25 poemas aleatorios en audio
Griselda Álvarez Ponce de León En la voz de Griselda Álvarez Ponce de León Llanto | |
Viuda de ausencia toco la mañana, es tan igual invierno y lejanía, que quizá se pudiera se podría abrir la noche junto a tu ventana. Al gallo inútil con su inútil diana en el alba su canto estrellaría, no pasaría el sol no pasaría envuelto ya de noche en su sotana. Viuda de ausencia... | |
Carlos Pellicer En la voz de Luis Illán Torralba Horas de junio | |
Vuelvo a ti, soledad, agua vacía, agua de mis imágenes, tan muerta, nube de mis palabras, tan desierta, noche de la indecible poesía. Por ti la misma sangre tuya y mía corre al alma de nadie siempre abierta. Por ti la angustia es sombra de la puerta que no se abre de noche ni de... | |
Saúl Ibargoyen En la voz de Saúl Ibargoyen Los hombres gordos | |
Como un látigo naufragando en el sudor de las bestias Así encuentran su corazón Los hombres gordos: Deforme engañado repleto de fichas y píldoras Insomnios y precios Con lágrimas que no saltan de la sangre Con el deseo enterrado en la grasa Con el latido separado del recuerdo... | |
Saúl Ibargoyen En la voz de Saúl Ibargoyen Saliva | |
De tu múltiple boca huyen las salivas negras como buscando los cruentos olores de cada orgasmo muerto. No crezca en la fatiga de tu cráneo ninguna memoria de muchachas cocinándose en un sudor luminoso que otros cuerpos encendieron... | |
Amado Nervo En la voz de Alí Chumacero Más que que yo mismo | |
Oh, vida mía, vida mía!, agonicé con tu agonía y con tu muerte me morí. ¡De tal manera te quería, que estar sin ti es estar sin mí! Faro de mi devoción, perenne cual mi aflicción es tu memoria bendita. ¡Dulce y santa lamparita dentro de mi corazón! ... | |
Nuria del Saz En la voz de Nuria del Saz Preámbulo | |
Hay un espectáculo más grande que el del mar, y es el del cielo, hay un espectáculo más grande que el del cielo, y es el del interior del alma Victor Hugo, Los Miserables Ya volvieron. La melancólica quietud de unas cuartillas blancas, hadas encantando paisajes, montañas, estrellas,... | |
Enrique Molina En la voz de Enrique Molina Algún vestigio de tu paso | |
La dulzura de recordar el sol en la espiral del sueño y el vano poder de haber ido tan lejos. Es tan extraño perdurar, oír aún la lenta letanía de los huesos y el hechizo del mundo. Déjame ver, déjame ver: sin duda, alguien me condujo hasta aquí y se oculta, alguien cubierto de... | |
Nicanor Parra En la voz de Carmen Feito Maeso Cambios de nombre | |
A los amantes de las bellas letras Hago llegar mis mejores deseos Voy a cambiar de nombre a algunas cosas. Mi posición es ésta: El poeta no cumple su palabra Si no cambia los nombres de las cosas. ¿Con qué razón el sol Ha de seguir llamándose sol? ¡Pido que se llame Micifuz..- | |
Homero Aridjis En la voz de Homero Aridjis El tiempo de la poesía... | |
El tiempo de la poesía da un fruto de luz que cae solo en la tierra y tiembla sobre su sombra. De: Los espacios... | |
Fernando Sánchez Mayans En la voz de Fernando Sánchez Mayans Décimas de la angustia | |
Angustia de amor callada dentro del cuerpo presente que se sabe y que se siente como la sangre obstinada. Yo sé que estás apresada dentro de mí, cárcel viva. Prisionera ya cautiva que tenaz entre las venas me las vas dejando llenas de una ansiedad fugitiva. II Febril me vas consumiendo lento amor... | |
Saúl Ibargoyen En la voz de Saúl Ibargoyen Palabra aquí | |
Aquí hay una palabra deshabitándose de sí: cinco vocales que fulguran quince consonantes entre la madera sagrada y el agua siete vocales invencibles trece consonantes entre el fuego y el frío. Aquí hay una esa tal palabra desigualándose de sí nutrida de astros... | |
Alí Chumacero En la voz de Alí Chumacero Monólogo del viudo | |
Abro la puerta, vuelvo a la misericordia de mi casa donde el rumor defiende la penumbra y el hijo que no fue sabe a naufragio, a ola o fervoroso lienzo que en ácidos estíos el rostro desvanece. Arcaico reposar de dioses muertos llena las estancias, y bajo el aire aspira la conciencia... | |
Luisa Futoransky En la voz de Luisa Futoransky Santos Lugares | |
El país no existe. Después de quince años la calle natal había cambiado de nombre y las casas no sólo eran otras sino que ni siquiera conservaban sus números catastrales. Sólo la ajada fotografía de mamá con trenzas y el abuelo a su lado, existe. Mamá no peina trenzas y el abuelo murió hace cuarenta años... | |
Jaime Sabines En la voz de Jaime Sabines En la orilla del aire... | |
En la orilla del aire (¿qué decir, qué hacer?) hay todavía una mujer. En el monte, extendida sobre la yerba, si buscamos bien: una mujer. Bajo el agua, en el agua, abre, enciende los ojos, mírala bien. Algas, ramas de peces, ojo de náufragos, flautas de té, le cantan, la miran bien... | |
Gabriela Mistral En la voz de Alejandra Flores Íntima | |
Tú no oprimas mis manos Llegará el duradero tiempo de reposar con mucho polvo y sombra en los entretejidos dedos. Y dirías: No puedo amarla, porque ya se desgranaron como mieses sus dedos. Tú no beses mi boca. Vendrá el instante lleno de luz menguada, en que estaré sin labios sobre... | |
José Angel Buesa En la voz de José Angel Buesa Canción de la lluvia | |
Acaso está lloviendo también en tu ventana; acaso esté lloviendo calladamente, así. Y mientras anochece de pronto la mañana, yo sé que, aunque no quieras, vas a pensar en mí. Y tendrá un sobresalto tu corazón tranquilo, sintiendo que despierta su ternura de ayer... | |
Jorge Luis Borges En la voz de Marcelo Cejas Una despedida | |
Tarde que socavó nuestro adiós. Tarde acerada y deleitosa y monstruosa como un ángel oscuro. Tarde cuando vivieron nuestros labios en la desnuda intimidad de los besos. El tiempo inevitable se desbordaba sobre el abrazo inútil. Prodigábamos pasión juntamente, no para nosotros sino para la soledad ya inmediata... | |
Efraín Huerta En la voz de Efraín Huerta Responso por un poeta descuartizado | |
Claro está que murió como deben morir los poetas, maldiciendo, blasfemando, mentando madres, viendo apariciones, cobijado por las pesadillas. Claro que así murió y su muerte resuena en las malditas habitaciones donde perros, orgías, vino griego, prostitutitas francesas... | |
Antonio Porchia En la voz de Antonio Porchia Mi sed agradece un vaso de agua... | |
Mi sed agradece un vaso de agua, no un mar de agua. De: Voces | |
Gustavo Adolfo Bécquer En la voz de Favio Camero Saeta que voladora... (Rima II) | |
Saeta que voladora cruza arrojada al azar, sin adivinarse dónde temblando se clavará; hoja del árbol seca arrebata el vendaval, sin que nadie acierte el surco donde a caer volverá; gigante ola que el viento riza y empuja en el mar, y rueda y pasa, y no sabe qué playa buscando va; luz... | |
Jorge Fernández Granados En la voz de Jorge Fernández Granados Soledad | |
Nada va a salvarnos. Ni el amor, ni la fe, ni la palabra. Nada va a saber que fuimos tantos embarcados en el haz de la ternura, angustiados y desnudos, errantes y remotos. Nadie hablará por nadie. A cada quien se le rompe el alma con sus propios días mal escritos o se le seca la espiga del mundo... | |
Rafael Alberti En la voz de Nuria Espert Nana de la cabra | |
La cabra te va a traer un cabritillo de nieve para que juegues con él. Si te chupas el dedito, no te traerá la cabra su cabritillo. De: Marinero en... | |
Griselda Álvarez Ponce de León En la voz de Griselda Álvarez Ponce de León Preguntas | |
Si cabalga tu empeño por mis bandas y mis cabellos usas como bridas, despiertas en mi espalda alas dormidas y un reino de palomas me desbandas. Voy hasta a donde quieras. Tú me mandas. El rumbo hacia las cosas compartidas: Unas buscadas y otras poseídas, ir y venir del cielo que desandas... | |
Manuel Ponce En la voz de Manuel Ponce La virgen trajinera | |
A la Madre luciente, la virgen alba, llevo las flores, flores de mi chinampa. ¡Ay, agua dulce! ¡Ay, agua amarga! La superficie mece la frágil gracia de florecillas, flores recién cortadas. ¡Ay, agua dulce! ¡Ay, agua amarga! En mis brazos y ensueños el niño nada por agua dulce por agua amarga... | |
Horacio Esteban Ratti En la voz de Conchita Fernández Muchas veces | |
Muchas veces ahora día a día escucho mi cansancio. Los olvidos regresan otro viento a orillas despobladas. Por ingenuas canciones mansos peces y felices secretos. Decir amor no es todo ni ternura solamente la tarde. Una dulce tristeza y el recuerdo como ángel cansado... |