreto de la muda caricia de tu mano... Todo callaba en torno solamente en alas del ambiente, un concierto de aromas ascendía alrededor de tu alma y de la mía, callaban brisas, pájaros y fuentes..... | |
de Enrique González Martínez en la voz de Frank Moro |
Delgada es esta tarde de julio, inmóvil, asida a las columnas que se alzan sobre la hierba blanda Delgada es esta tarde de julio que decae con dulzura, como las manos que no atienden al sol, ni están alerta al paso de las horas... ¡Qué tristes dan los cuerpos una vez y otra vez... | |
de José Lupiáñez en la voz de Marian Sanz de Acedo |
Demasiado corpóreo, limitado, compacto. Tendré que abrir los poros y disgregarme un poco. No digo demasiado... | |
de Oliverio Girondo por Darío Grandinetti |
Dentro de estos cuatro muros pretendí ocultar mi dicha: Pero el fruto, pero el aire ¿cómo me los guardaría? Hora mejor que pospuse, camino que no elegí, voces que eran para mí, destino que no dispuse; ¡cómo os volvisteis oscuros! ¡qué amargo vuestro sabor... | |
de Salvador Novo en la voz de Salvador Novo |
Dentro de poco vas a ofrecer estas páginas a los desconocidos como si extendieras en la mano un manojo de hierbas que tú cortaste. Ufano y acongojado de tu proeza, regresarás a echarte al rincón preferido. Dices que eres poeta porque no tienes el pudor necesario del silencio... | |
de Jaime Sabines en la voz de Jaime Sabines |
Depilamos las largas mechas de nuestras axilas de grandes leonas cautivas. El acre vello negro, rojo o rubio, o color de bellota calcinada, que nos adorna y mancha, depilamos! Depilamos los tazones gemelos en que la lengua del Amante busca las salazones del deseo... | |
de Jorge Zalamea en la voz de Jorge Zalamea |
Depresión es el término siquiátrico para decir desgano, pesimismo. (Los más pedantes dicen: sicosis maniaco-depresiva.) También es argot metereológico: nubosidades, lluvia, poco viento. Los médicos patólogos lo emplean: Depresión en el hueso occipital causada por objeto contundente... | |
de Hjalmar Flax en la voz de Hjalmar Flax |
Desautorizomi ternura / vuélvansemis ojos turbulencia / pido castigo ejemplar a mis palabras. al alba quito la escalera para que ninguna luz suba a las ventanas / que sea irreflexivacomo un perromi bondad que en los charcos sean glorificados mis instintos que la vida tropiece... | |
de Juan Bañuelos en la voz de Juan Bañuelos |
Descendemos. Debajo de mi piel tú cantas y en la última curva de mis venas con un tropel de polen te despides. Un día estás en mis ojos bajo un ruido de llamas, otro día duermes como la niebla junto a mi sombra agazapada. Si supieras que llegas y en tu mano está a punto de abrirse esa puerta del hombre y la mañana... | |
de Juan Bañuelos en la voz de Juan Bañuelos |
Descendiendo a la cueva en que el Arcángel hizo su anuncio, pienso en María, ese vaso de elección. Como todos los vasos, quebradizo. Como todos los vasos, demasiado pequeño para el destino que se vierte en él... | |
de Rosario Castellanos en la voz de Rosario Castellanos |
Desconcertado es el tiempo porque sus atardeceres caen en esta laguna donde las garzas vuelan. Otras aves desgarrarán el pecho de la aurora. Una mujer se viste y se desviste con sus ropas de verano. Pariente de sí misma en el espejo, enemiga del frío, húmeda cicatriz donde me hundo,... | |
de Víctor Sandoval en la voz de Víctor Sandoval |
Descorro el resplandor preguntándome brillaba el día no brillaba todos éramos máscara inconmoviblemente infelices brillaba el día no brillaba lo recuerdo tanto que vi este día y no era brillante sumiso congelado no era urgente brillaba el día no brillaba era lo único que me amaba... | |
de Jorge Pimentel por Jorge Pimentel |
Desde cuando tenemos memoria del primer recuerdo? ¿Creen ustedes en los famosos traumas de la tierna infancia? ¿Los psicólogos pediátricos han encontrado una veta minera aún en tiempo de crisis? Porque luego escucho que al senador Fulano le quitaron el chupón de manera brusca y precoz ... | |
de Griselda Álvarez Ponce de León en la voz de Griselda Álvarez Ponce de León |
Desde el apoyo que fundó tu brazo, desde tu fuerza que midió el paisaje cuando entero de abrigo y hospedaje te enredaste cabal en mi regazo, vas lloviendo semillas paso a paso en la fiesta del surco. Tu ramaje edifica inquietudes en el viaje por los alrededores del abrazo... | |
de Griselda Álvarez Ponce de León en la voz de Griselda Álvarez Ponce de León |
Desde el Bazar Egipcio se expande por el aire una oleada de esencias. El humo primitivo de los hogares adormece a la tarde, que huele a mar y a profecía. Triunfa en el aire, loco por el perfume, la oración desgarrada de las mezquitas, la que gime o invoca el nombre santo de Alah... | |
de José Lupiáñez en la voz de Marian Sanz de Acedo |
Desde el caos inicial, una mañana desperté. Los colores rebullían. Mas tiernos monstruos ruidos me decían: mamá , tata , guauguau , Carlitos , Ana . Todovivir , amar , frente a mi gana, como un orden que vínculos prendían. Y hombre fui. ¿Dios? Las cosas me servían... | |
de Dámaso Alonso en la voz de Vicente Aleixandre |
Desde el prodigio de tus pies menudos hasta el milagro de tu blondo pelo, tus contornos, turgentes y desnudos, fingen una visión tallada en hielo. Una visión de soberana diosa en que todo supera al arte griego, desde tus plantas de color de rosa hasta tus rizos de color de fuego... | |
de Julio Flórez en la voz de Víctor Mallarino Colaboración: Álvaro Castaño Castillo, fundador y director de la emisora HJCK |
Desde el sillón del mando mi madre dijo: Ha muerto . Y se dejó caer, como abatida, en los brazos del otro, usurpador, padrastro que la sostuvo no con el respeto que el siervo da a la majestad de reina sino con ese abajamiento mutuo en que se humillan ambos, los amantes... | |
de Rosario Castellanos en la voz de Rosario Castellanos |
Desde el umbral de mi jornada Miro el limpio tamaño de las horas Frescas y ociosas Dispuestas y en espera de su huésped Y el amor ya está allí Siempre lo miro desplegarse Tan adelante de mi centro Siempre sigo su onda apresurándome... | |
de Tomás Segovia en la voz de Tomás Segovia |
Desde este mismo instante seremos dos extraños por estos pocos días, quién sabe cuántos años... Yo seré en tu recuerdo como un libro prohibido uno de esos que nadie confiesa haber leído. Y así mañana, al vernos en la calle, al acaso, tú bajarás los ojos y apretarás el paso... | |
de José Angel Buesa en la voz de José Angel Buesa |
Desde hace años, Jesús, el corazón me rebota loco entre las sienes y ando por los rincones escondiendo al sollozo. Estreno una sonrisa cada mañana y pido limosna en todas las esquinas, porque ¿quién va a prestarme su vida, su amor, o su Dios? Tengo que comprármelos yo misma, y no me alcanza... | |
de Enriqueta Ochoa en la voz de Enriqueta Ochoa |
Desde la pluma brotas, súbita llama tensa que se prende aun a la madera húmeda y la quema y la guarda. Entonces tu jadeo (reiterado, sonámbulo sonido que atraviesa las destruidas, de amor, paredes de mi cráneo y pronuncia sin decirlo mi solo nombre oscuro y dibuja mi rostro), tu jadeo me recorre... | |
de Jaime Labastida en la voz de Jaime Labastida |
Desde la torre observas cómo cae la tarde, las últimas montañas perdidas con la niebla, los árboles que ascienden levemente, el abismo, el fulgor de los astros que brillan por tus ojos. Cerca quedan las playas del Sur, amplias y lentas, vacías a esta hora en que el mar se desvanece... | |
de José Lupiáñez en la voz de Marian Sanz de Acedo |
Desde las Lomas Heights, donde aún habitan, gozosos, los políticos enriquecidos, los antiguos banqueros, con su blanca (o verde) faz atónita y una numerosa flotilla de grandes capitanes de la industria y el comercio (que siguen nadando en la corriente, antes de que Neza los devore)... | |
de Jaime Augusto Shelley en la voz de Jaime Augusto Shelley |
Desde mi vieja orilla, desde la fe que siento, hacia la luz primera que torna el alma pura, voy contigo, hijo mío, por el camino lento de este amor que me crece con mansa locura. Voy contigo, hijo mío, frenesí soñoliento de mi carne, palabra de mi callada hondura, música que alguien pulsa no sé dónde... | |
de Leopoldo Panero en la voz de Leopoldo Panero Colaboración: Eduardo Ortiz Moreno |
Desde Nicolás: Padre, mis ideas no están sólo en las notas que extraigo al piano, taciturno mueble, conservador, oscuro, al que le exijo actualizarse. Mi pensamiento hace florecer las plantas, abre las flores y provoca que el limonero del jardín dé limones más dulces y más grandes... | |
de Eduardo Langagne en la voz de Eduardo Langagne |
Desde que Herodes degolló a Juan el Bautista se acabaron los profetas de Israel. Y los profetas eran la voz de la tierra... La voz de la vieja tierra de Moisés, la voz del pueblo, la que escuchaban de rodillas los jueces y los reyes en la penumbra de sus recámaras cuando gritaban... | |
de León Felipe en la voz de León Felipe |
Desde su gestación en la grávida tierra yo pude contemplar, maravillado, iniciar, reanudarse una vida a la mía confiada, el milagroso germinar de la semilla, la nueva luz en ojos que en mi se abrieron a absorber el mundo oscurecido mil veces antes, sobre los que cerró una muerte siempre vencida... | |
de Salvador Novo en la voz de Salvador Novo |
Desde tiempos antiguos la lluvia llora. Sin embargo, joven es una lágrima, joven es el rocío. Desde tiempos antiguos la muerte ronda. Sin embargo, nuevo es tu silencio y nuevo el dolor mío... | |
de Pablo Antonio Cuadra en la voz de Yolanda Blanco |
Desdobla de continuo su existencia por morar en edenes de artificio donde espacio, deseo, tiempo, forma son palabras que nada significan.Disuelve allí la identidad que finge y es nada, y es feliz por un instante. Pero el viaje concluye, y, nuevamente, la vida lo reclama y lo derriba ... | |
de Pedro Gandía por Pedro Gandía |
Desembarcamos al atardecer. Diluviaba. Nunca estuvo tan gris el Mar del Norte. Pero obstinada en recobrar la sal, la lluvia, a grandes rasgos, me contaba su historia... | |
de José Emilio Pacheco en la voz de José Emilio Pacheco |
Desgarrada la nube; el arco iris brillando ya en el cielo, y en un fanal de lluvia y sol el campo envuelto. Desperté. ¿Quién enturbia los mágicos cristales de mi sueño? Mi corazón latía atónito y disperso. ¡El limonar florido, el cipresal del huerto, el prado verde, el sol, el agua,... | |
de Antonio Machado en la voz de Agustín González |
Deshace julio en vapor los cristales de las ventanas del agua y del aire. En el blanco azul tornasol del mantel los frutos toman posturas eternas para el ojo y para el pincel. Junto a las naranjas de abiertos poros las manzanas se pintan demasiado, y a los duraznos, por su piel de... | |
de Xavier Villaurrutia en la voz de Alberto Dallal |
deshice casas perdí bibliotecas me fui con lo puesto en una valija dos valijas tres indivisible la trinidad es lágrimas patitas para qué te quiero las actrices pobres y viejas terminan sus días emparedadas tomando mate en un asilo temible la Casa del teatro ¿Acaso no matan a los caballos... | |
de Luisa Futoransky en la voz de Luisa Futoransky |
Desmayarse, atreverse, estar furioso, áspero, tierno, liberal, esquivo, alentado, mortal, difunto, vivo, leal, traidor, cobarde y animoso; no hallar fuera del bien centro y reposo, mostrarse alegre, triste, humilde, altivo, enojado, valiente, fugitivo, satisfecho, ofendido, receloso... | |
de Félix Lope de Vega en la voz de Juan Ignacio Aranda |
Desmayarse, atreverse, estar furioso, áspero, tierno, liberal, esquivo, alentado, mortal, difunto, vivo, leal, traidor, cobarde y animoso; no hallar fuera del bien centro y reposo, mostrarse alegre, triste, humilde, altivo, enojado, valiente, fugitivo, satisfecho, ofendido, receloso... | |
de Félix Lope de Vega en la voz de Manuel Dicenta |
Desnuda, mi funesta amante de piel vencida y casta como deshabitada, sacudes sobre el lecho voces y ternuras contrarias a mis manos, y un crepúsculo escucho entre tu cuerpo cuando al caer en ti agonizo en un nacer marchito, sin el duelo comparable al temor de tu agonía... | |
de Alí Chumacero en la voz de Alí Chumacero |
Despacio cae la lluvia, se confunde con las lágrimas ¿Será la muerte que ronda? ¿El abrigo de la vida errónea que envuelve? Una bruma densa y oscura borra los pensamientos Pasos perdidos se deslizan en las paredes El aire es más denso No es nadie, no es nada sólo el otoño ansioso... | |
de René Chacón Linares en la voz de José Guillermo Vargas |
Despierta la mar, velando. San Telmo, velando, arriba. Yo, por la rada, remando. Y el viento de la bahía, sin sombra, silabeando... | |
de Rafael Alberti en la voz de Nuria Espert |
Despierta, tiemblo al mirarte; dormida, me atrevo a verte; por eso, alma de mi alma, yo velo cuando tú duermes. Despierta, ríes y al reír tus labios inquietos me parecen relámpagos de grana que serpean sobre un cielo de nieve. Dormida, los extremos de tu boca pliega sonrisa leve... | |
de Gustavo Adolfo Bécquer en la voz de Adolfo Marsillach |
Desprenderse del humus, evaporarse. Subir, vapor de agua, hasta la nube indómita. Esperar el momento de volver a la tierra. Precipitarse hacia el nuevo territorio del agua. Penetrar a la tierra. Alcanzar un reposo de siglos que retornen al sólido conducto de la piedra. De nuevo manantial... | |
de Eduardo Langagne en la voz de Eduardo Langagne |
Después de leer tantas cosas eruditas estoy cansada, hija, por no tener los pies más fuertes y más duro el riñón para andar los caminos que me faltan. Perdona este reniego pasajero al no encontrar mi ubicación precisa y pasarme el insomnio acodada en la ventana cuando la lluvia cae,... | |
de Enriqueta Ochoa en la voz de Enriqueta Ochoa |
Después de los cuerpos van las sombras Átomos dispersos que se encajan en los pisos las paredes que estallan en los bordes dilatándose vuelven y se quedan en el mediodía Van las sombras como cuerpos Los cuerpos como viento... | |
de Jaime Augusto Shelley en la voz de Jaime Augusto Shelley |
Después de mucho navegar por el oscuro océano amenazante encontramos tierras bullentes en metales, ciudades que la imaginación nunca ha descrito, riquezas, hombres sin arcabuces ni caballos. Con objeto de propagar la fe y quitarlos de su inhumana vida salvaje... | |
de José Emilio Pacheco en la voz de José Emilio Pacheco |
Después de todo pero después de todo sólo se trata de acostarnos juntos, se trata de la carne, de los cuerpos desnudos, lámpara de la muerte en el mundo. Gloria degollada, sobreviviente del tiempo sordomudo mezquina paga de los que mueren juntos. A la miseria del placer, eternidad,... | |
de Jaime Sabines en la voz de Jaime Sabines |
Después del aromático aguacero ya no iremos por dulce a la bodega, ni saldremos corriendo hasta la sombra morada del caimito cariñoso... Ya nunca volveremos confundidos en el áureo sofoco de la risa a batirnos con suaves espadones, bajo el gotear ligero de los mangos... | |
de Cintio Vitier en la voz de Cintio Vitier |
Después que nascí, non vi tal serrana como esta mañana. Allá a la vegüela a Mata el Espino, en ese camino que va a Lozoyuela, de guisa la vi, que me fizo gana la fructa temprana. Garnacha traía de oro, presada con broncha dorada, que bien relucía. A ella volví diciendo:Lozana, ¿e sois vos villana? Sí soy. . . | |
de Marqués de Santillana en la voz de Manuel Dicenta |
Detrás de cada nube, de cada monte de cada copa, de cada rama hay búhos en la noche. Se esconden en el humo de las pipas. Se alimentan de malentendidos y estrellas de neón. En la oscuridad se pueden confundir lo mismo con esas cenizas que con sus sombras. Con los faros gemelos de sus ojos... | |
de Alberto Blanco en la voz de Alberto Blanco Música de Armando Contreras. |
Detrás de él va un niño que lleva un suéter rojo que va detrás de un viejo que tiene un sombrerito, detrás de una señora con una saya azul, que va detrás de un perro que va detrás de un coro de marineros rusos, detrás de una muchacha públicamente hermosa, que va detrás de un ciego... | |
de Cintio Vitier en la voz de Cintio Vitier |
Detrás de la máscara de rey de las piraterías está el espejo y también está detrás de la máscara del seductor que añeja su adolescencia y tras de las abigarradas máscaras rutinariaslas del héroe la víctimael estoico el justo Entonces aparece a la intemperie la seca reflexión de su cara en el espejo de su sombra... | |
de Juan Liscano en la voz de Conchita Fernández |
Detrás de mí está el Río. Lo siento correr sobre mis riñones y cómo los ciñe con su fluyente y yerta cadena de plomo, invitándome al lento viaje de la muerte, como a vosotros: seres de condición contradicha y de voluntad incierta... | |
de Jorge Zalamea en la voz de Jorge Zalamea Colaboración: Álvaro Castaño Castillo, fundador y director de la emisora HJCK |
Detrás del muro blanco de los días calla el Misterio. Pródigas, las horas nos llevan de la mano a las auroras de sus sorpresas y sus alegrías. Días, horas, auroras y alegrías llenen de dicha, pródigas, las horas de un Año Nuevo tal, que sus auroras renueven la ventura de sus días... | |
de Salvador Novo en la voz de Salvador Novo |
Detrás del muro el miedo nos desangra. Un hilo de luz en la garganta es señal de voces calcinadas. No hay dolor en la miseria sólo el aullido del amo devorando ventrículos vacíos. Despojadas de todo, las siluetas de barro comen de las tumbas. Estamos celebrando el cautiverio de los hijos... | |
de Luis Raúl Calvo en la voz de Luis Raúl Calvo |
Detrás del vaho blanco está el orden, la invitación o el ruego, cada uno encendiendo sus señales, centelleando a lo lejos con las joyas de la tentación o el rayo del peligro. Era una gran ventaja trocar un sorbo hirviente por un reino... | |
de Olga Orozco en la voz de Olga Orozco Colaboración: Alejandra Correa |
Detrás está la ciudad: henchida, clueca, erizada de cúpulas, minaretes y terrazas, empollando sus muchos siglos; rumiando su pasado, tal una vaca bajo el bordoneo de los tábanos; pasando y repasando su rosario de lunas y de soles... | |
de Jorge Zalamea en la voz de Jorge Zalamea Colaboración: Eduardo Ortiz Moreno |
Deus dedit, Deus abstulit Dios mío, yo te ofrezco mi dolor: ¡Es todo lo que puedo ya ofrecerte! Tú me diste un gran amor, un solo amor, ¡un gran amor! Me lo robó la muerte... Y no me queda más que mi dolor. Acéptalo, Señor: ¡Es todo lo que puedo ya ofrecerte!... | |
de Amado Nervo en la voz de Enrique Rambal |
Devueltos a la tierra por decreto ella os recibirá como a elegidos jugo al carbón, abono a los ejidos, lejano oriente del cristal. Muertos sin velatorio, sin campanas, sin baños, sin lloronas, sin desvelo juncos de amor crecidos hacia el cielo, carne celeste como el pan. Decid adiós a los verdes mercados... | |
de Raúl González Tuñón en la voz de Raúl González Tuñón |
Día del esplendor y la abundancia. La cosecha me pesa sobre la falda. Abrid puertas, amigos, y ventanas convidando las gentes a mi casa. Dad a todos el pan, la posada. No ahuyentéis las palomas si bajan... | |
de Rosario Castellanos en la voz de Rosario Castellanos |
Diálogo? No hay preguntas en los colores vacíos del aire No hay respuestas en aquel diálogo de palomas mojadas que las férreas campanas despedazan No hay preguntas debajo de los paraguas ensombrecidos debajo de pellejos disolviéndose entre hervores de sudor y lejanía ... | |
de Saúl Ibargoyen en la voz de Saúl Ibargoyen |
Diámetro de mar y cielo en círculo de horizonte exacto siempre y eterno. Errando en viento de hielo me están creciendo las alas, y aullando se van mis ojos tras una huella de puertos. Cada cadena del barco es un pedazo de estrella. Miradas de rumbo ciego y suciedumbre de pueblos... | |
de Rogelio Sinán en la voz de Rogelio Sinán Colaboración: Eduardo Ortiz Moreno |
Días en que una palabra lejana se apodera de mí. Voy por esos días sonámbula y transparente. La hermosa autómata se canta, se encanta, se cuenta casos y cosas: nido de hilos rígidos donde me danzo y me lloro en mis numerosos funerales... | |
de Alejandra Pizarnik en la voz de Carmen Feito Maeso |
Dice Julito que este soldadito de plomo que tiene en la mano recibió un balazo en la nuca y cuando estaba en el suelo vino una serpiente y le mordió la pierna. Éste ya no sirve, dice, y lo coloca bocabajo y le echa unos trapos sucios encima. Los tres soldaditos que le quedan en las manos... | |
de Jaime Sabines en la voz de Jaime Sabines |
Dice Julito que este soldadito de plomo que tiene en la mano recibió un balazo en la nuca y cuando estaba en el suelo vino una serpiente y le mordió la pierna. Éste ya no sirve, dice, y lo coloca bocabajo y le echa unos trapos sucios encima. Los tres soldaditos que le quedan... | |
de Jaime Sabines por Jaime Sabines |
Dicen que conocí la nieve en una terraza, pero jamás la he tocado, su blandura o su dureza desconozco. En cambio recuerdo esa terraza por un pino enorme en una maceta, por mis padres bailando Lady day en voz de Sinatra, por la felicidad que ofrecía mirar hacia todos lados... | |
de Enzia Verduchi en la voz de Enzia Verduchi |
Dicen que no hablan las plantas, ni las fuentes, ni los pájaros ni la onda con sus rumores, ni con su brillo los astros; lo dicen, pero no es cierto, pues siempre cuando yo paso de mí murmuran y exclaman: Ahí va la loca soñando con la eterna primavera de la vida y de los campos... | |
de Rosalía de Castro en la voz de Nuria Espert |
Dicen que no hablan las plantas, ni las fuentes, ni los pájaros, ni la onda con sus rumores, ni con su brillo los astros: lo dicen, pero no es cierto, pues siempre cuando yo paso de mí murmuran y exclaman: Ahí va la loca, soñando con la eterna primavera de la vida y de los campos... | |
de Rosalía de Castro en la voz de María Teresa Aviña |
Dicen que no hablan las plantas, ni las fuentes, ni los pájaros, ni la onda con sus rumores, ni con su brillo los astros: lo dicen, pero no es cierto, pues siempre cuando yo paso de mí murmuran y exclaman: Ahí va la loca, soñando con la eterna primavera de la vida y de los campos... | |
de Rosalía de Castro en la voz de Conchita Fernández |
Dicen que por mi pueblo pasó hacia Guatemala un día y en su muerte hubo gente de luto en la calle donde el Che se detuvo a preguntar el rumbo de su marcha es el memorial de la leyenda pues para el pueblo, al igual que Victoriano Lorenzo, no está muerto... | |
de Carlos Francisco Changmarín en la voz de Carlos Francisco Changmarín |
Dicen que soy un ángel y, peldaño a peldaño, para alcanzar la luz tengo que usar las piernas. Cansado de subir, a veces ruedo (tal vez serán los pliegues de mi túnica), pero un ángel rodando no es un ángel si no tiene el honor de llegar al abismo. Y lo que yo encontré en mi mayor caída era blando... | |
de Manuel Altolaguirre en la voz de Juan Rejano |
Dices que yo te olvido, Celio, y mientes, en decir que me acuerdo de olvidarte, pues no hay en mi memoria alguna parte en que, aun como olvidado, te presentes. Mis pensamientos son tan diferentes y en todo tan ajenos de tratarte, que ni saben ni pueden olvidarte, ni si te olvidan... | |
de Sor Juana Inés de la Cruz en la voz de Guadalupe (Pita) Amor |
Dichoso el árbol que es apenas sensitivo, y más la piedra dura porque esa ya no siente, pues no hay dolor más grande que el dolor de estar vivo, ni mayor pesadumbre que la vida consciente. Ser y no saber nada y ser sin rumbo cierto, y el temor de haber sido y un futuro terror... | |
de Rubén Darío en la voz de Juan Gelman |
Dichoso tú, que no tienes el amor disperso , que no tienes que correr detrás del corazón vuelto simiente de todos los surcos, corza de todos los valles, ala de todos los vientos. Dichoso tú, que puedes encerrar tu amor en sólo un nombre, y decir el color de sus ojos, y medir la altura de su frente... | |
de Dulce María Loynaz en la voz de Dulce María Loynaz |
Diego Verdad es, muy grande, que yo no quisiera, ni hablar, ni dormir ni oír, ni querer. Sentirme encerrada, sin miedo a la sangre, sin tiempo ni magia, dentro de tu mismo miedo y dentro de tu gran angustia, y en el mismo ruido de tu corazón... | |
de Frida Kahlo por Carmen Feito Maeso |
Dientes de flores, cofia de rocío, manos de hierbas, tú, nodriza fina, tenme prestas las sábanas terrosas y el edredón de musgos escardados. Voy a dormir, nodriza mía, acuéstame. Ponme una lámpara a la cabecera, una constelación, la que te guste, todas son buenas, bájala un poquito... | |
de Alfonsina Storni en la voz de María Teresa Aviña |
Difícilmente, avanzando milímetros por año, me hago un camino entre la roca. Desde hace milenios mis dientes se gastan y mis uñas se rompen para llegar allá, al otro lado, a la luz y el aire libre. Y ahora que mis manos sangran y mis dientes tiemblan, inseguros, en una cavidad rajada por la sed y el polvo... | |
de Octavio Paz en la voz de Octavio Paz |
Difícilmente, avanzando milímetros por año, me hago un camino entre la roca. Desde hace milenios mis dientes se gastan y mis uñas se rompen para llegar allá, al otro lado, a la luz y el aire libre. Y ahora que mis manos sangran y mis dientes tiemblan, inseguros, en una cavidad rajada por la sed y el polvo... | |
de Octavio Paz en la voz de Octavio Paz |
Digamos que ganaste la carrera y que el premio era otra carrera que no bebiste el vino de la victoria sino tu propia sal que jamás escuchaste vítores sino ladridos de perros y que tu sombra tu propia sombra fue tu única y desleal competidora... | |
de Blanca Varela en la voz de Blanca Varela |
Dije: Todo ya pleno. Un álamo vibró. Las hojas plateadas Sonaron con amor. Los verdes eran grises, El amor era sol. Entonces, mediodía, Un pájaro sumió Su cantar en el viento Con tal adoración Que se sintió cantada Bajo el viento la flor Crecida entre las mieses, Más altas. Era yo,... | |
de Jorge Guillén en la voz de Jorge Guillén |
Diles que no me maten, Justino! Anda, vete a decirles eso. Que por caridad. Así diles. Diles que lo hagan por caridad. No puedo. Hay allí un sargento que no quiere oír hablar nada de ti. Haz que te oiga. Date tus mañas y dile que para sustos ya ha estado bueno... | |
de Juan Rulfo en la voz de Juan Rulfo |
Dime mujer dónde escondes tu misterio mujer agua pesada volumen transparente más secreta cuando más te desnudas cuál es la fuerza de tu esplendor inerme tu deslumbrante armadura de belleza dime no puedo ya con tantas armas mujer sentada acostada abandonada enséñame el reposo el sueño... | |
de Tomás Segovia en la voz de Tomás Segovia |
Dime Oráculo, Ser de las Adivinaciones. ¿Es siempre la hoja marrón una hoja marchita, o puede ocurrir también, oh Oráculo, Ser de las Adivinaciones, que la hoja marrón crezca fuerte y fresca, carnosa y viva, como cualquier otra hoja verde, con ramificaciones blancas? Dime Oráculo,... | |
de Pilar Adón en la voz de Carmen Feito Maeso |
Dime que sí, compañera, marinera, dime que sí. Dime que he de ver la mar, que en la mar he de quererte. Compañera, dime que sí. Dime que he de ver el viento que en el viento he de quererte. Marinera, dime que sí. Dime que sí, compañera, dime, dime que sí... | |
de Rafael Alberti en la voz de Nuria Espert |
Dime tú si no es cierto que el techo de esta casa es todo de verdad, que es la verdad más plena de todo lo construido, el muro en más reposo, la redención de tantos errores y desvíos, la mano que disculpa, el anhelado fin de las hostilidades, la prueba que buscábamos desde el primer ladrillo... | |
de Fabio Morábito en la voz de Fabio Morábito |
Dime vencedor Rapaz, vencido de mi constancia, ¿qué ha sacado tu arrogancia de alterar mi firme paz? Que aunque de vencer capaz es la punta de tu arpón, el más duro corazón, ¿qué importa el tiro violento, si a pesar del vencimiento queda viva la razón? Tienes grande señorío... | |
de Sor Juana Inés de la Cruz en la voz de Laura Castanedo Música: Santiago de Murcia Arreglos y guitarra: Alberto Ubach |
Dime vida dime tiempo ¿voy demasiado aprisa? el amor como todo lo fértil tarda todo lo que ha de vivir se hace esperar es mortal arrancar de sus raíces el destino lo sé lo sé no se atropella el don no se apresura lo que germina no se roba el mañana... | |
de Tomás Segovia en la voz de Tomás Segovia |
Dime, dime el secreto de tu corazón virgen, dime el secreto de tu cuerpo bajo tierra, quiero saber por qué ahora eres un agua, esas orillas frescas donde unos pies desnudos se bañan con espuma. Dime por qué sobre tu pelo suelto, sobre tu dulce hierba acariciada, cae, resbala,... | |
de Vicente Aleixandre en la voz de Vicente Aleixandre |
Dime, Señora, di, cuando parta de esta tierra, si te acordarás de mí. Cuando ya sean publicados mis tiempos en mal gastados y todos cuantos pecados yo mezquino cometí, si te acordarás de mí. En el siglo duradero del juicio postrimero, do por mi remedio espero los dulces ruegos de ti,... | |
de Juan Álvarez Gato en la voz de Dámaso Alonso, Eulalia Galvarriato, Eulalia Soldevilla, Luis Miguel y Rosalía Payno |
Dime: cuando en la noche taciturna, la frente escondes en tu mano blanca, y oyes la triste voz de la nocturna brisa que el polen de la flor arranca; cuando se fijan tus brillantes ojos en la plomiza clámide del cielo... y mustia asoma entre tus labios rojos una sonrisa fría... | |
de Julio Flórez en la voz de Víctor Mallarino Colaboración: Álvaro Castaño Castillo, fundador y director de la emisora HJCK |
Dios del venir, te siento entre mis manos, aquí estás enredado conmigo, en lucha hermosa de amor, lo mismo que un fuego con su aire. No eres mi redentor, ni eres mi ejemplo, ni mi padre, ni mi hijo, ni mi hermano; eres igual y uno, eres distinto y todo; eres dios de lo hermoso... | |
de Juan Ramón Jiménez en la voz de Juan Ramón Jiménez |
Dios del venir, te siento entre mis manos, aquí estás enredando conmigo, en lucha hermosa de amor, lo mismo que un fuego con su aire. No eres mi redentor, ni eres mi ejemplo, ni mi padre, ni mi hijo, ni mi hermano; eres igual Y uno, eres distinto y todo; eres dios de lo hermoso... | |
de Juan Ramón Jiménez en la voz de Rafael de Penagos |
Dios está podrido en dinero, dice en voz baja un comerciante del pueblo. En sus eternos ratos libres, se entretiene devorando la imaginación de quienes no tienen para comer. ¿Quiere retratar al Todopoderoso? Meta su cámara en la boca de un pobre. | |
de Francisco Hernández por Francisco Hernández |
Dios existe me lo dicen tus ojos este amor que es eucaristía espíritu encarnado en tu cuerpo de diosa diminuta Dios existe lo saboreo en tus besos húmedos cáliz de salivas río desbordado de pasiones Dios existe lo encuentro entre tus labios los otros cuando me aprietas largo... | |
de Enrique Viloria Vera en la voz de Enrique Viloria Vera |
Dios mío Dios mío ¿por qué me has abandonado? Soy una caricatura de hombre el desprecio del pueblo Se burlan de mí en todos los periódicos Me rodean los tanques blindados estoy apuntado por las ametralladoras y cercado de alambradas las alambradas electrizadas... | |
de Ernesto Cardenal en la voz de Ernesto Cardenal |
Dios mío por qué me has abandonado? ¡Porque tuyo no soy y no soy Dios! ¿Y por qué me has amanerado? Porque me aburrís tanto vos... | |
de Armando Uribe Arce por Armando Uribe Arce |
Dios mío, de tus labios bajan ríos de luz hacia el cristal secreto de los frutos y amanecen maduros. Muchos hombres vienen al mundo a buscarse un lugar. Yo he venido en éxtasis desde el alba, atraída al aroma que escapa de tus cestos, pidiendo dormir entre tus frutos esta noche... | |
de Enriqueta Ochoa en la voz de Enriqueta Ochoa |
Dios mío, estoy llorando el ser que vivo; me pesa haber tomádote tu pan; pero este pobre barro pensativo no es costra fermentada en tu costado: tú no tienes Marías que se van! Dios mío, si tú hubieras sido hombre, hoy supieras ser Dios; pero tú, que estuviste siempre bien, no sientes... | |
de César Vallejo en la voz de Claudio Obregón |
Dios te bendiga, amor, porque eres bella! ¡Dios te bendiga, amor, porque eres mía! ¡Dios te bendiga, amor, cuando te miro! ¡Dios te bendiga, amor, cuando me miras! ¡Dios te bendiga si me guardas fe; si no me guardas fe, Dios te bendiga! ... | |
de Eduardo Marquina en la voz de Walberto Mendoza |
Diré, Pílades, el nombre que azuce las bandadas de nombres temerosas? Evitaré más bien el torbellino que alzan los vientos súbitos, y habré de conducirla paso a paso, como a ciega extraviada que tantea el camino, hasta dejarla donde la perdí. Oye, sacerdotisa: devuélveme las manos... | |
de Alfonso Reyes en la voz de Alfonso Reyes |
Diseño de lo que se dice en tanto que sinuoso, sobre la arena, silbo que hilvana sus meandros en tanto que absorbe algo de agua, un poco sólo para ir cediendo al campo arena aquí es campo en expansión salta el pan como un resorte siempre que le recuerden a su semejante... | |
de Eduardo Milán en la voz de Eduardo Milán |
Disgregada en las rosas del sueño y del olvido, con espinas de acero que enrojeció la historia, replegada en las íntimas rosas de la memoria, la rosa es una rosa para cada sentido. Leve esfera de pétalos que en frágil fuego asoma, luz que una mano copia con matiz exacto... | |
de William Ospina en la voz de William Ospina Colaboración: Álvaro Castaño Castillo, fundador y director de la emisora HJCK |
Diuturna enfermedad de la esperanza que así entretienes mis cansados años y en el fiel de los bienes y los daños tienes en equilibrio la balanza; que siempre suspendida en la tardanza de inclinarse, no dejan tus engaños que lleguen a excederse en sus tamaños la desesperación o la confianza... | |
de Sor Juana Inés de la Cruz en la voz de Guadalupe (Pita) Amor |
Dobla el peso del agua, mientras llueve, del tupido trigal la espiga rubia. La espiga al doblegarse ávida bebe los copiosos diamantes de la lluvia. Esa espiga es la hostia. Es el tesoro universal y eterno, que convida a beber en su estuche de ámbar y oro el manjar más preciado de la vida... | |
de Julio Flórez en la voz de Víctor Mallarino Colaboración: Álvaro Castaño Castillo, fundador y director de la emisora HJCK |
dóciles formas de entretenerte, olvido: recoger piedrecillas de un río sagrado estampar becquerianas violetas en los libros para que amarilleen ilegibles besarla lentamente y en secreto cualquier último día antes de la execrada separación al filo mismo del adiós tan romantic... | |
de José Emilio Pacheco en la voz de José Emilio Pacheco |
Dolorosas mudanzas de entrecasa han convertido el cuarto de la difunta en este desordenado escritorio donde leo poemas de cien jóvenes y con ignorancia califico. En la pared queda una suave mancha de grasa donde la difunta apoyaba su coronilla de madre. Desde allí viene a leer conmigo... | |
de José Watanabe por José Watanabe |
Domingo por la tarde, ya es la hora de contemplar la ausencia de mi rostro siete días postergado. Nadie impedirá un domingo por la tarde que desarme lentamente mi mentón si la mueca de angustia ha sido en el silencio que abandona el secreto de los huesos y sólo fue sudor mi antiguo desaliento.... | |
de Alfredo Fressia por Alfredo Fressia |
Donde calla el amor No habla tampoco el desamor No es nunca nadie Alma fundada en la agonía Quien te rechaza Donde calla el amor Habla la estúpida Fortuna Tú misma alma de vértigo La has levantado allí Tú misma escoges que te hablen... | |
de Tomás Segovia en la voz de Tomás Segovia |
Dónde está la memoria de los días que fueron tuyos en la tierra, y tejieron dicha y dolor y fueron para ti el universo? El río numerable de los años los ha perdido; eres una palabra en un índice. Dieron a otros gloria interminable los dioses, inscripciones y exergos y monumentos y puntuales historiadores;... | |
de Jorge Luis Borges en la voz de Jorge Luis Borges |
Dónde está la sombra de un objeto apoyado contra la pared? ¿Dónde está la imagen de un espejo apoyado contra la noche? ¿Dónde está la vida de una criatura apoyada contra sí misma? ¿Dónde está el imperio de un hombre apoyado contra la muerte? ¿Dónde está la luz de un dios apoyado contra la nada?... | |
de Roberto Juarroz en la voz de Roberto Juarroz Colaboración: Alejandra Correa |
Dónde estáis, días en flor, joyas de claridad. Tumultos. Ebrias emanaciones aurorales. Dónde, color de dicha, rosa. Rosa lustral, abierta al puro cielo del mundo impuro. Dónde cayó en qué fango tu delicia. Palía del desamparo, frío. Oh sólo noche ahora nombra tu nombre. Sólo nada ahoga la sonrisa huida, muerta... | |
de Oscar Cerruto en la voz de Carmen Feito Maeso |
Dónde estará la Guillermina? Cuando mi hermana la invitó y yo salí a abrirle la puerta, entró el sol, entraron estrellas, entraron dos trenzas de trigo y dos ojos interminables. Yo tenía catorce años y era orgullosamente oscuro, delgado, ceñido y fruncido, funeral y ceremonioso... | |
de Pablo Neruda en la voz de Pablo Neruda |
Dónde estarán los siglos, dónde el sueño de espadas que los tártaros soñaron, dónde los fuertes muros que allanaron, dónde el Árbol de Adán y el otro Leño? El presente está solo. La memoria erige el tiempo. Sucesión y engaño es la rutina del reloj. El año no es menos vano que la vana historia... | |
de Jorge Luis Borges en la voz de Marcelo Cejas |
Dónde estarán? pregunta la elegía de quienes ya no son, como si hubiera una región en que el Ayer, pudiera ser el Hoy, el Aún, y el Todavía. ¿Dónde estarán? (repito) el malevaje que fundó en polvorientos callejones de tierra o en perdidas poblaciones la secta del cuchillo y del coraje?... | |
de Jorge Luis Borges en la voz de Jorge Luis Borges Colaboración: Eduardo Ortiz Moreno |
Dónde estás, caballero Bayardo, caballero sin miedo y sin tacha? En el viento, señora, en la racha que aciclona la llama en que ardo. ¿Dónde estás, caballero gallardo, caballero sin tacha y sin miedo? En la flor que a mi vida concedo: en el cardo, señora, en el cardo. ¿Dónde estás, caballero seguro... | |
de Mirta Aguirre en la voz de Mirta Aguirre |
Donde fue Tihuantisuyo, nacían los indios. Llegábamos a la puna con danzas, con himnos. Silbaban quenas, ardían dos mil fuegos vivos. Cantaban Coyas de oro y Amautas benditos. Bajaste ciego de soles, volando dormido, para hallar viudos los aires de llama y de indio... | |
de Gabriela Mistral en la voz de Gabriela Mistral |
Donde habite el olvido, En los vastos jardines sin aurora; Donde yo sólo sea Memoria de una piedra sepultada entre ortigas Sobre la cual el viento escapa a sus insomnios. Donde mi nombre deje Al cuerpo que designa en brazos de los siglos, Donde el deseo no exista... | |
de Luis Cernuda en la voz de Luis Cernuda |
Donde habite el olvido, en los vastos jardines sin aurora; donde yo sólo sea memoria de una piedra sepultada entre ortigas sobre la cual el viento escapa a sus insomnios. Donde mi nombre deje al cuerpo que designa en brazos de los siglos, donde el deseo no exista... | |
de Luis Cernuda en la voz de Rafael de Penagos |
Donde no se podía llegar, donde el cuarto no podía abrir sus puertas tentadoras, ante el fondo mismo del mar donde los ojos eran más tierra que nunca, más allá de la levísima trama que encarcelaba... | |
de José García Nieto en la voz de José García Nieto |
Dónde oculta el peligro sus lobos amarillos? No hay ni siquiera un pliegue en la corriente inmóvil que tapiza este día; ni un zarpazo fugaz contra el manso ensimismamiento de las cosas. Ninguna dentellada; nada que abra una brecha en estas superficies que proclaman su lugar en el mundo:... | |
de Olga Orozco en la voz de Olga Orozco |
Donde quiera en las noches se abrirá una ventana o una puerta cualquiera de una calle lejana, no importa dónde ni cuándo, puede ser donde quiera: ni menos en otoño, ni más en primavera. Y hoy igual que mañana, mañana igual que ayer, un hombre enloquecido, besará una mujer... | |
de José Angel Buesa en la voz de Carmen Feito Maeso |
Dónde, santa amistad, tu pura llama anima a los mortales? ¿qué dichoso clima ilustra tu rayo generoso, o en cuál región tu fuego se derrama? ¿En qué pueblo el luciente Febo de cuantos dora de la remota aurora hasta do muere el día, oye aclamar tu nombre dulcemente en himnos de alegría?... | |
de Alberto Lista en la voz de Nuria Espert |
Dondiego no tiene don. Don. Don dondiego de nieve y de fuego. Don, din, don, que no tienes don. Ábrete de noche, ciérrate de día cuida no te corte quien te cortaría, pues no tienes don. Don dondiego, que al sol estás ciego. Don, din, don, que no tienes don... | |
de Rafael Alberti en la voz de Nuria Espert |
Doris María, las fieras no van a la selva y la jauría de tantos gritos se agolpa en esos cuerpos donde se descubren cuántas torturas se requieren para alcanzar victorias. No alcanza la calumnia ni el ultraje para desangrar tu cuerpo ni secreto que conspire para roer tanto mediodía inevitable... | |
de Ricardo Morales Avilés en la voz de Gabriel García Márquez |
Dormida y rubia, en la roca. Dormida y rubia, llegada ayer tarde de Polonia. El Arcángel de su guarda, San Rafael, la acompaña. No sueñes tú, prima mía, no sueñes, que estás cansada. Las aldeas de Suiza y los pueblos de Alemania pasando van por su frente, bajo una luna nevada... | |
de Rafael Alberti en la voz de Nuria Espert |
Dórmiti mi nengre, dórmiti ningrito. Caimito y merengue, merengue y caimito. Dómiti mi nengre, mi nengre bonito. ¡Diente de merengue, bemba de caimito! Cuando tu sia glandi vá a sé bosiador... Nengre de mi vida, nengre de mi amor... (Mi chiviricoqui, chiviricocó... ¡Yo gualda pa ti taja de melón!)... | |
de Emilio Ballagas en la voz de Balbino Blanco Sánchez |
Dos cuerpos que se juntan desnudos solos en la ciudad donde habitan los astros inventan sin reposo el deseo. No se ven cuando se aman, bellos o atroces arden como dos mundos que una vez cada mil años se cruzan en el cielo. Sólo en la palabra, luna inútil, miramos cómo nuestros cuerpos son... | |
de Jorge Gaitán Durán en la voz de Pablo López del Castillo |
Dos dudas en qué escoger tengo, y no sé a cual prefiera: pues vos sentís que no quiera, y yo sintiera querer. Con que si a cualquiera lado quiero inclinarme, es forzoso, quedando el uno gustoso, que otro quede disgustado. Si daros gusto me ordena la obligación, es injusto... | |
de Sor Juana Inés de la Cruz en la voz de Laura Castanedo Música: Santiago de Murcia Arreglos y guitarra: Alberto Ubach |
Dos gotas de cristal que rebotaran, y al rebotar sonaran con timbre desigual: tín... tán... tín... tán. Así suenan los cuartos de las horas del reloj parroquial. La noche es una lámina astronómica de mármol, donde van rebotando los cuartos de las horas: tín... tán... tín... tán..... | |
de Francisco González Léon en la voz de Hugo Gutiérrez Vega |
Dos hermanos tengo, dos hermanos misteriosos que de la mano me llevan como a niño, el amor y la muerte. Dos esfinges en la loma que aparecen y se van que sonriendo muestran su rostro. La esfinge del amor, esa doncella altiva que me sonríe y me deja en silencio... | |
de Julio Torres Recinos en la voz de Julio Torres Recinos |
Dos hermanos tengo, dos hermanos misteriosos que de la mano me llevan como a niño, el amor y la muerte. Dos esfinges en la loma que aparecen y se van que sonriendo muestran su rostro. La esfinge del amor, esa doncella altiva que me sonríe y me deja en silencio... | |
de Julio Torres Recinos por Julio Torres Recinos |
Dos libras de masa de mestizo media libra de lomo de gachupín cocido y bien picado una cajita de pasas beata dos cucharadas de leche de Malinche una taza de agua bien rabiosa un sofrito con cascos de conquistadores tres cebollas jesuitas una bolsita de oro multinacional dos dientes de dragón una zanahoria presidencial... | |
de Claribel Alegría en la voz de Claribel Alegría |
Dos rojas lenguas de fuego que a un mismo tronco enlazadas, se aproximan, y al besarse forman una sola llama; dos notas que del laúd a un tiempo la mano arranca, y en el espacio se encuentran y armoniosas se abrazan; dos olas que vienen juntas a morir sobre una playa... | |
de Gustavo Adolfo Bécquer en la voz de Favio Camero |
dosno sirve es malo. Luna... pésimo y sol es banal...¿verdad? superficial ¿de acuerdo? Sí claro rómpelo... | |
de Frida Kahlo por Carmen Feito Maeso |
Dudo en si cortar la frase aquí, sin cortar la flor afuera, por si hay una correspondencia que no llega a ser confluencia visible para que tú lo veas claro, límpido, esto adquiere su sentido siempre y cuando tú te sirvas de él.. | |
de Eduardo Milán en la voz de Eduardo Milán |
Duele el poema. Hay una paloma abriendo el pecho. El sol salta como una llama hasta quedar en el pavimento. No hay regreso. Prisa es la mañana. El perro siguió la cadena de su amo. Hecho polvo un hueso. Se fue la paloma desnuda sin ser mirada. El calor se deshace en un charco de imágenes... | |
de Vilma Vargas en la voz de Vilma Vargas |
Dueña de la negra toca, la del morado monjil, por un beso de tu boca diera a Granada Boabdil. Diera la lanza mejor del Zenete más bizarro, y con su fresco verdor toda una orilla del Darro. Diera la fiesta de toros y, si fueran en sus manos, con la zambra de los moros el valor de los cristianos... | |
de José Zorrilla en la voz de Fernando Guillén |
Duerma la virgen su pasión secreta. Sueñe con su preñez la joven desposada. Tal para cual, en el espejo, el cornudo se adorne de laureles. Tres veces ha cantado el gallo para el amigo tránsfuga. Dueños de la verdad, los conjurados repinten en las bardas su anatema. Oiga pasos de amor... | |
de Víctor Sandoval en la voz de Víctor Sandoval |
Duerme velero, mi velerito, duerme niño marinero, marino de lo infinito. En los brazos de María el niño Dios se adormece como barco en la bahía cuando en el mar amanece. Impelido por los vuelos de cefirillos alados, abrió surcos, rompió yelos de mares paralizados... | |
de Manuel Ponce en la voz de Manuel Ponce |
Duerme, duerme, vida mía; No más juego y parlería. Cierra, cierra los ojitos, Que los ángeles benditos Mientras haya quien los vea No te vienen a arrullar. Duerme pronto, dulce dueño, Que yo misma tengo empeño De quedarme dormidita... | |
de Rafael Pombo en la voz de Gloria Valencia de Castaño Colaboración: Álvaro Castaño Castillo, fundador y director de la emisora HJCK |
Dulce corazón mío de súbito asaltado. Todo por adorar más de lo permisible. Todo porque un cigarro se asienta en una boca y en sus jugosas sedas se humedece. Porque una camiseta incitante señala, de su pecho, el escudo durísimo, y un vigoroso brazo de la mínima manga sobresale... | |
de Ana Rossetti en la voz de Carmen Feito Maeso |
Dulce María dime: ¿Verdad que te encontraste, cuando bajabas la colina oscura y retumbaba la tarde , con la madre de Judas también muerto , y os abrazasteis y llorasteis juntas como dos madres? | |
de Pedro Garfias en la voz de Pedro Garfias |
Dulce vecino de la verde selva, huésped eterno del abril florido, vital aliento de la madre Venus,céfiro blando. Si de mis ansias de amor supiste, tú que las quejas de mi voz llevaste, oye, no temas, y a mi ninfa dile,dile que muero. Filis un tiempo mi dolor sabía, Filis un tiempo mi dolor lloraba... | |
de Esteban Manuel de Villegas en la voz de Manuel Dicenta |
Dulzura con que se aman en parques o en cines o en alcobas, y como será la de nosotros, tanta que no la sienten los sentidos, dulzura más allá de la dulzura ¡ay! más allá. Como la pareja impaciente en los parques esperando la noche... | |
de Ernesto Cardenal en la voz de Ernesto Cardenal |
Dulzura con que se aman en parques o en cines o en alcobas, y como será la de nosotros, tanta que no la sienten los sentidos, dulzura más allá de la dulzura ¡ay! más allá. Como la pareja impaciente en los parques... | |
de Ernesto Cardenal por Ernesto Cardenal |
Durante largos años estuve condenado a adorar a una mujer despreciable Sacrificarme por ella, sufrir humillaciones y burlas sin cuento, Trabajar día y noche para alimentarla y vestirla, Llevar a cabo algunos delitos, cometer algunas faltas, A la luz de la luna realizar pequeños robos... | |
de Nicanor Parra en la voz de Nicanor Parra |
Durante muchos siglos la costumbre fue ésta: aleccionar al hombre con historias a cargo de animales de voz docta, de solemne ademán o astutas tretas, tercos en la maldad y en la codicia o necios como el ser al que glosaban. La humanidad les debe parte de su virtud y su sapiencia a asnos... | |
de Ángel González en la voz de Ángel González |
Durísima la luna. Igual que tú, tan lejos. Suéñame, te digo, como te sueño aquí, hasta que los dos sueños se conviertan en fuego, hasta que mi aliento sea el tuyo, hasta que respiremos cada uno por la boca del otro. La luna asoma, llena y sorda. No estás al otro lado del teléfono y sólo por un hilo de sueño podré hablarte... | |
de Jaime Labastida en la voz de Jaime Labastida |
Duro es pero no me quejo del amor incorporal que me tocó en suerte. Me quedaría sólo para vos. y ya más solo no puede ser... | |
de Ernesto Cardenal en la voz de Ernesto Cardenal |
Duro es pero no me quejo del amor incorporal que me tocó en suerte. Me quedaría sólo para vos. y ya más solo no puede ser... | |
de Ernesto Cardenal por Ernesto Cardenal |