audiovideoteca por primeros versos letra l
L ac cia plena de lluna gemega en la nit d argent. El setembre passa amb una llarga tremolor de vent. Lluu l estelada dispersa i se m recull l esperit, oint la vaga conversa del vent, l ac cia i la nit. Ai, que el meu cor ploraria i m és feixuc com el fang, davant la nit, que fa via tota vestida de blanc!... | |
de Marià Manent en la voz de Núria Espert |
La abuela abría las puertas de la mañana; entraba el sol por el balcón cerrado y un rayo se pegaba a sus gafas solares. El día andaba ya por los corredores abrillantando las plumas del pájaro ciego, jugando un rato con los peces anhelantes en un marecito engañoso, y con el caracol de filos negros en su playa de cristal... | |
de Hugo Gutiérrez Vega en la voz de Hugo Gutiérrez Vega |
La acumulación triunfal en la mañana festiva hinche de celeste azul la blancura de la brisa ¡Florestas, giros, suspiros en islas a la deriva! Pies desnudos trazan vados entre todas las orillas que junio fomenta, verdes, liberales y garridas. Y los aros de los niños fatalmente multiplican ondas de gracia sobrante... | |
de Jorge Guillén en la voz de Adolfo Marsillach |
La adelantada fuiste tú en la tierra a sonreír desde la cuna, tú, nuestra adelantada hoy en el cielo, rica de primogenitura. Si la primera entre los diez hermanos fuiste en la cuna y en la tumba, más crecida entre todos, nos preparas en nueva casa nueva cuna. Hoy es 15 de agosto y es... | |
de Gerardo Diego en la voz de Gerardo Diego Colaboración: Eduardo Ortiz Moreno |
La alegría del pueblo Gran jugada por la extrema derecha, el balón de cuero como pegado al pie. Un drible imposible... Garrincha se hace a un lado, y en el suelo se estrella el adversario. Carcajada total, el Maracaná se estremece... Allá sigue el puntero los focos barren la luz en el césped... | |
de Carlos Marighella en la voz de Thiago de Mello |
La alondra construye con su canto topacios inalterados por el vuelo: paisajes remotos en lo inmediato El sol en los viñedos de las colinas y las últimas sombras en la tierra bajo el cielo plateado más que azul. Cristales nacidos de los 4 vientos: memorias de viajeros que no aceptan... | |
de Alberto Blanco en la voz de Alberto Blanco Música de Armando Contreras. |
La Animalía reunida eligió un día Por soberano a un burro de alquería, Y el Rey Borrico inauguró su mando Con el rebuzno del siguiente bando: Óyeme, Falderí, dijo al Faldero, Sé por hoy mi ordenanza o mensajero; Ponte la gorra... | |
de Rafael Pombo en la voz de Gloria Valencia de Castaño Colaboración: Álvaro Castaño Castillo, fundador y director de la emisora HJCK |
La aurora de Nueva York tiene cuatro columnas de cieno y un huracán de negras palomas que chapotean en las aguas podridas. La aurora de Nueva York gime por las inmensas escaleras buscando entre las aristas nardos de angustia dibujada... | |
de Federico García Lorca en la voz de Carmen Feito Maeso |
La aurora va resbalando entre espárragos trigueros. Se le ha clavado una espina en la yemita del dedo. ¡Lávalo en el río, aurora, y sécalo luego al viento! De: Marinero en... | |
de Rafael Alberti en la voz de Nuria Espert |
La bala que me hiera será bala con alma. El alma de esa bala será como sería la canción de una rosa si las flores cantaran o el olor de un topacio si las piedras olieran, o la piel de una música si nos fuese posible tocar a las canciones desnudas con las manos. Si me hiere el... | |
de Salomón de la Selva en la voz de Yolanda Blanco |
La banda gigante, como los alones de su sombrero provocador al frente, quiere romper, inaugurar lo enorme. (Lo enorme, cariñosamente, brilla). ¡La banda gigante, como las ligas gigantes, el teipe en la pelota, el batazo en lo azul un descampado de Domingo!... | |
de Fina García Marruz en la voz de Fina García Marruz |
La benedicta Virgen es estrella clamada, estrella de los mares, guïona deseada, es de los marineros en las cuitas guardada, ca quando éssa veden es la nave guiada. Es clamada, y éslo de los cielos, reína, tiemplo de jesu Christo, estrella matutina, sennora natural, pïadosa vezina, de... | |
de Gonzalo de Berceo en la voz de Dámaso Alonso, Eulalia Galvarriato, Eulalia Soldevilla, Luis Miguel y Rosalía Payno |
La Bluebonnet me preguntó: ¿Y Andrea? Yo me quedé mirándola con amarga mirada. ¿Andrea? Oh flor, oh dulce flor de cielo y humedecida tierra, ¿por qué con tu pregunta, vino al mundo esta lágrima de perfecta... | |
de Efraín Huerta en la voz de Efraín Huerta |
La cabra te va a traer un cabritillo de nieve para que juegues con él. Si te chupas el dedito, no te traerá la cabra su cabritillo. De: Marinero en... | |
de Rafael Alberti en la voz de Nuria Espert |
La cadenza en el fondo del jardín caballeros laberínticos la mano que deja caer la mierda se llena de rocío has escuchado este mismo canto en tu infancia llamados en los largos corredores I love you I hate you la avidez de la boca me ahoga Quiero Quiero Quiero morder despedazar... | |
de Rodolfo Hinostroza en la voz de Rodolfo Hinostroza |
La carga ahora contra los Palacios! ¡La carga sí contra esa crestería de mármoles varicosos, de oxidados cobres, de roídos ladrillos amarillos que aquí, sobre las escalinatas, sobre los Templos, frente al Río y a espaldas de la ciudad cuitada, ... | |
La carga ahora contra los Palacios... (El sueño de las escalinatas 8)
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de Jorge Zalamea en la voz de Jorge Zalamea Colaboración: Álvaro Castaño Castillo, fundador y director de la emisora HJCK |
La caricia es un lenguaje si tus caricias me hablan no quisiera que se callen 2 La caricia no es la copia de otra caricia lejana es una nueva versión casi siempre mejorada 3 Es la fiesta de la piel la caricia mientras dura y cuando se aleja deja sin amparo a la lujuria 4 Las caricias de los sueños... | |
de Mario Benedetti en la voz de Mario Benedetti |
La Carmen está bailando por las calles de Sevilla. Tiene blancos los cabellos y brillantes las pupilas. ¡Niñas, corred las cortinas! En su cabeza se enrosca una serpiente amarilla, y va soñando en el baile con galanes de otros días. ¡Niñas, corred las cortinas! Las calles están... | |
de Federico García Lorca en la voz de Rafael Alberti |
La carne con olor a tierra conoce la plegaria contra los mensajeros de lo irreal sombras sobre lo vivo la despiertan para que no adore la bestia ni los espectros coronados por el odio cuando habla abre un tiempo más infinito que ese que la quema amo su temblor su escalofrío ahora y... | |
de Homero Aridjis en la voz de Homero Aridjis Colaboración: Eduardo Ortiz Moreno |
La casa es mi segunda piel mi camisa grande es el hogar la hoguera el espacio junto al fuego donde el amor reúne a la pareja y reúne a la familia es el lugar donde sembramos el lugar donde hacemos verde nuestro mundo desde donde miramos la ciudad... | |
de Efraín Bartolomé por Efraín Bartolomé |
La casa me protege del frío nocturno, del sol del mediodía, de los árboles derribados, del viento de los huracanes, de las asechanzas del rayo, de los ríos desbordados, de los hombres y de las fieras. Pero la casa no me protege de la muerte. ¿Por qué rendija se cuela el aire de la... | |
de Jaime Sabines en la voz de Jaime Sabines |
La casa me protege del frío nocturno, del sol del mediodía, de los árboles derribados, del viento de los huracanes, de las asechanzas del rayo, de los ríos desbordados, de los hombres y de las fieras. Pero la casa no me protege de la muerte... | |
de Jaime Sabines por Jaime Sabines |
La cebolla es escarcha cerrada y pobre: escarcha de tus días y de mis noches. Hambre y cebolla: hielo negro y escarcha grande y redonda. En la cuna del hambre mi niño estaba. Con sangre de cebolla se amamantaba. Pero tu sangre, escarchada de azúcar, cebolla y hambre... | |
de Miguel Hernández en la voz de Nuria Espert |
La cena es el desliz es la agonía la postrera oración orgasmo y luto un cerrar de cortinas como el fruto del debe y el haber de cada día la última mirada se vacía sobre el mantel de blancos impoluto hermano de color mortaja en bruto símbolo más allá de la alegría... | |
de Griselda Álvarez Ponce de León en la voz de Griselda Álvarez Ponce de León |
La cojita está embarazada. Se mueve trabajosamente, pero qué dulce mirada mira de frente. Se le agrandaron los ojos como si su niño también le creciera en ellos pequeño y limpio. A veces se queda viendo quién sabe qué cosas que sus ojos blancos se le vuelven rosas. Anda entre toda la... | |
de Jaime Sabines en la voz de Jaime Sabines |
La cojita está embarazada. Se mueve trabajosamente, pero qué dulce mirada mira de frente. Se le agrandaron los ojos como si su niño también le creciera en ellos pequeño y limpio. A veces se queda viendo quién sabe qué cosas que sus ojos blancos se le vuelven rosas... | |
de Jaime Sabines por Jaime Sabines |
La cólera que quiebra al hombre en niños, que quiebra al niño en pájaros iguales, y el pájaro, después, en huevecillos; la cólera del pobre tiene un aceite contra dos vinagres. La cólera que al árbol quiebra en hojas, la hoja en botones desiguales y al botón, en ranuras telescópicas;... | |
de César Vallejo en la voz de Claudio Obregón |
La criatura de isla paréceme, no sé por qué, una criatura distinta. Más leve, más sutil, más sensitiva. Si es flor, no la sujeta la raíz; si es pájaro, su cuerpo deja un hueco en el viento; si es niño, juega a veces con un petrel, con una nube... La criatura de isla trasciende siempre al mar que la rodea y al que no la rodea... | |
de Dulce María Loynaz en la voz de Dulce María Loynaz |
La decadencia añade verdad, pero no halaga. Ah, la vicisitud no se cancelará, pues todo es el tiempo. Más sí su doloroso error, su poso triste. Más bien su torva imagen. su residuo imprimido: allí el horror sin máscara. Pues no es el viejo la máscara sino otra desnudez impúdica; más... | |
de Vicente Aleixandre en la voz de Vicente Aleixandre |
La dejé marcharse sola... y, sin embargo, tenía para evitar mi agonía la piedad de una pistola. ¿Por qué no morir? pensé ¿Por qué no librarme desta tortura? ¿Ya qué me resta después que ella se me fue? Pero el resabio cristiano me insinuó con voces graves: !Pobre necio, tú qué... | |
de Amado Nervo en la voz de Enrique Rambal |
La destrucción del fuego, atroz, y la del tiempo. El bosque que crepita, a sal, torturas largas. La alegría, por supuesto. El tiempo reconstruye la tiniebla. ¿Qué va a ser, si no tiempo, cada nuez en su rama, exacta, fría? Adentro de la hoja, el huracán. Hundida ya en el agua, la tormenta, ese tiempo feroz que la atosiga... | |
de Jaime Labastida en la voz de Jaime Labastida |
La dulzura de recordar el sol en la espiral del sueño y el vano poder de haber ido tan lejos. Es tan extraño perdurar, oír aún la lenta letanía de los huesos y el hechizo del mundo. Déjame ver, déjame ver: sin duda, alguien me condujo hasta aquí y se oculta, alguien cubierto de... | |
de Enrique Molina en la voz de Enrique Molina |
La dulzura, el estupro, la risa, la violencia, la sonrisa, la sangre, el cadalso, la feria. Hay un diablo demente persiguiendo a cuchillo la luz y las tinieblas. De ti me guardo un ojo en el incendio. A ti te dentelleo la cabeza. Te hago crujir los húmeros. Te sorbo el caracol que te hurga en una oreja... | |
de Rafael Alberti en la voz de Rafael Alberti |
La espalda de esta luz son esos sueños tuyos, amada, que duelen al soñarse y que hacen florecer las prímulas y azahares en tus flancos. Y caen del lecho moras de grueso jugo, cuando sueñas; y zarzarrosas crecen bajo el cojín de pluma; y tiernos gansos pican, bajo el tálamo, hierbas prodigiosas del sueño enternecido... | |
de Eduardo Lizalde en la voz de Eduardo Lizalde |
La España de charanga y pandereta, cerrado y sacristía, devota de Frascuelo y de María, de espíritu burlón y alma inquieta, ha de tener su mármol y su día, su infalible mañana y su poeta. En vano ayer engendrará un mañana vacío y por ventura pasajero. Será un joven lechuzo y... | |
de Antonio Machado en la voz de Fernando Fernán Gómez |
La esperanza de que los inéditos sean mejores aun los anónimos, no para siempre- que los éditos no nos niega, no nos hunde en lo ya hecho, en la culpa de la posibilidad cuajada, en los que murieron no leídos eso es cierto, el olvido de lo cierto-, en el vaciado de palabras que pedían manos, ojos... | |
de Eduardo Milán por Eduardo Milán |
La eternidad bien pudiera ser un río solamente, ser un caballo olvidado y el zureo de una paloma perdida. En cuanto el hombre se aleja de los hombres, viene el viento que ya le dice otras cosas, abriéndole los oídos y los ojos a otras cosas. Hoy me alejé de los hombres, y solo, en... | |
de Rafael Alberti en la voz de Rafael Alberti |
La eternidad mece, ondula, abre de par en par su túnica de viento; en el espacio de su seno esplende una constelación de luz acumulada. El Padre la detiene. Un instante mete su mano turbulenta hasta la entraña y la abre sobre la piel del mundo. Un alud de semillas caen, parpadeando... | |
de Enriqueta Ochoa en la voz de Enriqueta Ochoa |
La eternidad por fin comienza un lunes y el día siguiente apenas tiene nombre y el otro es el oscuro, al abolido. Y en él se apagan todos los murmullos y aquel rostro qua amábamos se esfuma y en vano es ya la espera, nadie viene. La eternidad ignora las costumbres, le da lo mismo rojo que azul tierno... | |
de Eliseo Diego en la voz de Eliseo Diego |
La fachada barroca detuvo en un momento, que ya es de siglos, toda su masa en movimiento. Duerme la iglesia. Duerme la plazuela tranquila. Para que no despierte la palmera vigila. La ciudad sus rumores vuelve arrullo sedeño. Una mujer de manto cruza, como un ensueño. De: Epigramas ... | |
de Enrique Díez-Canedo en la voz de Carmen Feito Maeso |
La familia sólo coincide en bodas o entierros, los parientes se reparten estrechos abrazos, retoman una conversación nunca concluida: las mismas preguntas, las mismas respuestas; como si el domingo hubieran compartido la mesa o el miércoles se prestaran el hilo dental. Nos hemos... | |
de Enzia Verduchi en la voz de Enzia Verduchi |
La flor delicada, que apenas existe una aurora, tal vez largo tiempo al ambiente le deja su olor... Mas, ¡ay!, que del alma las flores, que un atesora muriendo marchitas no dejan perfume en redor. La luz esplendente del astro fecundo del día se apaga, y sus huellas aún forman hermoso arrebol... | |
de Gertrudis Gómez de Avellaneda en la voz de Carmen Feito Maeso |
La fruta Dame ese racimo de uvas negras, niña, dame ese racimo. El antojo Una chiquita en pantalón vaquero, su boquita en francés; al sur del Ecuador la verdad es al revés. Las piernas largas, la cadera angosta, su nalguita alzada; en el Perú yo no soy nada... | |
de Alejandro Aura en la voz de Alejandro Aura |
La gente se amotina de una ventana a otra. El último sol cae en la calle como un perro. La ciudad arde, se arrastra encendida hasta la noche. ¿Cómo vas a ganarte la vida? Llaga la calle con tu alma que va rodando, pero muéstrale los dientes al plumaje del mundo. Poema proporcionado... | |
de Vilma Vargas en la voz de Vilma Vargas |
La golondrina es animal corriente, es obvia su semejanza con el torso de una mujer flaca aullando en la cama de los árboles; tocan sus plumas más ocultas las ramas con el viento; es obvia su semejanza con sus piernas, sus caderas (la línea)... | |
de Alejandro Aura en la voz de Alejandro Aura |
La gran selva dormida: gritos bramar de monos crujir de ramas leves y un silencio magnífico después Desde la fronda un billón de ojos miran el estrellado cielo: su reflejo El ancho río fluye como una vena dulce en la espesura La densa noche tropical y su vaho amoroso bajo la blanca... | |
de Efraín Bartolomé en la voz de Efraín Bartolomé |
La hierba es siempre una donde quiera vas a encontrar a la humilde agradecida tanto a un trozo de tierra corroída como a la esplendidez de una pradera la de mi calle nunca desespera cuando el sol es el sol y decidida se abriga en nieve a defender su vida la del terrible norte en primavera yo la vi renacer en Leningrado junto a los muros de un antiguo fuerte como el verdor se le estrechaba al día y al sentirla tan cerca y a mi lado vi que la tierra es una, una la suerte de aquel lugar y de la calle mía. | |
de Eliseo Diego en la voz de Eliseo Diego |
La hija del diablo se casa. No sabíamos si ir o no ir. En casa resolvieron no ir. Ella paseaba con la trenza brillando como un vidrio al sol. Vestido celeste. Y las pezuñas delicadísimas, cinceladas y de platino. Con los ojos un poco redondos, insondables, se paraba frente a cada... | |
de Marosa Di Giorgio en la voz de Marosa Di Giorgio |
La hoguera pone al campo de la tarde unas astas de ciervo enfurecido. Todo el valle se tiende. Por sus lomos, caracolea el vientecillo. El aire cristaliza bajo el humo. Ojo de gato triste y amarillo. Yo, en mis ojos, paseo por las ramas. Las ramas se pasean por el río. Llegan mis... | |
de Federico García Lorca en la voz de Rafael Alberti |
La ilusión serpentina del principio me tentaba a morderte fruto vano en mi tortura de aprendiz de magia. Luego, te fuiste por mis siete viajes con una voz distinta en cada puerto e idéntico quemarte en mi agonía. Lascivia temblorosa de las tardes de lluvia cuando tu cuerpo balbucía... | |
de Gilberto Owen en la voz de Claudio Obregón y Óscar Chávez |
La imagen del rey, por ley Lleva el papel del Estado; El niño fue fusilado Por los fusiles del rey. Festejar el santo es ley Del rey; en la fiesta santa ¡La hermana del niño canta Ante la imagen del rey! XXIX De : Ismaelillo, La edad de oro, Versos... | |
de José Martí en la voz de Carlos Muñoz |
La imagen del Señor va llegando de lejos sobre la muchedumbre la figura resalta; circuida por rayos de argentinos reflejos: se acerca sobre hombres de la intrépida Salta. Detrás, es como un río de vibrantes cortejos, los ojos en la Cruz, que el entusiasmo exalta, y ante la rendición... | |
de Marilina Rébora en la voz de Marilina Rébora |
La isla está rodeada por un mar tembloroso que algunos llaman piel. Pero es espuma. Es un mar que prolonga su blancura en el cielo como el halo de las tehuanas y los santos. Es un mar que está siempre en trance de primera comunión. Quién habitara tu veraz incendio rodeado de azucenas... | |
de Gilberto Owen en la voz de Claudio Obregón y Óscar Chávez |
la lentitud es belleza copio estas líneas ajenas respiro acepto la luz bajo el aire ralo de noviembre bajo la hierba sin color bajo el cielo cascado y gris acepto el duelo y la fiesta no he llegado no llegaré jamás en el centro de todo esta el poema intacto sol ineludible noche sin... | |
de Blanca Varela en la voz de Blanca Varela |
La llamada de mi padre, alta como un penacho de plumas y al tacto como la pringamosa de aquellos baños. ¿Recuerdas? Las aguas ferrosas que calentaban tu cuerpo tenían colores, de serpiente plana, y la tierra se había descosido en sus espacios, y llevábamos nuestra infancia como un... | |
de Rodolfo Hinostroza en la voz de Rodolfo Hinostroza |
La llovizna de abril desprendió el sueño lila que florecía en la luz de las jacarandas y ardió toda la tarde sobre el rostro gris de la calle como una tierna flama. | |
de Enriqueta Ochoa en la voz de Enriqueta Ochoa |
La lluvia está cayendo sobre los tejados. Aún no cantan los gallos. No hay gallos. No estoy en el campo. No importa: La lluvia está cayendo sobre los tejados. Ya no hay tejados a diez kilómetros a la redonda. Todo es más granítico, más duro; los muros de concreto; las calles, de asfalto; los caballos y jumentos, de hierro... | |
de Manuel Ponce en la voz de Manuel Ponce |
La lluvia pone paraguas sobre las cabezas de los ciudadanos. Las miradas se resbalan al suelo, ignorantes del equilibrio. Los hilos de las conversaciones se humedecen y quedan en las aceras sus ovillos mojados. El telégrafo sin hilo es inútil. La lluvia es un aparato Morse sobre los vidrios de las ventanas: tac, tactac, tac, tac... | |
de Alberto Hidalgo en la voz de Francisco Portillo |
La luna gira en el cielo sobre las tierras sin agua mientras el verano siembra rumores de tigre y llama. Por encima de los techos nervios de metal sonaban. Aire rizado venía con los balidos de lana. La tierra se ofrece llena de heridas cicatrizadas, o estremecida de agudos cauterios... | |
de Federico García Lorca en la voz de Pablo López del Castillo |
La luna gira en el cielo sobre las tierras sin agua mientras el verano siembra rumores de tigre y llama. Por encima de los techos nervios de metal sonaban. Aire rizado venía con los balidos de lana. La tierra se ofrece llena de heridas cicatrizadas... | |
de Federico García Lorca en la voz de Carmen Feito Maeso |
La luna reina como pocas noches. Camináis lentamente. Llevas a tu mujer como si fuera un ánfora sutil que el tacto rompe. ¿Cómo será?... ¿Será niñito el hijo? ¿Sus ojos serán grandes y expresivos? ¿Lo quieres ya sin verle? Lo quiero ya porque eres tú conmigo; porque no puede oler... | |
de José Moreno Villa en la voz de Juan Rejano |
La luna se puede tomar a cucharadas o como una cápsula cada dos horas. Es buena como hipnótico y sedante y también alivia a los que se han intoxicado de filosofía Un pedazo de luna en el bolsillo es el mejor amuleto que la pata de conejo: sirve para encontrar a quien se ama, y para... | |
de Jaime Sabines en la voz de Jaime Sabines |
La luna se puede tomar a cucharadas o como una cápsula cada dos horas. Es buena como hipnótico y sedante y también alivia a los que se han intoxicado de filosofía Un pedazo de luna en el bolsillo es el mejor amuleto que la pata de conejo: sirve para encontrar a quien se ama... | |
de Jaime Sabines por Jaime Sabines |
La luna tiene su casa. Pero no la tiene la niña negra la niña negra de Alabama. La niña negra sonríe y su sonrisa brilla como si fuera la cuchara de plata de los pobres. La luna tiene su casa. Pero la niña negra no tiene casa la niña negra la niña negra de... | |
de Efraín Huerta en la voz de Efraín Huerta |
La luna vieja reflejada sobre el pozo, yendo a pasear de la mano entre los árboles. De la mano del viento en las plegarias, entre el negro horizonte de los cardos. La luna yendo a hallar, a interrogar, a quedarse de codos en la sombra esperando su muerte y atribulada por lo que ya no... | |
de Carmen Alardín en la voz de Carmen Alardín |
La luna vino a la fragua con su polisón de nardos. El niño la mira mira. El niño la está mirando. En el aire conmovido mueve la luna sus brazos y enseña, lúbrica y pura, sus senos de duro estaño. Huye luna, luna, luna. Si vinieran los gitanos, harían con tu corazón collares y anillos... | |
de Federico García Lorca en la voz de Miguel Herrero |
La luz ciega a la luz. Olas allá, olas de luz, marejadas de luz, rocas largas de luz, granos rotos de luz que la luz, allá arriba, de un manotazo brusco aniquila y congela. El cuerpo, de las cosas, tan cercano, nos resulta visible en su perfil exacto y detenido: son ya columnas sólidas de espuma en medio de la luz, bárbara y blanca... | |
de Jaime Labastida en la voz de Jaime Labastida |
La luz del día se apaga; rosa blanca, sola y muda, entre los álamos vaga de la arboleda desnuda. Y se desliza tan leve que el pájaro, adormecido, toma su andar por ruido de hoja que la brisa mueve. Ni para ver en su ocaso al sol hermoso un instante ha detenido su paso indiferente y errante... | |
de Carolina Coronado por Carmen Feito Maeso |
La luz del día se apaga; rosa blanca, sola y muda, entre los álamos vaga de la arboleda desnuda. Y se desliza tan leve que el pájaro, adormecido, toma su andar por ruido de hoja que la brisa mueve. Ni para ver en su ocaso al sol hermoso un instante ha detenido su paso indiferente y... | |
de Carolina Coronado en la voz de Gemma Cuervo |
La luz devasta las alturas Manadas de imperios en derrota El ojo retrocede cercado de reflejos Países vastos como el insomnio Pedregales de hueso Otoño sin confines Alza la sed sus invisibles surtidores Un último pirú predica en el desierto Cierra los ojos y oye... | |
de Octavio Paz en la voz de Octavio Paz Colaboración: Eduardo Ortiz Moreno |
La luz mala se ha avecinado y nada es cierto. Y si pienso en todo lo que leí acerca del espíritu... Cerré los ojos, vi cuerpos luminosos que giraban en la niebla, en el lugar de las ambiguas vecindades. No temas, nada te sobrevendrá, ya no hay violadores de tumbas. El silencio, el... | |
de Alejandra Pizarnik en la voz de Ingrid Pelicori Colaboración: Alejandra Correa |
La luz mala se ha avecinado y nada es cierto. Y si pienso en todo lo que leí acerca del espíritu... Cerré los ojos, vi cuerpos luminosos que giraban en la niebla, en el lugar de las ambiguas vecindades. No temas, nada te sobrevendrá, ya no hay violadores de tumbas... | |
de Alejandra Pizarnik en la voz de Carmen Feito Maeso |
La luz se va con el tren silbando, enrollada en humo, apenas si en las colinas unta un brillo. ¡Ay! Y nos vamos pensando lejos, con el tren silbando, sin movernos ni cansarnos. ¡Ay! Y nos vamos pensando sin volver adonde estamos. Se mueve en el cielo un aire cenizo, lento. Se mueve... | |
de Xavier Villaurrutia en la voz de Alberto Dallal |
La luz vaga... opaco el día, la llovizna cae y moja con sus hilos penetrantes la ciudad desierta y fría; por el aire tenebroso ignorada mano arroja un oscuro velo opaco de letal melancolía, y no hay nadie que, en lo íntimo, no se aquiete y se recoja al mirar las nieblas grises de la... | |
de José Asunción Silva en la voz de Alvaro Mutis |
La madre es el mamut. Desaparece en la noche del tiempo. Pero de noche aparece el mamut mujer de coitos por ejemplo. Que emboca vulva al miembro y enarca la testuz. Tú tú tú tú. De: La inquietante... | |
de Armando Uribe Arce en la voz de Armando Uribe Arce Colaboración: Rodrigo Gonçalves |
La madre es el mamut. Desaparece en la noche del tiempo. Pero de noche aparece el mamut mujer de coitos por ejemplo. Que emboca vulva al miembro y enarca la testuz. Tú tú tú tú... | |
de Armando Uribe Arce por Armando Uribe Arce |
La madrugada en que los gallos se volvieron locos y la Torre de Pisa fue mutilada por cantar cantares de Ezra Pound. La noche en que los gatos desollados vivos por el celo arañaban el aire del tejado y el amante de la adúltera abandonaba el lecho tibio para que el engañado descansara... | |
de Víctor Sandoval en la voz de Víctor Sandoval |
La mamadre viene por ahí, con zuecos de madera. Anoche sopló el viento del polo, se rompieron los tejados, se cayeron los muros y los puentes, aulló la noche entera con sus pumas, y ahora, en la mañana de sol helado, llega mi mamadre, doña Trinidad Marverde, dulce como la tímida... | |
de Pablo Neruda en la voz de Ricardo de la Castilleja |
La mañana de Santiago está nublada de blanco y gris, como guardada en algodón. Todos se han ido a misa. Nos hemos quedado en el jardín los gorriones, Platero y yo. ¡Los gorriones! Bajo las redondas nubes, que, a veces, llueven unas gotas finas, ¡cómo entran y salen en la enredadera,... | |
de Juan Ramón Jiménez en la voz de Laura Castanedo Música: Mario Castelnuovo-Tedesco Arreglos y guitarra: Alberto Ubach |
La mañana desnuda, el diamante purísimo del día Vale más despertar. Las caravanas de los mercaderes, los pescados resbalando otra vez hacia el mar. En larguísimos carros, cubiertos de deseos, veo pasar a los pobres de espíritu y a los pobres de palabra y de solemnidad... | |
de José Ángel Valente en la voz de José Crespo |
La mañana pálida de París crece sobre mis hombros después de la noche larga mi amor esta brisa Las hojas color de miel del otoño deslizándose por las calles en las aceras las hojas del otoño sobre la cabeza de los mendigos Aún duermen una mujer se ha levantado ha recogido una boina... | |
de Fayad Jamís en la voz de Fayad Jamís |
La mancha trágica de tus cabellos, encarna un mar fascinante y entenebrecido. Albea tu frente magnífica, escrita de surcos, y tus sienes como dos azucenas puras. Tus cejas y tus pestañas interrogadoras recogen la esmeralda enferma de tus ojos. Se destaca en la oscuridad del fondo tu nariz de águila meditativa... | |
de Winétt de Rokha en la voz de Conchita Fernández |
La mano del amor es grave. Se ha espesado la carne de una savia de tiempo; el curso de los días ha ensanchado su cauce. Pero de paz cargada abriga y pesa la lenta mano calurosa. La mujer mira al hombre padecer por el hijo, y florece. De: Anagnórisis | |
de Tomás Segovia en la voz de Tomás Segovia |
La mano que ahora contemplamos se pierde entre sus dedos tan enhuesados sí de propias suciedades y escamas desprendiéndose. Se pierde se espirala se ensimisma se busca al recorrer con dedos imparablesuna esfera de barro imperfecto: ah la carne cotidiana metida en sus movidos y frágiles pellejos pasando y repasandolas sustancias sensuales de la tierra... | |
de Saúl Ibargoyen en la voz de Saúl Ibargoyen |
La mar del Puerto viene negra y se va. ¿Sabes adónde va? ¡No lo sé yo! De blanco, azul y verde, vuelve y se va. ¿Sabes adónde va? ¡Sí lo sé yo! De: Marinero en... | |
de Rafael Alberti en la voz de Nuria Espert |
La mar no tiene naranjas. ni Sevilla tiene amor. Morena, qué luz de fuego. Préstame tu quitasol. Me pondrá la cara verde, zumo de lima y limón , tus palabras, pececillos nadarán alrededor. La mar no tiene naranjas. Ay, amor. ¡Ni Sevilla tiene amor! De:... | |
de Federico García Lorca en la voz de Rafael Alberti |
La materia del canto es la memoria, no lo que viste, pues el ciego entonces no cantaría jamás. Y no es lo que escuchaste, pues el sordo no hubiera escrito dolorosamente aquella sinfonía con los coros que hacen estremecer tu corazón. Y el tacto, que es efímero, decide trasladar a la memoria lo que ha convenido que se toca... | |
de Eduardo Langagne en la voz de Eduardo Langagne |
La memoria es una piel que tu recuerdo llaga, una herida de torpe geometría, es una carne, un nervio vivos. Lacera memoria donde el fuego es la violenta agua apaciguada. Miro así tu jadeo, en ese mar, en esas olas me hundo. Que hermosa sed que nunca más se sacia, que agua: no apagas... | |
de Jaime Labastida en la voz de Jaime Labastida |
La memoria está oscura. Donde el humo dispersa su ceniza, retroceden las horas. Un cangrejo de polvo se reúne en la muerte. El sol se despedaza contra el piso. II El recuerdo es una huella complicada. Se persigue en círculos. Enloquece como un hombre en llamas. III El recuerdo canta... | |
de Eduardo Langagne en la voz de Eduardo Langagne |
La mesa, hijo, está tendida, en blancura quieta de nata, y en cuatro muros azulea, dando relumbres, la cerámica. Esta es la sal, éste el aceite y al centro el Pan que casi habla. Oro más lindo que oro del Pan no está ni en fruta ni en retama, y da su olor de espiga y horno una dicha... | |
de Gabriela Mistral en la voz de Gabriela Mistral |
La mirada interior se despliega y un mundo de vértigo y llama nace bajo la frente del que sueña: soles azules, verdes remolinos, picos de luz que abren astros como granadas, tornasol solitario, ojo de oro girando en el centro de una explanada calcinada, bosques de cristal de sonido,... | |
de Octavio Paz en la voz de Octavio Paz |
La muchacha del óleo me ha mirado de su pincel renazco sin saberlo dos manchas sobre el lienzo tinta negra. El pincel es mi dedo dibujado en su espalda su dedo en mi nariz la caricia en la nuca. El lienzo es esta cama y la ciudad entera corazón que se abre sin confianza blanco y... | |
de Odette Alonso en la voz de Odette Alonso |
La muerte bajo el agua y la noche navega lentamente. Herida va mi sangre, más ligera que el sueño y el despertar sediento del inicial recuerdo. Una mortal navegación a oscuras, marítimo dolor, cristal amargo; un estar descendiendo sin encontrarse asido, como un río que fuera de los... | |
de Alí Chumacero en la voz de Alí Chumacero |
La muerte despiadada no hace excepciones: uno por uno nos recoge del suelo en que vagamos como hormigones negros -cuando menos pensamos pero en nada pensamos- cuando nos llega el turno despiadada nos coge con sus pinzas de fierro nos traslada al lugar de nuestro entierro. La... | |
de Armando Uribe Arce en la voz de Armando Uribe Arce Colaboración: Rodrigo Gonçalves |
La muerte despiadada no hace excepciones: uno por uno nos recoge del suelo en que vagamos como hormigones negros -cuando menos pensamos pero en nada pensamos- cuando nos llega el turno despiadada nos coge con sus pinzas de fierro nos traslada al lugar de nuestro entierro... | |
de Armando Uribe Arce por Armando Uribe Arce |
La muerte es esa pequeña jarra, con flores pintadas a mano, que hay en todas las casas y que uno jamás se detiene a ver. La muerte es ese pequeño animal que ha cruzado el patio, y del que nos consuela la ilusión, sentida como un soplo, de que es sólo el gato de la casa, el gato de... | |
de Eliseo Diego en la voz de Eliseo Diego |
La muerte es esa pequeña jarra, con flores pintadas a mano, que hay en todas las casas y que uno jamás se detiene a ver. La muerte es ese pequeño animal que ha cruzado el patio, y del que nos consuela la ilusión, sentida como un soplo, de que es sólo el gato de la casa... | |
de Eliseo Diego por Darío Grandinetti |
La muerte es sólo un niño de cara triste un niño sin motivo sin miedo sin fervor un pobre niño viejo que se parece a Dios. A veces sin embargo es tan sólo un silencio sin pasado sin molde sin olor un silencio en que ladran los perros esos perros y uno se pregunta quiénes son... | |
de Mario Benedetti en la voz de Milagros de la Vega |
La muerte llega con su mano suave a cerrarle los ojos, a darle palmadas en la espalda al pobre para que se duerma. La muerte llega a aligerar cargas, a apresurar días,a terminar ciertos asuntos, a detener pasos. Llega la muerte y el cuerpo sonríe... | |
de Julio Torres Recinos en la voz de Julio Torres Recinos |
La muerte llega con su mano suave a cerrarle los ojos, a darle palmadas en la espalda al pobre para que se duerma. La muerte llega a aligerar cargas, a apresurar días,a terminar ciertos asuntos, a detener pasos. Llega la muerte y el cuerpo sonríe... | |
de Julio Torres Recinos por Julio Torres Recinos |
La muerte no es un viaje, es un regreso. No es partir a región desconocida. Es volver al origen de la vida, patria de carne y polvo, sangre y hueso. Por eso no me aterrará, por eso llegaré a su rivera presentida como quien entra a tierra conocida buscando amor y sal, abrazo y beso... | |
de Andrés Holguín en la voz de Marcelo Cejas |
la muerte se escribe sola una raya negra es una raya blanca el sol es un agujero en el cielo la plenitud del ojo fatigado cabrío aprender a ver en el doblez entresaca espulga trilla estrella casa alga madre madera mar se escriben solos en el hollín de la almohada trozo de pan en el... | |
de Blanca Varela en la voz de Blanca Varela |
La muerte siempre trae una cámara en las manos. Dentro de ella gira, sin misericordia, un rosario donde cada cuenta es el centro de un sistema solar. La muerte se regocija cuando, vestidos de arlequines, Posamos junto al retrete en un rincón del patio. Pero ella oculta su ropaje de monstruo... | |
de Francisco Hernández por Francisco Hernández |
La muerte toma siempre la forma de la alcoba que nos contiene. Es cóncava y oscura y tibia y silenciosa, se pliega en las cortinas en que anida la sombra, es dura en el espejo y tensa y congelada, profunda en las almohadas y, en las sábanas, blanca. Los dos sabemos que la muerte toma... | |
de Xavier Villaurrutia en la voz de Alberto Dallal |
La Muerte! Allí se agota todo esfuerzo, allí sucumbe toda voluntad. ¡La Muerte! ¡Lo que ayer fue nuestro Todo hoy solo es nuestra Nada!... ¡Eternidad! ¡Silencio! El máximo silencio que es posible encontrar. ¡Silencio!...!Ultrasilencio, y no más! ... | |
de Amado Nervo en la voz de Enrique Rambal |
La mujer enviejada se mueve adentro de su túnica y sus paños pintados con el color de la luz que está detrás de la luz. Dos manos se desprenden de la imagen que los vapores del fulgente aire multiplican y deshacen. Y los dedos estiran sus uñas coagulosas hasta el impuro blancor de la gallina... | |
de Saúl Ibargoyen en la voz de Saúl Ibargoyen |
La mujer gorda venía delante arrancando las raíces y mojando el pergamino de los tambores la mujer gorda que vuelve del revés los pulpos agonizantes. La mujer gorda, enemiga de la luna, corría por las calles y los pisos deshabitados y dejaba por los rincones pequeñas calaveras de... | |
Paisaje de la multitud que vomita (Anochecer en Coney Island)
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de Federico García Lorca en la voz de Laura Castanedo Música: Carlos Chávez Arreglos y guitarra: Alberto Ubach |
La mujer imposible, la mujer de dos metros de estatura, la señora de mármol de Carrara que no fuma ni bebe, la mujer que no quiere desnudarse por temor a quedar embarazada, la vestal intocable que no quiere ser madre de familia, la mujer que respira por la boca, la mujer que camina... | |
de Nicanor Parra en la voz de Pablo López del Castillo |
La mujer que gira en la pista del circo, asida de los cabellos, pendiente de una soga, es una flor en cuyo vértigo los pensamientos desaparecen. La mujer que gira no existe mientras gira como las aspas del cielo claro en la carpa un poco sucia por el sol, el aroma la distingue... | |
de Mario Romero en la voz de Conchita Fernández |
La mujer que tiene los pies hermosos nunca podrá ser fea mansa suele subirle la belleza por totillos pantorrillas y muslos demorarse en el pubis que siempre ha estado más allá de todo canon rodear el ombligo como a uno de esos timbres que si se les presiona tocan para elisa... | |
de Mario Benedetti en la voz de Mario Benedetti |
La música de Bach mueve cortinas en la mañana triste, y un viento con amores se desliza en las calles y en los corazones. Nadie sabe por qué pero se alegran las sombras y los hombres como si Dios hubiese descendido a fecundarlos y en el asfalto espigas de oro florecieran. En el día... | |
de Jaime Sabines en la voz de Jaime Sabines |
La música traiciona el sentimiento, Delia, en tus ojos, tan divinamente que hacen su noche oscura transparente de sobrenatural entendimiento. Los astros, que armonioso movimiento rige, mintiendo amor, calladamente, buscan en tu mirada el aparente reflejo a su encendido pensamiento... | |
de José Bergamín en la voz de Juan Rejano |
La niña a quien dijo el ángel que estaba de gracia llena, cuando de ser de Dios madre le trujo tan altas nuevas, ya le mira en un pesebre llorando lágrimas tiernas, que obligándose a ser hombre también se obligó a sus penas. ¿Qué tenéis, dulce Jesús? le dice la niña bella , ¿tan... | |
de Félix Lope de Vega en la voz de Gabriel Sotres y Susana Francis |
La niña rosa, sentada. Sobre su falda, como una flor, abierto, un atlas. ¡Cómo la miraba yo viajar, desde mi balcón! Su dedo, blanco velero, desde las islas Canarias iba a morir al mar Negro. ¡Cómo lo miraba yo morir, desde mi balcón! La niña, rosa sentada. Sobre su falda, como una... | |
de Rafael Alberti en la voz de Nuria Espert |
La noche asesina sus pulpos frente a ti. Mientras tú, inerme, impávido, impotente, utilizas únicamente su tinta para escribir las letras del día que vendrá... | |
de Carmen Alardín en la voz de Carmen Alardín |
la noche bebió vino y bailó desnuda entre los huesos de la niebla. Los muertos no emiten señales de ninguna suerte. Mala suerte y paciencia, puesto que la vida es un lapso de aprendizaje musical del silencio. Sonríe y yo soy una minúscula marioneta rosa con un paraguas triste... | |
de Alejandra Pizarnik por Ariadna Gil y Darío Grandinetti |
La noche cae, brumosa ya y morada. Vagas claridades malvas y verdes perduran tras la torre de la iglesia. El camino sube, lleno de sombras, de cansancio y de anhelo. De pronto, un hombre oscuro, con una gorra y un pincho, roja un instante la cara fea por la luz del cigarro, baja a... | |
de Juan Ramón Jiménez en la voz de Laura Castanedo Música: Mario Castelnuovo-Tedesco Arreglos y guitarra: Alberto Ubach |
La noche de mi primera reunión de célula llovía mi manera de chorrear fue muy aplaudida por cuatro o cinco personajes del dominio de Goya todo el mundo ahí parecía levemente aburrido tal vez de la persecución y hasta de la tortura diariamente soñada. Fundadores de confederaciones y de huelgas... | |
de Roque Dalton en la voz de Julio Cortázar |
La noche del olvido me está esperando, abierta, quiere acoger mi sombra como una inmensa tumba. Su aliento me aproxima no sé qué enervadora fragancia y siento el roce de su aterida forma cual si el borde de un ala monstruosa, invisible pasara desgarrando la piel de mis sentidos. No... | |
de Juan Rejano en la voz de Juan Rejano |
La noche en que peleó Arturo Godoy ¿te acuerdas? Izquierda Godoy-derecha de Joe con la oreja pegada al receptor: izquierda-derecha ¡pégale carajo! las cuatro radios del pueblo amanecieron encendidas esa noche. Golpe al mentón ¡eso es! nunca se ha arriado la bandera ( agáchate... | |
de Floridor Pérez en la voz de Floridor Pérez Colaboración: Rodrigo Gonçalves |
La noche en que peleó Arturo Godoy ¿te acuerdas? Izquierda Godoy-derecha de Joe con la oreja pegada al receptor: izquierda-derecha ¡pégale carajo! las cuatro radios del pueblo amanecieron encendidas esa noche. Golpe al mentón ¡eso es! nunca se ha arriado la bandera (agáchate Godoy)... | |
de Floridor Pérez por Floridor Pérez |
La noche es mi reino, y en la noche las almas, al sumergirse en el profundo mar del sueño, entre sus sombras, exploran la verdad de su vida, como los submarinos al sumergirse bajo las aguas turbulentas observan más seguros la ruta de los barcos sobre ellas navegantes. Y en este reino de... | |
de Jacinto Benavente por Jacinto Benavente |
La noche es mi reino, y en la noche las almas, al sumergirse en el profundo mar del sueño, entre sus sombras, exploran la verdad de su vida, como los submarinos al sumergirse bajo las aguas turbulentas observan más seguros la ruta de los barcos sobre ellas navegantes. Y en este reino... | |
de Jacinto Benavente en la voz de Jacinto Benavente Colaboración: Eduardo Ortiz Moreno |
La noche llena todos los arroyos las ramas inclinadas y la arboleda misma la bestia cintilante la piel que la luz hace oír el amarillo múltiple que brota en línea organizada el quieto ruido verde sembrado de rápida existencia el rayo fijo sobre cada lomo la huella de la garra que en... | |
de Homero Aridjis en la voz de Homero Aridjis Colaboración: Eduardo Ortiz Moreno |
La noche morada sueña sobre el mar; la voz de los pescadores mojada en el mar; sale la luna chorreando del mar. El negro mar. Por entre la noche un son, desemboca en la bahía; por entre la noche un son. Los barcos lo ven pasar, por entre la noche un son, encendiendo el agua fría. Por... | |
de Nicolás Guillén en la voz de Carmen Montejo |
La noche no quiere venir para que tú no vengas, ni yo pueda ir. Pero yo iré, aunque un sol de alacranes me coma la sien. Pero tú vendrás con la lengua quemada por la lluvia de sal. El día no quiere venir para que tú no vengas, ni yo pueda ir... | |
Gacela del amor desesperado y El poeta pide a su amor que le escriba
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de Federico García Lorca en la voz de Carmen Feito Maeso y Francisco Portillo |
La noche pozo suave y atorado de sueños soporta aun la cuota de otro y la rebasa. La noche que es eterna que ignora el sol y el bárbaro simulacro del día que perdura intocada. Su tinta como un ácido destruye las miserias... | |
de Idea Vilariño en la voz de Idea Vilariño |
La noche que guardas en la mano, la noche que abres para acariciarme, me cubre como un manto navegable. * Voy hacia ti, lentamente. En la noche, el brillo de tus ojos me conduce. Veo tu rostro en ese sueño. Veo tu sonrisa. Me dices algo que no entiendo. Te ríes. Entonces me lo explicas... | |
de Alberto Ruy Sánchez en la voz de Alberto Ruy Sánchez |
La noche se repliega los espejos se evaporan los cuerpos extienden sus fronteras gemelas para encontrarse en la gran confusión del sueño. Nadie daría un beso si no se quemara los labios... | |
de Jorge Meretta por Jorge Meretta |
La noche tiene un nido y el nido una estrella abre su broche. Sella la boca y el oído. Por amor ha extendido su dorada centella cauda nupcial. Es ella y su amor encendido. Voy por una mentira de cielo, mar y mundo, náufrago. Calla y mira. Voy por una batalla de odio furibundo muriendo. Mira y calla... | |
de Manuel Ponce en la voz de Manuel Ponce |
La noche volvió otra vez, La Sombra; aunque ya habían pasado cien años, bien la reconocimos. Pasó el jardín, violetas, el dormitorio, la cocina; rodeó las dulceras, los platos blancos como huesos, las dulceras con olor a rosa. Tomó al dormitorio, interrumpió el amor, los abrazos; los... | |
de Marosa Di Giorgio en la voz de Marosa Di Giorgio |
La noche, perseguida, se entró por mi ventana: Méteme por tus ojos, escóndeme en tu olvido; aun tu cuerpo, entreabierto, puede muy bien guardarme, antes de que se entregue al cerrado abandono que ya está desciñendo tu ardiente vestidura. Antes de que en el sueño sin voluntad de... | |
de Emilio Prados en la voz de Juan Rejano |
La noche, reina negra, desciende hasta sus mares. Para el baño la ornaron sus doncellas. En sus pechos de sombra luminosos collares. En sus crespos cabellos un enjambre de estrellas. De: Epigramas americanos | |
de Enrique Díez-Canedo en la voz de Carmen Feito Maeso |
La oda tropical a cuatro voces ha de llegar sentada en la mecida que amarró la guirnalda de la orquídea. Vendrá del Sur, del Este y del Oeste, del Norte avión, del Centro que culmina la pirámide trunca de mi vida. Yo quiero arder mis pies en los braseros de la angustia más sola, para salir desnudo hacia el poema... | |
de Carlos Pellicer en la voz de Carlos Pellicer |
La ola de Dios del mar de Dios azota. En la playa de Dios, clavado, hundido, hijo y padre de Dios, migaja suya, azotado y cansado y malherido. JAIME SABINES I Aquí estaban los muertos dijo mi padre y el rugido del viento... | |
de Juan Domingo Argüelles en la voz de Juan Domingo Argüelles |
La oveja es el símbolo de la inocencia por su blancura y mansedumbre, y nada le gusta tanto como la compañía de los que son inocentes como ella. Ada tiene una preciosa ovejita que es su compañera de juego y de paseo; siempre andan juntas... | |
de Rafael Pombo en la voz de Gloria Valencia de Castaño Colaboración: Álvaro Castaño Castillo, fundador y director de la emisora HJCK |
La página me aguarda blancamente encendida y su páramo incierto crecerá con mi sombra. Acaso un texto ubicuo de artificios escombra mi doble laberinto de incorpórea salida. Libro con la memoria una letal partida que comenzó en la noche inmemorial que asombra... | |
de Fernando Sánchez Mayans en la voz de Fernando Sánchez Mayans |
La página. El espejo. Nombres de una partida o metáforas puras al evocar la sombra. Mortales laberintos que el visionario escombra para escribir la línea sin pupilas leída. Mitología de lenguas en su memoria urdida vagando entre los siglos para sólo un instante... | |
de Fernando Sánchez Mayans en la voz de Fernando Sánchez Mayans |
La palabra interior, no vista ni victoriosa, sin distancia ni comienzo, suspendida en su pérdida ante los ojos. Todos los ojos están fijos en las cosas del mundo, los pájaros incluso. Pero incluso tiene algo secreto que la guarda, mira hacia adentro, la mira: está siendo mirada por... | |
de Eduardo Milán en la voz de Eduardo Milán |
La parte de sí que hay en el no y la parte de no que hay en el sí se separan a veces de sus cauces y se unen en otro que ya no es sí ni no. Por ese cauce corre el río de los cristales más despiertos. De: Poesía Vertical VIII -... | |
de Roberto Juarroz en la voz de Roberto Juarroz Colaboración: Alejandra Correa |
La piedra es una frente donde los sueños gimen sin tener agua curva ni cipreses helados, La piedra es una espalda para llevar al tiempo con árboles de lágrimas y cintas y planetas. Yo he visto lluvias grises hacia las olas levantando sus tiernos brazos acribillados, para no ser... | |
de Federico García Lorca en la voz de Carmen Feito Maeso |
La piedra no se mueve. En su lugar exacto permanece. Su fealdad está allí, en medio del camino, donde todos tropiecen y es, como el corazón que no se entrega, volumen de la muerte. Sólo el que ve se goza con el orden que la piedra sostiene. Sólo en el ojo puro del que ve su ser se... | |
de Rosario Castellanos en la voz de Carmen Farías |
La pobreza ajena me basta para sentirme pobre; la mía no me basta. De: Voces | |
de Antonio Porchia en la voz de Antonio Porchia Colaboración: Alejandra Correa |
La poesía me hizo suya en un lecho de arena y hojas blancas lamidas por la brisa con un sol rojo enardecido con una luna abandonada Y fue mi sangre Fue mi piel Mi propia sombra La poesía fue mis alas hacia la libertad De : Mortal in... | |
de Marita Troiano en la voz de Marita Troiano |
La primavera besaba suavemente la arboleda, y el verde nuevo brotaba como una verde humareda. Las nubes iban pasando sobre el campo juvenil... Yo vi en las hojas temblando las frescas lluvias de abril. Bajo ese almendro florido, todo cargado de flor recordé , yo he maldecido mi... | |
de Antonio Machado en la voz de Fernando Fernán Gómez |
La primavera, dices, y escojo madreselvas, geranios y begonias. A casa vuelves con los pies mojados, la falda llena de guisazos ásperos. Begonias sin olor en los cabellos y entre las manos, romerillo y malvas. Dices, el aire, y cierro las ventanas... | |
de Pablo Armando Fernández por Pablo Armando Fernández |
La primera a duras penas se acerca el de la voz al pozo se asoma se abisma el alma pierde pie y cae como un idiota la ley clama sus fueros y esa no materia que hablaba se alebresta le da envidia que el sol salga tan recio haya música... | |
de Alejandro Aura en la voz de Alejandro Aura |
La primera noche que pasé fuera de casa me quedé leyendo hasta ver fantasmas entre ellos estaba el fantasma del amor los años pasan comedidos y azarosos y se van descontando como uvas del racimo de modo que el esqueleto del tiempo sarmentoso... | |
de Alejandro Aura en la voz de Alejandro Aura |
La primera vez no te conocí. La segunda, sí. Dime si el aire te lo dice. Mañanita fría yo me puse triste, y luego me entraron ganas de reírme. No te conocí. Sí me conociste. Sí te conocí. No me conociste. Ahora entre los dos se alarga impasible, un mes, como un biombo de días grises... | |
de Federico García Lorca en la voz de Rafael Alberti |
La princesa está triste... ¿Qué tendrá la princesa? Los suspiros se escapan de su boca de fresa, que ha perdido la risa, que ha perdido el color. La princesa está pálida en su silla de oro, está mudo el teclado de su clave sonoro; y en un vaso olvidada se desmaya una flor. El... | |
de Rubén Darío en la voz de Nuria del Saz |
La princesa está triste... ¿Qué tendrá la princesa? Los suspiros se escapan de su boca de fresa, que ha perdido la risa, que ha perdido el color. La princesa está pálida en su silla de oro; está mudo el teclado de su clave sonoro, y en vano, olvidada, se desmaya una flor... | |
de Rubén Darío en la voz de Gemma Cuervo |
La procesión del entierro en las calles de la ciudad es ominosamente patética. Detrás del carro que lleva el cadáver, va el autobús, o los autobuses negros, con los dolientes, familiares y amigos. Las dos o tres personas llorosas, a quienes de verdad les duele, son ultrajadas por los cláxones vecinos... | |
de Jaime Sabines por Jaime Sabines |
La procesión del entierro en las calles de la ciudad es ominosamente patética. Detrás del carro que lleva el cadáver, va el autobús, o los autobuses negros, con los dolientes, familiares y amigos. Las dos o tres personas llorosas, a quienes de verdad les duele, son ultrajadas por los... | |
de Jaime Sabines en la voz de Jaime Sabines |
La promesa El prólogo de las Vírgenes se terminó en una noche. Dios, sin tinta ni papel, le dio cuerpo cimbreante de voces, y todos sus caracteres de fuego tres veces joven quedaron en la serpiente y dos malogrados dioses. Porque podéis, si queréis, comprender, aguas salobres, repasad, a los principios... | |
de Manuel Ponce en la voz de Manuel Ponce |
La prosa es bella —dicen los lectores—. La poesía es tediosa: no hay en ella argumento, ni sexo, ni aventura, ni paisajes, ni drama, ni humorismo, ni cuadros de la época. Eso quiere decir que los lectores tampoco entienden la prosa... | |
de Eduardo Lizalde por Eduardo Lizalde |
La pura letra del mar despierta el alma el cuerpo duerme todavía único tono el agua contra el agua instrumento cortante el viento pulsa el instante son uno ahora mar y viento no hay reposo sólo el bélico dúo amoroso de vida entrecortada de párpados cerrados y venas que se agitan... | |
de Blanca Varela en la voz de Blanca Varela |
La que ayer fue mi querida va sola entre los cantuesos. Tras ella, una mariposa y un saltamonte guerrero. Tres veredas: Mi querida, la del centro. La mariposa, la izquierda. Y el saltamonte guerrero, saltando, por la derecha. De: Marinero en... | |
de Rafael Alberti en la voz de Nuria Espert |
La quietud sujetó con recia mano al pobre perro inquieto, y para siempre fiel se acostó en su madre piadosa tierra. Sus ojos mansos no clavará en los míos con la tristeza de faltarle el habla; no lamerá mi mano ni en mi regazo su cabeza fina reposará. Y ahora, ¿en qué sueñas? ¿dónde... | |
de Miguel de Unamuno en la voz de Ana María Noé |
La racha canta la racha canta el huracanado viento en los batientes de la ventana: el golpe es verde, verde y cruje la corteza del árbol del jardín, crujen las dos blancas mecedores junto al aljibe llenándose, el agua del viento huracanado es impensable... | |
de José Kozer por José Kozer |
La raza blanca la raza negra la raza roja la raza amarilla: yo sólo conozco la raza violeta y la raza verde y la raza de tu lengua que descifra el agua y el fuego Seré rico tú sabes con la miseria y el hambre que hace correr los ríos rico de errores de desollado y de piedra sobre... | |
de Enrique Molina en la voz de Enrique Molina |
La rebelde aproximación de los cuerpos no es una extraña coincidencia. Algo fluye en los líquidos celestes, en un vano intento por restaurar el orden perdido. En las madrigueras fluviales quien pierde en un minuto de su vida, el terror obsceno por las sanas costumbres ha salvado a un... | |
de Luis Raúl Calvo en la voz de Luis Raúl Calvo |
La renovada muerte de la noche en la que ya no nos queda sino la breve luz de la conciencia y tendernos al lado de los libros de donde las palabras escaparon sin fuga, crucificadas en mi mano, y en esta cripta de familia en la que existe en cada espejo y en cada sitio la evidencia... | |
de Salvador Novo en la voz de Salvador Novo |
La rosa es una rosa es una rosa. Tu boca es una rosa es una boca. La rosa, roja y rosa, me provoca: Se me antoja una boca temblorosa. La roja, roja sangre rencorosa de la rosa, que quema lo que toca, de tu boca de rosa se desboca y me moja la boca, ponzoñosa. La pena, pena roja de mi... | |
de Fernando del Paso en la voz de Fernando del Paso |
La rosa no buscaba la aurora: casi eterna en su ramo, buscaba otra cosa. La rosa, no buscaba ni ciencia ni sombra: confín de carne y sueño, buscaba otra cosa. La rosa, no buscaba la rosa. Inmóvil por el cielo buscaba otra cosa. De: Diwan del... | |
de Federico García Lorca en la voz de Rafael Alberti |
La rosa no viene a mi poema, viene la espina de la rosa. Pero no llega hasta el papel la espina, se clava en la palma de la mano de Rainer María Rilke. De ahí brota una gota de sangre y se escurre a mi poema una mínima rosa... | |
de Eduardo Langagne en la voz de Eduardo Langagne |
La rosa sola en la noche, Más pálida que ninguna Y nadie sabe por qué, Misteriosamente, alumbra. La rosa fina en el viento, La rosa erguida y eterna, Tan sola como una muerta Sobre su cama de piedra. No veo más que la rosa... | |
de Juana de Ibarbourou en la voz de Iris Marga |
La sangre quiere sentarse. Le han robado su razón de amor. Ausencia desnuda. Me deliro, me desplumo. ¿Qué diría el mundo si Dios lo hubiera abandonado así? II Sin ti el sol cae como un muerto abandonado. Sin ti me tomo en mis brazos y me llevo a la vida a mendigar fervor... | |
de Alejandra Pizarnik por Ariadna Gil y Darío Grandinetti |
La sed te seca y el afán te moja; por el poder hilvanas la fatiga y en la punta de flecha el beso hormiga donde enciende la sangre su luz roja. Pistilo de una flor que se deshoja, en la tibia penumbra que te abriga el verbo va medido y se prodiga solo por conseguir lo que se antoja... | |
de Griselda Álvarez Ponce de León en la voz de Griselda Álvarez Ponce de León |
La señorita del abanico, va por el puente del fresco río. Los caballeros con sus levitas, miran el puente sin barandillas. La señorita del abanico y los volantes, busca marido. Los caballeros están casados, con altas rubias de idioma blanco. Los grillos cantan por el Oeste... | |
de Federico García Lorca en la voz de Rafael Alberti |
La señorita del abanico, va por el puente del fresco río. Los caballeros con sus levitas, miran el puente sin barandillas. La señorita del abanico y los volantes, busca marido. Los caballeros están casados, con altas rubias de idioma blanco. Los grillos cantan por el Oeste... | |
de Federico García Lorca en la voz de Rafael Alberti |
La silla blanca con sus huesos descansa en el jardín. Los pinares se encienden cerca de otras playas. Ningún árbol camina hasta las raíces de aquí. Una mujer y un hombre con cada pie traspasan el asfalto las piedras y tocan un terregal de costras coaguladas. La tenue violencia de aquel colibrí... | |
de Saúl Ibargoyen en la voz de Saúl Ibargoyen |
La tabaquera de mi tío Jacinto: de aquel mi tío abuelo a quien yo conocí de rapazuelo... Tabaquera que encontrarme suelo junto al estuche de peluche y broche que enmarca una belleza de mujer, en el azogue viejo de un primitivo Daguer grabado sobre un espejo. Tabaquera de negra goma... | |
de Francisco González Léon en la voz de Hugo Gutiérrez Vega |
La tarde bajaba por esa calle junto al puerto Con paso lento, balanceándose, llena de olor, Las viejas casas palidecen en tardes como ésta, Nunca es mayor su harapienta melancolía Ni andan más tristes de paredes, En las profundas escaleras brillan fosforescencias... | |
de Juan Gelman en la voz de Juan Gelman |
La tarde parece andar morosa en el Torreón del Monje luego un lago lejos lujo del verano en el rosal solitario calle abajo varilla de ámbar encendida por el mar cercano y rumoroso y arriba vaho y vida entre los músculos olor salobre áspero. La tarde parece patinada en ocre... | |
de Ketty Alejandrina Lis en la voz de Ketty Alejandrina Lis |
La tempestad de fuego nos sorprendió en el acto de la copulación. No fuimos muertos por el río de lava. Nos ahogaron los gases; la ceniza nos sirvió de sudario. Nuestros cuerpos continuaron unidos en la roca: petrificado espasmo interminable... | |
de José Emilio Pacheco en la voz de José Emilio Pacheco |
La Tierra dando vueltas va alejándose con la soga del Tiempo a la cintura. Fuera del tiempo y el espacio estoy con mi vida enlazada por sus puntas. Las noches se prolongan en oscuras estancias sin descanso mientras pastan los días yerba dorada al rubio sol del prado. Yo recorro mi vida como un perro andando... | |
de Pedro Garfias en la voz de Pedro Garfias |
La tierra es la misma el cielo es otro. El cielo es el mismo la tierra es otra. De lago en lago de bosque en bosque: ¿cuál es mi tribu? me pregunto ¿cuál es mi lugar? Tal vez pertenezco a la tribu de los que no tienen tribu; o a la tribu de las ovejas negras; o a una tribu cuyos ancestros vienen del futuro... | |
de Alberto Blanco por Alberto Blanco |
La torcaza volaba y tú la contemplabas. Era luz en la luz del mediodía, calor en el calor de la mañana, aire en el aire y tú la contemplabas. Tú la veías y eras libre, porque la libertad de ver se aprende, porque ser libre de mirar se aprehende como el río a cantar aprende de los... | |
de Juan Domingo Argüelles en la voz de Juan Domingo Argüelles |
La tristeza es un don / cosecha al paso contrición prometida en otro instante o presagio de sombras y no obstante no es penuria ni abismo ni fracaso si la tristeza es don no es don escaso cuando acude a la noche del amante o se enfrenta a la muerte... | |
de Mario Benedetti en la voz de Héctor Rosales |
La tristeza es un don / cosecha al paso contrición prometida en otro instante o presagio de sombras y no obstante no es penuria ni abismo ni fracaso si la tristeza es don no es don escaso cuando acude a la noche del amante o se enfrenta a la muerte... | |
de Mario Benedetti por Héctor Rosales |
La tropa de poetas, periodistas, fotógrafos, bajó del bus, a las 5 de la tarde, y rápidamente, estirando las piernas (y cada uno según su condición física), enderezó hacia aquellas columnas rojizas, aquellos edificios marrones, con su musgo dorado o gris; hacia las celdas conventuales descarnadas... | |
de Washington Benavides en la voz de Washington Benavides |
La última calle de la ciudad no existe, en las orillas a todas horas nacen calles bajo los pies de los que pasan, y transitan muchos más sueños de los que el gobierno se imagina; por eso no es posible contarlas, no es posible manejar a la ciudad con una tabla aritmética... | |
de Alejandro Aura en la voz de Alejandro Aura |
La vejez (tal es el nombre que los otros le dan) puede ser el tiempo de nuestra dicha. El animal ha muerto o casi ha muerto. Quedan el hombre y su alma. Vivo entre formas luminosas y vagas que no son aún la tiniebla. Buenos Aires, que antes se desgarraba en arrabales hacia la llanura incesante... | |
de Jorge Luis Borges por Eduardo Lizalde |
La venta de Cidones está en la carretera que va de Soria a Burgos. Leonarda, la ventera, que llaman la Ruipérez, es una viejecita que aviva el fuego donde borbolla la marmita. Ruipérez, el ventero, un viejo diminuto bajo las cejas grises, dos ojos de hombre astuto , contempla... | |
de Antonio Machado en la voz de Agustín González |
La vida callada... dadora de mundos... Venados heridos. Ropas de tehuana. Rayos, penas, soles, ritmos escondidos. La niña Mariana , frutos ya muy vivos, la muerte se aleja , líneas, formas, nidos, las manos construyen, los ojos abiertos, los Diegos sentidos... | |
de Frida Kahlo por Carmen Feito Maeso |
la vida es buena andando descalzos y en calzones en nuestra casa de tres piezas el sol desafinando en nuestro patio tres cuerpos mojados una manguera vieja y un patito de hule en la bañera la vida es buena cuando dejamos abiertas las puertas para mirarnos para entonar a coro country... | |
de Sabeli Ceballos Franco en la voz de Sabeli Ceballos Franco |
La vida es música que se aleja. Contemplas desde una ventana el mundo con la pasión de quien lo ha tenido. El río salta como una sorpresa. Una piedra que no es suya lo ve correr. ¿Oyes? Hasta el aire parece alejarse. Ya no se ven los rostros. Eres una más, ausente, jugando en tu casa... | |
de Vilma Vargas en la voz de Vilma Vargas |
La vida tuya sangre mía abona y te amo a muerte, te amo; si pudiera bajo los cielos negros te comiera el corazón con dientes de leona. Antes de conocerte era ladrona y ahora soy menguada prisionera. ¡Cómo luce de bien mi primavera! ¡Cómo brilla en tu frente mi corona!... | |
de Alfonsina Storni en la voz de María Rosa Gallo o Delia Garcés |
La vida? Decidme cómo es un árbol. Decidme el canto de un río, cuando se cubre de pájaros. Habladme del mar. Habladme del olor ancho del campo. De las estrellas. Del aire. Recitadme un horizonte sin cerradura y sin llaves como la choza de un pobre... | |
de Marcos Ana por Marcos Ana |
La Virgen de los Milagros es la patrona del Puerto. Para el ocho de septiembre, se asoma al balcón del río. Las aguas del Guadalete, soñando, van de verbena. San Alejandro, alto puente, biznaga de farolillos. La Virgen de los Milagros era una Virgen guerrera.... | |
de Rafael Alberti en la voz de Nuria Espert |
La voz de aquellos que asumen la noche, marinería de labios oscuros; la voz de aquellos cuyas palabras corresponden a esa luz donde el amanecer levanta la primera imagen vencida de la noche. Ahora cuando la memoria es una calle de mercaderes y héroes muertos, cuando la noche corta... | |
de José Carlos Becerra en la voz de Julio Trujillo |
La voz oscura del chofer pregunta o del amigo interprete la suerte del manejar en cuba luego y por su idioma fuerte se tiende un remo apunta mas alto y a ese el juego terriblemente serio de las cosas en que nos va la vida a los cubanos amigo ahora si rozas mi corazón te doy la mano y en dos miradas breves afanosas hablamos hondamente como hermanos. | |
de Eliseo Diego en la voz de Eliseo Diego |
Laberintos, retruécanos, emblemas, helada y laboriosa nadería, fue para este jesuita la poesía, reducida por él a estratagemas. No hubo música en su alma; sólo un vano herbario de metáforas y argucias y la veneración de las astucias y el desdén de lo humano y sobrehumano. No lo movió... | |
de Jorge Luis Borges en la voz de Jorge Luis Borges Colaboración: Eduardo Ortiz Moreno |
Labrador, ya eres más de la tierra que del pueblo. Cuando pasas, tu espalda huele a campo. Ya barruntas la lluvia y te esponjas, ya eres casi de barro. De tanto arar, ya tienes dos raíces debajo de tus pies heridos y anchos. Madrugas, labrador, y dejas tierra de huella sobre el sitio... | |
de Gloria Fuertes en la voz de Gloria Fuertes Colaboración: Eduardo Ortiz Moreno |
Lamento que entre tumbas se consume como época de sombra en una desatada tempestad, mi corazón esparce su evidencia, su dura flor de roca desolada y al desbordarse forma un cálido latir sobre la piel; golpean más allá del cuerpo sus defendidos límites prolongando su extrema... | |
de Alí Chumacero en la voz de Alí Chumacero |
Larga planicie, llano, lomerío en que apoyas la carga de la vida la parte de tu cuerpo mas sufrida donde el trabajo y el sudor son río. En tu valle de esfuerzo y poderío la luna a veces fíngese dormida mientras labriega hacia la noche hundida mi mano va sembrando escalofrío... | |
de Griselda Álvarez Ponce de León en la voz de Griselda Álvarez Ponce de León |
Largo es el camino del Che en el hombre Largo el río, largo el surco Que espera las semillas, largo El paso marino de Ulises en nuestros pasos Largo el sable vegetal para avanzar por la selva desconocida! A nuestras puertas siempre tendremos Cada mañana su olor de café fuerte... | |
de René Depestre en la voz de René Depestre |
Largo se le hace el día a quien no ama y él lo sabe. Y él oye ese tañido corto y duro del cuerpo, su cascada canción, siempre sonando a lejanía. Cierra su puerta y queda bien cerrada; sale y, por un momento, sus rodillas se le van hacia el suelo. Pero el alba, con peligrosa... | |
de Claudio Rodríguez en la voz de Claudio Rodríguez |
las amigas misteriosas del poeta, escribió el joven Nervo. Entre las perlas negras que el poeta reunió en su juventud encuentro algunas que ahora pulo, engasto y renuevo en el collar de mis libros de diciembre. Mis amigas misteriosas han enviado mensajes hacia el final del año y al inicio del nuevo... | |
de Eduardo Langagne en la voz de Eduardo Langagne |
Las aves nicaragüenses se forman de los árboles: de frutas enternecidas por la lluvia de hojas suavizadas por el viento de susurros que la savia amansa y pule en trinos. Mi patria es entendida en vegetales que cantan; en primaveras que he besado; en frutales que tú eres cuando me... | |
de Pablo Antonio Cuadra en la voz de Yolanda Blanco |
Las calles son un taller oscuro donde vi cosas que no dije. Fui poeta, no pensé en las actas, quise dar con el peligro. Una noche llovió y quebré mi espejo. Las damas se tienden unidas, los monos tañen sobre ellas, cargados de flores. Este no es el lugar. Voy por un poco de agua, voy... | |
de Vilma Vargas en la voz de Vilma Vargas |
Las casas se pusieron inhóspitas y tuvimos que abandonarlas a su suerte. Primero fue la casa de los patios donde la infancia ponía expectativa en ciertas plantas que todavía ofrecían protección. y en una muy querida forma de llamarnos a la mesa. en otra casa las chirimoyas ordenaban... | |
de Santiago Sylvester en la voz de Santiago Sylvester |
Las colinas oscuras semejan pájaros, se levantan y se esconden detrás del horizonte. Una nube persigue la luna como una novia desesperada, como un relámpago que se desvanece. Las figuras humanas se deslizan desprendidas del drama de la vida. Cuando traspasan el límite, un sol ardiente intenta descubrir el día... | |
de Nidia di Giorgio en la voz de Conchita Fernández |
Las cosas que más contrastan entre sí son las que menos contrastan conmigo. De: Voces | |
de Antonio Porchia en la voz de Antonio Porchia Colaboración: Alejandra Correa |
Las cosas viejas, tristes, desteñidas, sin voz y sin color, saben secretos de las épocas muertas, de las vidas que ya nadie conserva en la memoria, y a veces a los hombres, cuando inquietos las miran y las palpan, con extrañas voces de agonizante dicen, paso, casi al oído, alguna... | |
de José Asunción Silva en la voz de Alvaro Mutis |
Las cuestas y llanos se pueblan de los pobrecitos indios. Ya baja allá a lo lejos la imagen que traen en andas, con gran acompañamiento de gentes. Los cirios y candelas brillan amortiguadamente en la serena luz de la tarde. Este año ha sido de sequía. Las milpas están resecas y los gañanes tienen oprimido el corazón... | |
de Julio Torri en la voz de Julio Torri |
Las dificultades no se remontan ayudándonos con una garrocha. Las dificultades se rompen con el pecho abierto. Ellas también son como el aire de la mañana que puede congelarte los pulmones, pero ¿acaso la tierra, el fuego, el agua, te sirven para respirar? De: Poesía | |
de Roque Dalton en la voz de Roque Dalton |
Las dos, en la vaquería. La luna borda un mantel, cantando, en mi galería. Una niña chica, sin cuna, jugando. La Virgen María la está custodiando. Tres gatitos grises y un mirlo enlutado, la araña hilandera y el pez colorado. Un blanco elefante y un pardo camello, y toda la flora... | |
de Rafael Alberti en la voz de Nuria Espert |
Las estrellas frotaron el cristal de la ventana, con un haz de olor blanco golpeó el jazmín suavemente la puerta, el niño con un cirio en la mano penetró en el corazón de la noche, sus ojos que las tinieblas lustraron, leyeron al oído del Ángel la carta del Sueño... | |
de Orfila Bardesio en la voz de Carmen Feito Maeso |
Las estrellas nos miran lentamente cierran sus ojos las bahías. El arco de luz cerca los cabos en la ruta del fuego, foques, banderas en las barcas, fosco el fuego atónito de las naranjas, en el aguanueva de los naranjales. Las bridas de caballos pensados, pesados, imaginados... | |
de Ramón Xirau en la voz de Ramón Xirau |
Las excelentes cacatúas pasean por los balcones y se indignan de pronto. La cólera de la cacatúa es repentina y voraz como la llama de un fósforo en el miércoles. No se conoce caducidad semejante. Las más antiguas son razonables y necias. Miran con el ojillo brillante, se contonean augustas... | |
de Eliseo Diego en la voz de Eliseo Diego |
Las flores del romero, niña Isabel, hoy son flores azules, mañana serán miel. Celosa estás, la niña, celosa estás de aquel dichoso, pues, le buscas, ciego, pues no te ve, ingrato, pues te enoja y confiado, pues no se disculpa hoy de lo que hizo ayer... | |
de Luis de Góngora y Argote en la voz de María Ángeles Herranz |
Las flores sin perfume deben el llamarse flores a las flores perfumadas. De: Voces | |
de Antonio Porchia en la voz de Antonio Porchia Colaboración: Alejandra Correa |
Las floridas espaldas ya en la nieve, y los cabellos de marfil al viento. Agua muerta en la sien, el pensamiento color halo de luna cuando llueve. ¡Oh qué clamor bajo del seno breve! ¡Qué palma al aire el solitario aliento! ¡Qué témpano, cogido al firmamento, el pie descalzo, que a... | |
de Rafael Alberti en la voz de Nuria Espert |
Las fuentes de Granada... ¿Habéis sentido en la noche de estrellas perfumada algo más doloroso que su triste gemido? Todo reposa en vago encantamiento en la plata fluida de la luna. Entre el olor a nardos que se aspira en el viento la frescura del agua es como una mano que refrescase la sien calenturienta... | |
de Francisco Villaespesa en la voz de Nuria Espert |
Las huellas que dejaste, que dejé, se enredaron... Son heridas que sangran en las almas Me enredé te enredaste, se enredaron las huellas en las almas... De: Saloma sin Salomar | |
de Rogelio Sinán en la voz de Rogelio Sinán Colaboración: Eduardo Ortiz Moreno |
Las imágenes que emergen de tu cuerpo desembocan en esta noche que no eres tú ni soy yo quienes conversan en el cuarto de al lado y a quienes escucho completamente solo. Concibiendo esta noche como algo inmóvil, bien podríamos ser tú y yo los que están al otro lado, tu voz es un... | |
de José Carlos Becerra en la voz de Julio Trujillo |
Las maravillas y miserias del amor. Sus oscuros fulgores, sus catástrofes. Caminar por el filo de la pérdida. Dar lo que no se tiene. Recibir lo que no se da. El amor a la poesía, a la madre, a la mujer, a los hijos, a los compañeros que cayeron por una esperanza, a la belleza... | |
de Juan Gelman en la voz de Juan Gelman |
Las maravillas y miserias del amor. Sus oscuros fulgores, sus catástrofes. Caminar por el filo de la pérdida. Dar lo que no se tiene. Recibir lo que no se da. El amor a la poesía, a la madre, a la mujer, a los hijos, a los compañeros que cayeron por una esperanza... | |
de Juan Gelman por Juan Gelman |
Las margaritas abarcaron todo el jardín, primero fueron como un arroz dorado, luego se abrían de verdad, eran como pájaros deformes, circulares, de muchas alas en torno de una sola cabeza de oro o de plata. Las margaritas doradas y plateadas quemaron todo el jardín. Su penetrante... | |
de Marosa Di Giorgio en la voz de Marosa Di Giorgio |
Las nubes escolares de escuela elemental han tomado sus libros de luz y se van... El caballo del viento las conduce sobre su lomo tierno. ¡Ya se van! ¡Ea! ¡Ea! Y ¡adiós! les van diciendo con sus pañuelos de humo las chimeneas... De: Onda | |
de Rogelio Sinán en la voz de Rogelio Sinán Colaboración: Eduardo Ortiz Moreno |
Las oyes cómo piden realidades, ellas, desmelenadas, fieras, ellas, las sombras que los dos forjamos en este inmenso echo de distancias? Cansadas ya de infinitud, de tiempo sin medida, de anónimo, heridas por una gran nostalgia de materia, piden límites, días, nombres... | |
de Pedro Salinas en la voz de Pedro Salinas |
Las palabras no son aire ni se las lleva el aire. Las palabras, cuando caen, se filtran en la tierra, se escurren por las eras geológicas, por las cavernas subterráneas y llegan al fin a un gran depósito que ha ido creciendo con los siglos de donde parte la sustancia... | |
de Alejandro Aura en la voz de Alejandro Aura |
Las palabras no son de este mundo sino cuando caen a tierra semejantes a frutos o demonios.. Vivir ha sido convocarlas. Tengo una sola almohada, un solo respaldar, pero cuido mi vaso, mi risa: en la espesura de las hierbas inclino mi cabeza. Y también he llorado, pequeña, mal... | |
de Vilma Vargas en la voz de Vilma Vargas |
Las palabras son barcos y se pierden así, de boca en boca, como de niebla en niebla. Llevan su mercancía por las conversaciones sin encontrar un puerto, la noche que les pese igual que un ancla. Deben acostumbrarse a envejecer y vivir con paciencia de madera usada por las olas, irse... | |
de Luis García Montero en la voz de Luis García Montero |
Las palmeras enanas el sonido en fuga de los gases los lápices acomodados en bolsas con afán de niño con meticulosidad de legumbres Entonces yo era una muchacha triste Los paseos duraban una hora y la camisa descosida proponía círculos al paisaje eran los asideros de melcocha... | |
de Nora Méndez en la voz de Nora Méndez |
Las palomas de la plaza de San Marcos que el municipio de Venecia cebaba para los turistas se han muerto todas de repente... La paloma de Picasso que yo guardaba como una reliquia en un viejo cartapacio, ha desaparecido... En el Concilio Ecuménico nadie sabe por donde anda la paloma... | |
de León Felipe en la voz de Ofelia Guillmain |
Las personas mayores ¿a qué hora volverán? Da las seis el ciego Santiago, y ya está muy oscuro. Madre dijo que no demoraría. Aguedita, Nativa, Miguel, cuidado con ir por ahí, por donde acaban de pasar gangueando sus memorias... | |
de César Vallejo por Eliseo Diego |
Las piezas de ajedrez están sobre el tablero, esperando no sé qué próximo y exacto movimiento, fijas y creadas para impersonales ceremonias, suspendidas en la vigésima jugada ante el inminente derrumbe de las blancas, cuando el rey de albura ya no puede elegir y las negras deciden la... | |
de Homero Aridjis en la voz de Homero Aridjis |
Las piquetas de los gallos cavan buscando la aurora, cuando por el monte oscuro baja Soledad Montoya. Cobre amarillo, su carne, huele a caballo y a sombra. Yunques ahumados sus pechos, gimen canciones redondas. Soledad, ¿por quién preguntas sin compañía y a estas horas?... | |
de Federico García Lorca en la voz de Nuria Espert |
Las piquetas de los gallos cavan buscando la aurora, cuando por el monte oscuro baja Soledad Montoya. Cobre amarillo, su carne, huele a caballo y a sombra. Yunques ahumados sus pechos, gimen canciones redondas. Soledad, ¿por quién preguntas sin compaña y a estas horas?... | |
de Federico García Lorca en la voz de Miguel Herrero |
Las piquetas de los gallos cavan buscando la aurora, cuando por el monte oscuro baja Soledad Montoya. Cobre amarillo, su carne, huele a caballo y a sombra. Yunques ahumados sus pechos, gimen canciones redondas. Soledad... | |
de Federico García Lorca por Carmen Feito Maeso y Francisco Portillo |
las plantas como las palabras crecen en forma inesperada por tanto hay que modelarlas de acuerdo a su naturaleza sin desdeñar el azar yuxtaponer sin empastar, dice mostrando las palmas llagadas de otros brotes, otras podas tras los rigores del invierno, la gracia la rosa de Jericó es... | |
de Luisa Futoransky en la voz de Luisa Futoransky |
Las ropas desceñidas, desnudas las espadas, en el umbral de oro de la puerta dos ángeles velaban. Me aproximé a los hierros que defienden la entrada, y de las dobles rejas en el fondo la vi confusa y blanca. La vi como la imagen que en leve sueño pasa, como rayo de luz tenue y... | |
de Gustavo Adolfo Bécquer en la voz de Favio Camero |
Las tierras, las tierras, las tierras de España, las grandes, las solas, desiertas llanuras. Galopa, caballo cuatralbo, jinete del pueblo, al sol y a la luna. ¡A galopar, a galopar, hasta enterrarlos en el mar! A corazón suenan, resuenan, resuenan las tierras de España, en las herraduras... | |
de Rafael Alberti en la voz de Rafael Alberti |
Las tortillas de maíz no me saben a nada, madre. Los níqueles no me sirven de nada, madre. El traje nuevo no me alegra nada, madre. Nada me sirve de nada porque soy un niño negro. ¡Pero si estás hecho de miel y leche, hijo! ¿De miel negra, madre? ¡No! De miel... ¿De leche negra,... | |
de Jorge Zalamea en la voz de Jorge Zalamea |
Las traslúcidas manos del judío Labran en la penumbra los cristales Y la tarde que muere es miedo y frío. (Las tardes a las tardes son iguales.) Las manos y el espacio de jacinto Que palidece en el confín del Ghetto Casi no existen para el hombre quieto Que está soñando un claro... | |
de Jorge Luis Borges en la voz de Jorge Luis Borges |
Las vertientes las órbitas han perdido la tierra los espejos los brazos los muertos las amarras el olvido su máscara de tapir no vidente el gusto el gusto el cauce sus engendros el humo cada dedo las fluctuantes paredes donde amanece el vino las raíces la frente todo canto rodado... | |
de Oliverio Girondo en la voz de Oliverio Girondo Colaboración: Eduardo Ortiz Moreno |
Las vías del metro, vidas paralelas corren juntas pero no se tocan, cambia la escenografía más no cambia la trama, cambian los actores más no cambia el autor. El metro se balancea suavemente como un vaso de lágrimas que amenaza con desbordarse... | |
de Alberto Blanco por Alberto Blanco |
Las vírgenes arrastran una sombra, habitan una sombra. No podrían arrastrar otra cosa. Las vírgenes sin esclavinas llevan contorno de fluidos, galvanizada sombra. Pero ya nimbo, sombra misma, la sombra de su sombra: cosa limpia. Pasan de vez en cuando, tangentes de la rosa y el querube, por un relieve de celistias... | |
de Manuel Ponce en la voz de Manuel Ponce |
Las voces que soplaron en el aire formaron en el aire una ciudad las lluvias que subieron y bajaron formaron en los lagos nubes de cristal los sonidos que siguieron caminos cardinales llevaron ruiseñores y sueños y olas hasta Dios y los que no yacieron en hogares del viento cantando... | |
de Homero Aridjis en la voz de Homero Aridjis Colaboración: Eduardo Ortiz Moreno |
Le digo al amanecer que venga pasito a paso, con su vestido de raso acabado de coser. El sinsonte vuelve ya a lavarse en el cantío que va murmurando el río con alegre libertad. Su casa, en el caserío, humea azul el cantar. De: Paradiso | |
de José Lezama Lima en la voz de José Lezama Lima Colaboración: Eduardo Ortiz Moreno |
Lejana y victoriosa desde tu ensueño al que no llega el rumor del mundo, me miras, criatura de llama y dueña de mi descanso. Ascensión de la forma liberada por escaleras y mensajeros de los dioses, marinos pájaros te siguen hacia la incorruptible morada vacía... | |
de Clara Silva en la voz de Clara Silva |
Lejos la ciudad lejos Lejos su absurda rueda dura girando sin sentido Ah la ciudad sin pájaros libres ni horizontes Y tan sólo en lo más alto de las torres un poco de ansia del cielo La ciudad que es una hélice vacía enloquecida de movimiento Ah la ciudad que cierra el alma con sus frías sucias manos... | |
de Juan Cunha en la voz de Héctor Rosales |
Lejos, de corazón en corazón, más allá de la copa de niebla que me aspira desde el fondo del vértigo, siento el redoble con que me convocan a la tierra de nadie. (¿Quién se levanta en mí? ¿Quién se alza del sitial de su agonía, de su estera de zarzas, y camina con la memoria de mi... | |
de Olga Orozco en la voz de Olga Orozco |
Lejos, lejos. Adonde las estancias olvidan guantes de polvo y las consolas sueñan párpados y nombres ya idos. Un sombrero se hastía y unos lazos sin bucles se cansan. Si las violetas se aburren, es porque están nostálgicas de moaré y abanicos. Lejos, más lejos... | |
de Rafael Alberti en la voz de Héctor Rosales |
Leñador, no tales el pino, que un hogar hay dormido en su copa. Señora abubilla, señor gorrión, hermana mía calandria, sobrina del ruiseñor; ave sin cola, martín-pescador, parado y triste alcaraván: ¡a volar, pajaritos, al mar!... | |
de Rafael Alberti en la voz de Nuria Espert |
Lengua de mis abuelos habla por mí No me dejes mentir No me permitas nunca ofrecer gato por liebre sobre los movimientos de mi sangre sobre las variaciones de mi corazón En ti confío En tu sabiduría pulida por el tiempo como el oro en pepita bajo el agua paciente del claro río... | |
de Efraín Bartolomé en la voz de Nuria del Saz |
Lenta, olorosa, redonda, la flor de la maravilla se abre cada vez más honda y se encierra en su semilla. ¡Cómo huele a Abril y Mayo ese barrido desmayo, esa playa de desgana ese gozo, esa tristeza, esa rítmica pereza...! ¡Campana del Sur, campana! De: La suerte o la... | |
de Gerardo Diego en la voz de Gerardo Diego Colaboración: Eduardo Ortiz Moreno |
Lentamente, la paloma violenta anidó en el hombro derecho de la muchacha negra. Lentamente, una sonrisa de oro se hizo luz en los labios de la muchacha... | |
de Efraín Huerta en la voz de Efraín Huerta |
Lento viene el futuro lento pero viene ahora está más allá de las nubes ramplonas y de unas cimas ágiles que aún no se distinguen y mas allá del trueno y de la araña demorándose viene como una flor porfiada que vigilara al sol a lo mejor es eso la vida cotidiana prepara bienvenidas... | |
de Mario Benedetti en la voz de Mario Benedetti. Canto: Daniel Viglietti. |
Lento, amargo animal que soy, que he sido, amargo desde el nudo de polvo y agua y viento que en la primera generación del hombre pedía a Dios. Amargo como esos minerales amargos que en las noches de exacta soledad maldita y arruinada soledad sin uno mismo trepan a la garganta... | |
de Jaime Sabines por Jaime Sabines |
Lento, amargo animal que soy, que he sido, amargo desde el nudo de polvo y agua y viento que en la primera generación del hombre pedía a Dios. Amargo como esos minerales amargos que en las noches de exacta soledad maldita y arruinada soledad sin uno mismo trepan a la garganta y,... | |
de Jaime Sabines en la voz de Jaime Sabines |
Lentos pasan sombríos con máscara azul con masacre de sol en los poros vagones de cartón latas vencidas estantes de un territorio sin convivencia trenes fantasmas con su retrovisor de árboles en tutú alacranes y plywood anchos trenes vagando necios en la circunferencia estéril oigo... | |
de Nora Méndez en la voz de Nora Méndez |
Levantas una piedra y los encuentras: ahítos de humedad, pululando... | |
de José Emilio Pacheco en la voz de José Emilio Pacheco |
Leve, ingrávida apenas, la sandalia. Pisadas sin carne. Diosa sola, demanda a un mundo planta para su cuerpo, arriba solar. No cabellera digáis; cabello ardiente. Decid sandalia, leve pisada; decid sólo, no tierra, grama dulce que cruje a ese destello, tan suave que la adora cuando... | |
de Vicente Aleixandre en la voz de Héctor Rosales |
Leyendo a Julius Fucík uno siente que aún puede escucharnos y en seguida viene el pensar que estas palabras escritas desde el sol no valen nada que sería mejor callar mientras soporta con su coraje para el uso diario el terror y la muerte allá en el fondo siniestro de la página que toda la poesía no vale el sufrimiento con que su boca destrozada puede aún sonreír y sin embargo no dijo el mismo yo he vivido por la alegría y mas con que delicadeza maneja siempre el lápiz romo sobre el sucio papel con que trabajo sutil respira en cada página esquivando el dolor con que maestría se envuelven sus renglones para llegar aquí de modo que no está mal que se le escriba usted puede escucharnos querido muy querido Julius Fucík pues está vivo y tanto y yo le doy las gracias conmovido en el nombre de todas sus palabras y las nuestras también el arte vale lo que su generoso corazón... | |
de Eliseo Diego en la voz de Eliseo Diego |
Ligera fue tu voz, mas tu palabra dura con vuelo de paloma sin más peso que su inmóvil cruzar el mar del viento; y persistes como un sonido bajo el agua, desde mi piel al aire levantada, ligera como fuiste, como esa ala que olvidada del mundo se recrea, convertida en ausencia y en... | |
de Alí Chumacero en la voz de Alí Chumacero |
Ligeramente tumefacta pero ofrecida con codicia, llegó la boca hasta el lindero de la precaria intimidad. Iban reptando las parejas que se apiñaban en lo oscuro: no se miraban, se sumían en un compendio de sudores, se convertían en secuaces de la penumbra suspensiva. Como un furtivo... | |
de José Manuel Caballero Bonald en la voz de José Manuel Caballero Bonald |
Lily me espera a las 11 en el puente del rey Carlos, al pie de San Juan Nepomuceno, santo de piedra, santo de agua, mudo, ahogado. Lily cree en Dios y yo corro hacia ella y hacia el río y después los dos iremos hacia las colinas, hacia el Castillo, hacia la Catedral, y caminaremos la... | |
de Efraín Huerta en la voz de Efraín Huerta |
Lívida luna, vas huyendo hacia la parte del silencio, y quién detrás,y quién viene ligero como el tiempo. Quién si no el tiempo, mi señora, quién si no el tiempo, can oscuro, te hace volar entre la noche clara. Cansadamente cae tu velo y miro tu ceniza y me da pena... | |
de Eliseo Diego en la voz de Eliseo Diego |
Ljubljana tiene un río. Más bien modesto si lo comparo con las desembocaduras del Yangtsé o el Río de la Plata pero para río que no es de desierto y se seca todo el año menos tres días en que arrasa todo porque la arena le resbala por el lomo, está normal. Es río para coronarlo de... | |
de Luisa Futoransky en la voz de Luisa Futoransky |
Llama el Invierno, tímido si puro, muda voz de cristal, lágrima dura, y hace temblar la llama que perdura visible apenas en el monte oscuro. Abrámosle la puerta. Halle el seguro tibio recinto, dulce en la ventura de la mano tendida en que madura la semilla del Tiempo su conjuro.... | |
de Salvador Novo en la voz de Salvador Novo |
Llaman a la puerta Es de noche y están tumbando la puerta Todos duermen Duerme la oscuridad El viento inmensoinmensamente duerme su inmenso sueño Duerme la noche Duermen las estrellas Pero en mi casa llaman con una piedra enorme que golpea iracunda contra el portón... | |
de Efraín Bartolomé por Efraín Bartolomé |
Llamó a mi corazón, un claro día, con un perfume de jazmín, el viento. A cambio de este aroma, todo el aroma de tus rosas quiero. No tengo rosas; flores en mi jardín no hay ya; todas han muerto. Me llevaré los llantos de las fuentes, las hojas amarillas y los mustios pétalos. Y el... | |
de Antonio Machado en la voz de Agustín González |
Llamo y nadie responde. Pregunto a la piedra y a los árboles. Canta un pájaro y me doy cuenta de que las casas no tienen ventanas: demasiado débiles para tumbas, demasiado fuertes para moradas. Beso al leproso y a la niña con caspa. Y a ti, violento geranio; y a ti, crepúsculo... | |
de Luis Cardoza y Aragón en la voz de Luis Cardoza y Aragón Colaboración: Eduardo Ortiz Moreno |
Llarga com la carena, sobre el riu, cada matí s adorm la boira clara. On són els lliris? S ha tornat esquiu el sol adesiara. Però canten aloses cel amunt i fan les herbes una olor més forta. La vidiella no és un blanc repunt, sinó una seda morta. Amb cent ulls grocs ens mira el codonyer quan el reflex de l aigua se ns apaga... | |
de Marià Manent en la voz de Marià Manent |
Llegan las primeras oleadas del pueblo A encender con sus fuegos nada fatuos La mecha de mis cicatrices. Desanda el estambre La torturada extensión de los ovillos; Prodigiosamente se aclara el agua Y los frutos del muro de las nieblas A bayoneta calada son mondados. Tienen los gorros frigios Color y forma de corazón... | |
de Marco Antonio Montes de Oca en la voz de Marco Antonio Montes de Oca |
Llegaron los arcángeles. Se supo que llegaban por una luz dorada que se esparció en la noche, cuando los sueños labran manantiales en la yerma memoria de las gentes. Podían escucharse sus pisadas de luna entre los árboles, el rumor de sus voces delgadas como espigas, y eran de ver... | |
de Antonio Porpetta en la voz de Antonio Porpetta Títulos de los poemas: Charo Moreno. |
Llegaste del otro lado del aire. Apretaste el corazón cálido y bueno de un ave libre, blanca y humilde. Apareciste en las ventanas de las ilusiones, pequeñas, tristes y dolientes, irasciblemente grande, irasciblemente prepotente e inexpugnable. Nunca un ave tuvo una jaula tan negra y... | |
de Carmen Feito Maeso en la voz de Carmen Feito Maeso |
Llegaste del otro lado del aire. Apretaste el corazón cálido y bueno de un ave libre, blanca y humilde. Apareciste en las ventanas de las ilusiones, pequeñas, tristes y dolientes, irasciblemente grande, irasciblemente prepotente e inexpugnable... | |
de Carmen Feito Maeso por Carmen Feito Maeso |
Llego a tus costas como al reverso menos cruel de la moneda y tengo todo el tiempo para amarte aunque el amor no sea más que alguna carta a veces una espera. Me desvisto en el muelle me deslumbro tiendo mi mano para hallar otra respuesta y allí estás tú allí vuelvo a encontrarte toda... | |
de Odette Alonso en la voz de Odette Alonso |
Llegó la noche y no encontré un asilo; ¡y tuve sed...! Mis lágrimas bebí. ¡Y tuve hambre! ¡Los hinchados ojos cerré para morir! ¡Estaba en un desierto! Aunque a mi oído de las turbas llegaba el ronco hervir, yo era huérfano y pobre... ¡El mundo estaba desierto... para mí! De: Rimas,... | |
de Gustavo Adolfo Bécquer en la voz de Favio Camero |
Llegué muy tarde. La luz era difícil; el cuarto pobre. Desnuda yo parecía un juguete de oro. Volví a vestirme para ser como sus cosas. De: Preludio... | |
de Carilda Oliver Labra en la voz de Carilda Oliver Labra Colaboración: Eduardo Ortiz Moreno |
Llena de dolor está la boca del lindante padece de recelo sin cura tiene hambre de sinónimos y dominguillos de felpa de Romeros con arroz en las catedrales La oveja amoratada cruza la barda y la orina nocturna describe su silencio Toca sus genitales el odio y los refrigeradores... | |
de Nora Méndez en la voz de Nora Méndez |
Llena de luz y flores he vuelto. Ya no estás. Una humareda gris se extiende ante mis ojos. Las siluetas se alejan, extraños transeúntes que no dicen adiós. Mírame, llevo el blanco vestido para ti, con mis manos sujeto lo que fuera mi sueño, sé que me pesa mucho esa carga infinita,... | |
de Dolors Alberola en la voz de Dolors Alberola |
Llena está el agua del dolor de los postes y la añoranza de las avenidas. De la canción que brota sin asombro y la sorpresa de la primavera. Llena está el agua de presentimientos, del amor que evadieron las palomas, de visitas a diario a los planetas donde habitan los muertos. De la... | |
de Carmen Alardín en la voz de Carmen Alardín |
Llénate de mí. Ansíame, agótame, viérteme, sacrifícame. Pídeme. Recógeme, contiéneme, ocúltame. Quiero ser de alguien, quiero ser tuyo, es tu hora. Soy el que pasó saltando sobre las cosas, el fugante, el doliente. Pero siento tu hora, la hora de que mi vida gotee sobre tu alma... | |
de Pablo Neruda en la voz de Carmen Feito Maeso |
Lleno de mí, sitiado en mi epidermis por un dios inasible que me ahoga, mentido acaso por su radiante atmósfera de luces que oculta mi conciencia derramada, mis alas rotas en esquirlas de aire, mi torpe andar a tientas por el lodo; lleno de mí ahíto me descubro en la imagen atónita del agua... | |
de José Gorostiza en la voz de José Gorostiza |
Lleno de soledad y aburrimiento, procuro consolarme con tu vista, y toma el sueño su segura pista, acostumbrado a cabalgar el viento. No precisa ningún descubrimiento para correr en pos de tu conquista: bástame al intentarlo que me asista un ligero temblor del pensamiento. Surco entonces etapas de rocío... | |
de Manuel Ponce en la voz de Manuel Ponce |
Lleva la cruz al hombro, tres veces no, mil veces caído y levantado; ya su vida es escombro; va por la calle ya crucificado. No pavor, sino asombro, verlo lo mismo y ya transfigurado. Nadie lo nombrará, ni yo lo nombro, ni nadie lo ha nombrado. No resucitará, nadie le rezará, nadie... | |
de Pedro Garfias en la voz de Pedro Garfias |
Lleva su nombre por la luz más alta Che Desciende por los río brota por los metales establece su cristalina luz en el rocío lleva su nombre el cobre y el estaño traen su firma profunda las semillas repiten su perfil las guerreras verdes de los choclos su diminuto nombre de tres letras viene grabado... | |
de Félix Pita Rodríguez en la voz de Félix Pita Rodríguez |
Llevaba un seno al aire, y en las manos nieve roja una crespa clavellina. Era honor de la estirpe gongorina y gloria de los mares albertianos. Brotó como clavel allá en los llanos de Córdoba la fértil y la alpina, y rodó como estrella y trasmarina perla azul por los mares... | |
de Rafael Alberti en la voz de Nuria Espert |
Llévame a aquella fuente cristalina donde juntos bebimos las purísimas aguas que apagaron sedes de amor y llamas de deseos. Llévame de la mano como antaño... Mas no, que tengo miedo de ver en el cristal la sombra de aquel negro desengaño sin cura ni consuelo que entre los dos puso el tiempo... | |
de Rosalía de Castro en la voz de Conchita Fernández |
Llevar detrás del murallón y el alma este candado aquí hierro caliente detrás del murallón donde las aguas mecen un vegetal, destiñen piedras. Llevarlo. Ya bebí la luz de junio y se me atora sucia entre las venas ya lloré al pie de un cálido peldaño ya olvidé a una mujer... | |
de Enrique Estrázulas por Enrique Estrázulas |
Llevo de la mano a la ternura a tomar su baño diario Los ladrillos menta me reprochan la revelación de la carne esa luz de mar con que lastima Es mi abuela una luna con sus cráteres un mármol adornado de turquesas el resumen de una rosa la columna intacta de una ciudad perpetrada Y... | |
de Nora Méndez en la voz de Nora Méndez |
Llevo los ojos abiertos. No te veo, estás dentro de la niebla. Niebla: con el mirar no la aclaro, con la mano no la empujo, con el querer no la mato. Niebla. La mirada ¿para qué? y la voluntad, inútil. Llevo los ojos cerrados. No te veo, ya te siento, ya te tengo. Mía. Estás, estoy,... | |
de Pedro Salinas en la voz de Pedro Salinas |
Llora la hembra cuando va a alumbrar El niño llora porque no comprende Lloran los viejos porque ya lo saben Y llora Dios por esta pobre gente. | |
de Pedro Garfias en la voz de Pedro Garfias |
Llorar a chorros. Llorar la digestión. Llorar el sueño. Llorar ante las puertas y los puertos. Llorar de amabilidad y de amarillo. Abrir las canillas, las compuertas del llanto. Empaparnos el alma, la camiseta. Inundar las veredas y los paseos, y salvarnos... | |
de Oliverio Girondo por Darío Grandinetti |
Llorar? ¿Por qué? Este es el libro de mi dolor: lágrima a lágrima lo formé; una vez hecho, te juro, por Cristo, que nunca más lloraré. ¿Llorar? ¿Por qué? Serán mis rimas como el rielar de una luz íntima, que dejaré en cada verso; pero llorar, ¡eso ya nunca! ¿Por quién?... | |
de Amado Nervo en la voz de Alí Chumacero |
Llovizna abrillanta-asfaltos de la dormida calleja. Llovizna canta-en-la-reja, llovizna arrulla-a-la-oreja, escala de los asaltos (Julieta habita en los altos.) de Romeo- : historia añeja. Llovizna moja-que-moja trovador de Alda o Mafalda, nocharniego rima-balda cuyo manteo... | |
de León de Greiff en la voz de León de Greiff |
Llueve en Teotecacinte, Cusmapa en Tepesomoto, Cuspire, Saslaya. Grandes charcos cubrieron los caminos del Sinecapa, el Tule, Yaoya y Mayales. Si vas a Limay llevá capote; y también llueve en el Macuelizo en Ciminguasca y Alcayán. Todo es verdecito en Tisey, en Totumbla. Garúa en... | |
de Yolanda Blanco en la voz de Yolanda Blanco |
Llueve. Llueve desde hace días. Hoy desperté con una sensación de tibia soledad. Desde mi hamaca escucho el chasquido parejo de la lluvia. Días atrás los chicleros mataron un gran tigre: me dolió, pero me gustaría llevarme la piel para que en ella duermas. Ayer salí a caminar bajo la lluvia... | |
de Efraín Bartolomé en la voz de Efraín Bartolomé |
Lo cierto es que yo iba de un lado a otro, A veces chocaba con los árboles, Chocaba con los mendigos, Me abría paso a través de un bosque de sillas y mesas, Con el alma en un hilo veía caer las grandes hojas. Pero todo era inútil, Cada vez me hundía más y más en una especie de jalea;... | |
de Nicanor Parra en la voz de Nicanor Parra |
lo escupo así pelado y sin pelos en la lengua, quién dijo miedo atrás de un palo, se los dejo ir así nomás porque ya no iba a soportar ningún encierro, ni alegrón de burro, humillación es una melodía que ya no me gusta, shic, shicsabros, xicsabrosdelicios... | |
de Alan Mills por Alan Mills |
Lo he leído, pienso, lo imagino; existió el amor en otro tiempo. Será sin valor mi testimonio. Rubén Bonifaz Nuño Recuerdo que el amor era una blanda furia no expresable en palabras. Y mismamente recuerdo que el amor era una fiera lentísima: mordía con sus colmillos de azúcar y... | |
de Eduardo Lizalde en la voz de Eduardo Lizalde |
Lo he visto algunas tardes de diciembre con nieve, confundido en las hojas caídas de los chopos y en la emboscada blanca de la niebla en el río. Lo he visto en la mirada redonda de los peces, en el hueco que deja el vuelo de los pájaros y en las nubes de fuego que disipó un mal viento... | |
de Santos Domínguez Ramos en la voz de Santos Domínguez Ramos |
Lo mataron en Granada, una tarde de verano y todo el cielo gitano recibió la puñalada... Sangre en verso derramada, poesía dulce y roja que toda la vega moja en amargo desconsuelo sin paño de terciopelo ni cáliz que la recoja . (Por cielos de ceniza se va el poeta; la frente se le riza como veleta... | |
de Rafael de León en la voz de Miguel Herrero |
Lo mejor del amor es la distancia y el encuentro otra vez, cuando ya nada tengo que decirte y los dos recordamos aquellos años que se han ido, aquel tiempo feroz que temblaba en tus manos y esa imagen de ayer (recordarla es vivirla) marcada para siempre en la memoria, impresa a fuego... | |
de Juan Domingo Argüelles en la voz de Juan Domingo Argüelles |
Lo menos que yo puedo para darte las gracias porque existes es conocer tu nombre y repetirlo. Si brotas de la tierra, hostil de espinas, ávida de cielo, en vigoroso impulso y ofreces un capullo a la caricia leve del viento y cálida del día, sé que abrirás a la mañana bruja tu... | |
de Salvador Novo en la voz de Salvador Novo |
Lo mítico: aura ignorada de los sabios. Tanta belleza cavada en las profundidades de las ostras. En tus manos, hay palabras que interrogan. No toda respuesta conduce a lo siniestro. Van Gogh amurado entre calaveras que no sangran. Una cría de monjas hacinadas en el sepulcro. Salvaje... | |
de Luis Raúl Calvo en la voz de Luis Raúl Calvo |
Lo no moroso al toque el consonar a qué la sexta nota los hubieron posesos los sofocos del bis a bis acoplo de sorbentes subósculos los erosismos dérmicos los espiribuceos el ir a qué con meta los refrotes fortuitos del gravitar a qué con cuanta larva en tedio languilate en los... | |
de Oliverio Girondo en la voz de Oliverio Girondo Colaboración: Eduardo Ortiz Moreno |
Lo palpable lo mórbido el conco fondo ardido los tanturbios las tensas sondas hondas los reflujos las ondas de la carne y sus pistilos núbiles contráctiles y sus anexos nidos los languiformes férvidos subsobornos innúmeros del tacto su mosto azul desnudo cada veta cada vena del sueño... | |
de Oliverio Girondo en la voz de Oliverio Girondo Colaboración: Eduardo Ortiz Moreno |
Lo perdimos de vista, y al final encontramos tras de mucho buscar y trajinar, sólo sus restos cual si lo hubieran devorado insectos energúmenos. Bien lo reconocimos por un diente quebrado, por una cicatriz que le llegaba al hueso, por la noche y el día cuyas puertas se abrían en su calavera... | |
de Jaime García Terrés en la voz de Jaime García Terrés |
Lo que el salvaje que con torpe mano hace de un tronco a su capricho un dios, y luego ante su obra se arrodilla, eso hicimos tú y yo. Dimos formas reales a un fantasma, de la mente ridícula invención, y hecho el ídolo ya, sacrificamos en su altar nuestro amor. De: Rimas, leyendas y... | |
de Gustavo Adolfo Bécquer en la voz de Favio Camero |
Lo que es el mundo está en el mundo: árboles árboles, pájaros pájaros. Lo que el mundo y sus seres significan, no está en el mundo, no es de este mundo. Otra cosa seríamos, otro sitio ocupáramos si alguien supremo hubiera dado signo a nuestros actos... | |
de Eduardo Lizalde por Eduardo Lizalde |
Lo que la mar arroja no son únicamente iniquidades. De cuando en cuando el tiempo se amotina para corporeizar nuestros ensueños... y entonces llega a nuestras playas un gigante dormido, un desmayado cuerpo de profeta por el que todos claman, que casi todos esperaban, que cada hombre... | |
de Carmen Alardín en la voz de Ana Silvia Garza |
Lo que siento en mi sangre como un reloj de arena, cerca de algún retrato, del hilo y del salero; lo que escucho en mi sangre como un rumor del día, cuando una mariposa de la noche viene a besar la sombra de nuestro corazón; lo que escucho en mi sangre como acordes de luto, cuando... | |
de Vicente Gerbasi en la voz de Vicente Gerbasi |
LO QUE SIGUE Como en la noche, el aire ve su fuente oculta. Está la tarde limpia como la eternidad.La eternidad es solo lo que sigue, lo igual; y comunica por armonía y luz con lo terreno. Entramos y salimos sonriendo, llenos los ojos de totalidad, de la tarde a la eternidad, alegres de lo uno y lo otro... | |
de Juan Ramón Jiménez en la voz de Juan Ramón Jiménez |
Lo que sopló el tifón contra la roca, lo que aventó el simún contra la duna, lo que el viento esparció por la ensenada, no penetró en la bicoca. Ni el odio soterraño. Ni la envidia bajuna, ni la ambición acezante, de embaïdor atuendo, ni el logrero además, al sesgo, sinuöso, penetró... | |
de León de Greiff en la voz de León de Greiff |
Lo que Vos queráis, Señor, sea lo que Vos queráis. Si queréis que entre las rosas ría hacia los matinales resplandores de la vida, que sea lo que Vos queráis. Si queréis que, entre los cardos, sangre hacia las insondables sombras de la noche eterna, que sea lo que Vos queráis... | |
de Juan Ramón Jiménez en la voz de Elia Domenzáin |
Lo que Vos queráis, Señor; sea lo que Vos queráis. Si queréis que, entre las rosas, ría hacia los matinales resplandores de la vida, sea lo que Vos queráis. Si queréis que, entre los cardos, sangre hacia las insondables sombras de la noche eterna, sea lo que Vos queráis... | |
de Juan Ramón Jiménez en la voz de Rafael de Penagos |
Lo querían matar los iguales porque era distinto. Si veis un pájaro distinto, tiradlo; si veis un monte distinto, caedlo; si veis un camino distinto, cortadlo; si veis una rosa distinta, deshojadla; si veis un río distinto, cegadlo... si veis un hombre distinto, matadlo. ¿Y el sol y la luna dando en lo distinto? Altura, olor, largor, frescura, cantar, vivir distinto de lo distinto; lo que seas, que eres distinto (monte, camino, rosa, río, pájaro, hombre)... | |
de Juan Ramón Jiménez por Héctor Rosales |
Lo sentí; no fue una separación, sino un desgarramiento; quedó atónita el alma, y sin ninguna luz, se durmió en la sombra el pensamiento. Así fue; como un gran golpe de viento en la serenidad del aire. Ufano, en la noche tremenda, llevaba yo en la mano una antorcha con que alumbraba... | |
de Luis G. Urbina en la voz de Rosa Furman |
Lo sostiene el camino: El mundo está en llamas, ¡y tú estás riendo! Y la ceniza de la imagen desciende lentamente del agua del cielo. En tiempos de la luna gris se asoma a los espejos de cola blanca y negra. Su reflejo es una leyenda que habla de otro tiempo: de largos días sin... | |
de Alberto Blanco en la voz de Alberto Blanco Música de Armando Contreras. |
Lo supe desde ayer o desde siempre alguien estaba esperando la salida y caminar sería una esperanza alegre bajo los pies que la ciudad espera. Por eso demoré menos que de costumbre y bajé sospechando que la incredulidad era sólo un fantasma persiguiendo. La ciudad es un misterio que... | |
de Odette Alonso en la voz de Odette Alonso |
Lo supieron los arduos alumnos de Pitágoras: los astros y los hombres vuelven cíclicamente; los átomos fatales repetirán la urgente Afrodita de oro, los tebanos, las ágoras. En edades futuras oprimirá el centauro con el casco solípedo el pecho del lapita; cuando Roma sea polvo,... | |
de Jorge Luis Borges en la voz de Jorge Luis Borges Colaboración: Eduardo Ortiz Moreno |
lo verde reina en la hora que se curva por tu torso como una tela de aire el tiempo tiembla según el peso de la mano por la blancura efímera un ser de dos golpea en tu adentro toma de dos el soplo el corazón que no lo vibra por la apretada luz cada miembro resuena todo rostro es de nadie el viento toca algo tuyo... | |
de Homero Aridjis en la voz de Homero Aridjis Colaboración: Eduardo Ortiz Moreno |
Lo vi muy bien, aquel niño judío que estaba allí esperando a que se abriesen los hornos crematorios de Auschwitz Lo vi muy bien, llevaba una túnica ligera ceñida con un cordón de esparto. Tenía doce años, la misma edad de Cristo cuando se escapa de su casa a discutir con los... | |
de León Felipe en la voz de León Felipe |
Longevidad maldita! ¿por qué si soy ceniza mi cerebro está en brama y mi lujuria cunde hasta las marchitas zonas de mi carne aniquilada? ¡Longevidad maldita! llamarada helada, tantálico averno de concupiscencia rezagada... | |
de Elías Nandino en la voz de Elías Nandino |
Loro idéntico al de mi abuela funambulesca voz de la cocina, del comedor y de la azotehuela. No bien el sol ilumina, lanza el loro su grito y su áspera canción con el asombro del gorrión que sólo canta El Josefito ... De la cocinera se mofa colérico y gutural, y de paso apostrofa a... | |
de José Juan Tablada en la voz de Aurora Molina |
Los amantes se aman, en la noche, en el día. Dan a los sexos labios y a los labios sexos. Chupan, besan y lamen, cometen con sus cuerpos las indiscreciones de amoroso rigor, mojan, lubrican, enmielan, reconocen. Pero al concluir el asalto... | |
de Eduardo Lizalde por Eduardo Lizalde |
Los amantes se aman, en la noche, en el día. Dan a los sexos labios y a los labios sexos. Chupan, besan y lamen, cometen con sus cuerpos las indiscreciones de amoroso rigor, mojan, lubrican, enmielan, reconocen. Pero al concluir el asalto, los dos lavan sus dientes con distintos... | |
de Eduardo Lizalde en la voz de Eduardo Lizalde Colaboración: Rodrigo Gonçalves |
Los amorosos callan. El amor es el silencio más fino, el más tembloroso, el más insoportable. Los amorosos buscan, los amorosos son los que abandonan, son los que cambian, los que olvidan. Su corazón les dice que nunca han de encontrar, no encuentran, buscan. Los amorosos andan como... | |
de Jaime Sabines en la voz de Jaime Sabines |
Los amorosos callan. El amor es el silencio más fino, el más tembloroso, el más insoportable. Los amorosos buscan, los amorosos son los que abandonan, son los que cambian, los que olvidan. Su corazón les dice que nunca han de encontrar, no encuentran, buscan... | |
de Jaime Sabines por Jaime Sabines |
Los ángeles del mar, cuando llega la noche, arrastran suavemente a los ahogados hasta playas amigas, y allí limpian sus cuerpos de algas y medusas y peinan sus cabellos con esmero para que no parezcan tan difuntos y sus madres, al verlos, no piensen en la muerte. A veces depositan... | |
de Antonio Porpetta en la voz de Antonio Porpetta Títulos de los poemas: Charo Moreno. |
Los árboles miran su puerta cerrada. Un motor que cruza, una luz que se apaga. Dos ojos vigilan inyectando miedo desde la ventana. Pasan los silencios de la madrugada. Un hombre, dos faros, alguna muchacha. Pasan las cadenas del tiempo que pasa, porque mide un siglo el dolor con... | |
de Luis García Montero en la voz de Luis García Montero |
Los árboles nocturnos crecen de pronto sobre nuestros pasos. Cuando la luz descubre su presencia los desnuda y los puebla de voces las voces de la noche y sus amores. El agua juega entonces con el agua y regresa a sí misma como un amor de siempre que retorna o un estremecimiento recobrado... | |
de Thelma Nava en la voz de Thelma Nava |
Los astros avanzan entre Nubarrones Hacia el último jardín. Losas, flores. ¿Qué del incidente humano? Calma en bloque. Los muertos están más muertos Cada noche. Mármoles, frondas iguales: Verde el orden. Sobre el ciprés unos astros: Más verdores. Muriendo siguen los muertos... | |
de Jorge Guillén en la voz de Jorge Guillén |
Los ausentes soplan y la noche es densa. La noche tiene el color de los párpados del muerto. Toda la noche hago la noche. Toda la noche escribo. Palabra por palabra yo escribo la noche. | |
de Alejandra Pizarnik en la voz de Carmen Feito Maeso |
Los automóviles llegaron aquí un año de repente, y con ellos el tiempo, hacia mil novecientos cincuenta y ocho entonces. Están los mismos tilos al borde del jardín, los mismos ojos detrás de la ventana, siempre conventual a las fuentes vacías del invierno. Nos fue dado el amor de... | |
de Luis García Montero en la voz de Luis García Montero |
Los caballos eran fuertes! ¡Los caballos eran ágiles! Sus pescuezos eran finos y sus ancas relucientes y sus cascos musicales... ¡Los caballos eran fuertes! ¡Los caballos eran ágiles! ¡No! No han sido los guerreros solamente, de corazas y penachos y tizonas y estandartes, los que hicieron la conquista de las selvas y los Andes: ... | |
de José Santos Chocano en la voz de Adolfo Marsillach |
Los catorce peldaños del soneto ¿reincidiré en treparlos? ¿A la cima de nuevo llevaré la fácil rima de un año más, a fórmula sujeto? Clamó mi corazón mutis discreto, más no las flores, en cosecha opima las guarezca el invierno las redima si primavera estalla su secreto... | |
de Salvador Novo en la voz de Salvador Novo |
Los columpios no son noticia, son simples como un hueso o como un horizonte, funcionan con un cuerpo y su manutención estriba en una mano de pintura cada tanto, cada generación los pinta de un color distinto (para realzar su infancia) pero los deja como son, no se investigan nuevas... | |
de Fabio Morábito en la voz de Fabio Morábito |
Los cuerpos celestes y los nuestros. Estrellas caminanteslos caldeos. (A las no fijas.) En griego caminante es planetes, así que habitamos una estrella caminante. Los hombres que formamos el Hombre o mejor dicho formaremos. O tenemos por delante solamente un planeta pelado como Marte... | |
de Ernesto Cardenal por Ernesto Cardenal |
Los cuerpos se recuerdan en el tuyo: su delicia, su amor o sufrimiento. Si noche fuera amar, ya tu mirada en incesante oscuridad me anega. Pasan las sombras, voces que a mi oído dijeron lo que ahora resucitas, y en tus labios los nombres nuevamente vuelven a ser memoria de otros nombres... | |
de Alí Chumacero en la voz de Alí Chumacero |
Los delincuentes modernos Están autorizados para concurrir diariamente a parques y jardines. Provistos de poderosos anteojos y de relojes de bolsillo Entran a saco en los kioskos favorecidos por la muerte E instalan sus laboratorios entre los rosales en flor. Desde allí controlan a... | |
de Nicanor Parra en la voz de Nicanor Parra |
Los dioses no tuvieron más sustancia que la que tengo yo. Yo tengo, como ellos, la sustancia de todo lo vivido y de todo lo por vivir. No soy presente sólo, sino fuga raudal de cabo a fin. Y lo que veo a un lado y otro, en esta fuga, rosas, restos de alas, sombra y luz, es sólo mío,... | |
de Juan Ramón Jiménez en la voz de Juan Ramón Jiménez |
Los dos lejanos, los separados, van hacia el agua a que su sed los guía. Ésta es agua trastocada. Sus moléculas espejo cargan el peso de los cuerpos distanciados, el ojo caliente del filo que troncha, agua cercenada en su constitución. Agua rota, mochada. Agua mintiendo el gozo líquido del que carece... | |
de Carmen Boullosa en la voz de Carmen Boullosa |
Los dos, buenos pilotos del aire, subiríamos sobre los aviones del sueño, al alto soto de la gloria, y al mundo, celestes, bajaríamos e! mirto y el laurel, la palmera y el loto. Descender ya ¡qué dulce!, ¡los héroes! coronados por los súbitos lampos, sobre el carro del trueno, con... | |
de Rafael Alberti en la voz de Nuria Espert |
Los espejos no cantan como antaño y el espacio no es más que una lágrima corriendo desde los ojos hasta el sueño cuando nos dan una mala noticia Como cuando se embarca la tristeza en una discusión sin más razón de ser que una súbita parvada de reflejos a un cambio en la dirección... | |
de Alberto Blanco en la voz de Alberto Blanco Música de Armando Contreras. |
Los frescos de Botticelli arrancados a la Villa de Lemmi, la Victoria de Samotracia, con las alas unidas por alambres y una estaca de acero entre las nalgas: trofeos de guerra, pasto para la codicia de los reyes. El saqueo. Ticiano, el Veronés, el Bosco, el sarcófago asirio, las... | |
de Jaime Labastida en la voz de Jaime Labastida |
Los grupos de palomas, notas, claves, silencios, alteraciones, modifican el ritmo de la loma. La que se sabe tornasol afina las ruedas luminosas de su cuello con mirar hacia atrás a su vecina. Le da al sol la mirada y escurre en una sola pincelada plan de vuelos a nubes campesinas... | |
de Carlos Pellicer en la voz de Carlos Pellicer |
Los halcones son águilas domesticables Son perros de aquellos lobos Son bestias s de una cruenta servidumbre Viven para la muerte Su vocación es dar la muerte Son los preservadores de la muerte y la inmovilidad Los halcones verdugos policías Con su sadismo y servilismo... | |
de José Emilio Pacheco en la voz de |
Los he visto de cerca, solemnes y magníficos, poniéndose su cuerpo cada día mientras les duele el cráneo desvestido. Los he visto en la tierra, azotándose, gusanitos de Dios sin esperanza. Colgados de la vida, con su domingo a cuestas que tarda en regresar una semana... | |
de Thelma Nava en la voz de Thelma Nava |
Los he visto en el cine, frente a los teatros, en los tranvías y en los parques, los dedos y los ojos apretados. Las muchachas ofrecen en las salas oscuras sus senos a las manos y abren la boca a la caricia húmeda y separan los muslos para invisibles sátiros. Los he visto quererse... | |
de Jaime Sabines en la voz de Jaime Sabines |
Los he visto en el cine, frente a los teatros, en los tranvías y en los parques, los dedos y los ojos apretados. Las muchachas ofrecen en las salas oscuras sus senos a las manos y abren la boca a la caricia húmeda y separan los muslos para invisibles sátiros. Los he visto quererse... | |
de Jaime Sabines por Jaime Sabines |
Los helicópteros han lanzado luces, ojos abiertos suspendidos en el aire. Siguiéndolos, yo les doy mi caída. ¿Qué es ese fragor, ese ruido de muchas aguas? El avance de los soldados es delatado por el golpeteo de los tacones de sus botas... | |
de Oscar Oliva en la voz de Oscar Oliva |
Los hongos nacen en silencio; algunos nacen en silencio; otros con un breve alarido, un leve trueno. Unos son blancos, otros rosados, ése es gris y parece una paloma, la estatua a una paloma, la estatua a una paloma; otros son dorados o morados. Cada uno trae -y eso es lo terrible-... | |
de Marosa Di Giorgio en la voz de Marosa Di Giorgio |
Los invisibles átomos del aire en derredor palpitan y se inflaman el cielo se deshace en rayos de oro la tierra se estremece alborozada. Oigo flotando en olas de armonía rumor de besos y batir de alas, mis párpados se cierran... ¿Qué sucede? ¿Dime?... ¡Silencio!... ¡Es el amor que... | |
de Gustavo Adolfo Bécquer en la voz de Favio Camero |
Los juegos de agua brillan a la luz de la luna como si fueran largos collares de diamantes: Los juegos de agua ríen en la sombra... Y se enlazan, y cruzan y cintilan dibujando radiantes garabatos de estrellas... Hay que apretar el agua para que suba fina y alta...Un temblor de espumas la deshace en el aire... | |
de Dulce María Loynaz en la voz de Dulce María Loynaz |
Los maestros se juegan al remate ya que todo comienzo es bueno . El asunto es la clausura, la voluntad de convento. Habla de amor, habla de tiempo, habla de hambre de los que padecen, habla de las pequeñísimas cosas: lápiz, bala, libélula, papeles sobre la mesa con florero y cartas... | |
de Eduardo Milán en la voz de Eduardo Milán |
Los marineros lo han visto llorar por la borda, fiero. ¡Por las sirenas malditas, matádmelo, marineros! Que él quiere ser rey del mar y yo también quiero serlo. II ¡Mis hombros de hombre de mar! (Un manto de agua salada, para vosotros, mis hombros.) ¡Mi frente de rey del mar!... | |
de Rafael Alberti en la voz de Nuria Espert |
Los mendigos pelean por España mendigando en París, en Roma, en Praga y refrendando así, con mano gótica, rogante, los pies de los Apóstoles, en Londres, en New York, en Méjico. Los pordioseros luchan suplicando infernalmente a Dios por Santander, la lid en que ya nadie es derrotado... | |
de César Vallejo en la voz de Claudio Obregón |
Los méritos de una cosa no vienen de ella: van a ella. De: Voces | |
de Antonio Porchia en la voz de Antonio Porchia Colaboración: Alejandra Correa |
Los mismos sitios y las mismas calles. Días como tirados a cordel , tan lisos y tan sin detalles. Cual el tic-tac de un reloj isócrona la vida, y monótono el latir del corazón. El propio sol adormilado y yerto echado como un perro junto al huerto; las mismas puertas en los mismos... | |
de Francisco González Léon en la voz de Rosenda Monteros |
Los muertos mandan. ¡Sí, tú mandas, vida mía! Si ejecuto una acción, digo: ¿Le gustaría? Hago tal o cual cosa pensando: ¡Ella lo hacía! Busco lo que buscabas, lo que dejabas dejo, amo lo que tú amabas; copio como un espejo tus costumbres, tus hábitos..., ¡Soy no más tu reflejo!... | |
de Amado Nervo en la voz de Enrique Rambal |
Los murciélagos no saben una palabra de su prestigio literario. Con respecto a la sangre, les gusta la indefensa de las vacas, útiles señoronas incapaces de fraguar un collar de ajos, una estaca en el pecho, un crucifijo; pues tan sólo responden a la broma sangrienta, al beso impuro... | |
de José Emilio Pacheco en la voz de José Emilio Pacheco |
Los músicos halagan sus cariñosas guitarras. La muerte, de antiguo dril, escucha inmóvil. Los músicos elogian al sol y enumeran con delicia las dulzuras más importantes. La muerte, de antiguo dril, escucha inmóvil. Lentos, los músicos acallan sus cariñosas guitarras. La muerte vira la cara... | |
de Eliseo Diego en la voz de Eliseo Diego |
Los nervios se me adhieren al barro, a las paredes, abrazan los ramajes, penetran en la tierra, se esparcen por el aire, hasta alcanzar el cielo. El mármol, los caballos tienen mis propias venas. Cualquier dolor lastima mi carne, mi esqueleto... | |
de Oliverio Girondo por Darío Grandinetti |
los niños, el océano, la vida silvestre, Bach. el hombre es un extraño animal. En la mayor parte del mundo la mitad de los niños se van a la cama hambrientos. ¿Renuncia el ángel a sus plumas, al iris, a la gravedad y la gracia? ¿Se acabo para nosotros la esperanza de ser mejores... | |
de Blanca Varela en la voz de Blanca Varela |
Los nopales nos sacan la lengua pero los maizales por estaturas con su copetito mal rapado y su cuaderno debajo del brazo nos saludan con sus mangas rotas. Los magueyes hacen gimnasia sueca de quinientos en fondo y el sol -policia secreto- (tira la piedra y esconde la mano) denuncia... | |
de Salvador Novo en la voz de Salvador Novo |
Los ojos se me fueron tras de una morena que pasó. Era de nácar negro, era de uvas moradas, y me azotó la sangre con su cola de fuego. Detrás de todas me voy. Pasó una clara rubia como una planta de oro balanceando sus dones. Y mi boca se fue como con una ola descargando en su pecho relámpagos de sangre... | |
de Pablo Neruda en la voz de Conchita Fernández |
Los pobres tipos nacen (o se hacen, da lo mismo) con estigmas: jorobas invisibles, patas de palo, ojos de vidrio, prótesis de caderas, gorgueras de fracturas cervicales, sarcomas, sífilis lepra (los más antiguos) Sida. Deben matarse, noche y día, para construir como ingenieros castillos o casas económicas... | |
de Washington Benavides en la voz de Washington Benavides |
Los pobres viajan. En la estación de autobuses levantan los pescuezos como gansos para mirar los letreros del autobús. Sus miradas son de quien teme perder alguna cosa: la maleta que guarda un radio de pilas y una chaqueta que tiene el color del frío en un día sin sueños... | |
de Ledo Ivo por Ledo Ivo |
Los pobres viajan. En la estación de autobuses levantan los pescuezos como gansos para mirar los letreros del autobús. Sus miradas son de quien teme perder alguna cosa: la maleta que guarda un radio de pilas y una chaqueta que tiene el color del frío en un día sin sueños... | |
de Ledo Ivo por Ledo Ivo (portugués ) y Mario Bojórquez (español) |
Los que auscultasteis el corazón de la noche, los que por el insomnio tenaz habéis oído el cerrar de una puerta, el resonar de un coche lejano, un eco vago, un ligero rüido... En los instantes del silencio misteriosos, cuando surgen de su prisión los olvidados, en la hora de los muertos... | |
de Rubén Darío en la voz de Jaime Torres Bodet |
Los que dieron sus alas están tristes, de no verlas volar. De: Voces | |
de Antonio Porchia en la voz de Antonio Porchia Colaboración: Alejandra Correa |
Los que escogieron la náusea nunca han vomitado. Abrir mortajas en un hospicio es ocultar la cuarta dimensión de la tragedia. Caminar descalzos, desde otro ángulo en otra superficie. Vigilar con el delirio también, desde otra circunstancia. De: La anunciación de la... | |
de Luis Raúl Calvo en la voz de Luis Raúl Calvo |
Los que tenemos unas manos que no nos pertenecen, grotescas para la caricia, inútiles para el taller o la azada, largas y fláccidas como una flor privada de simiente o como un reptil que entrega su veneno porque no tiene nada más que ofrecer. Los que tenemos una mirada culpable y... | |
de Salvador Novo en la voz de Salvador Novo |
Los recuerdo turgentes y temblones, tu grandes, densos pechos juveniles, tímidos y procaces, pastoriles, frescos como aromáticos melones. Eran el más solemne de tus dones cuando al fin liberabas sus perfiles en cuartos cursis de moteles viles, deliciosa de susto y decisiones... | |
de Tomás Segovia en la voz de Pablo López del Castillo |
Los recuerdo turgentes y temblones, tu grandes, densos pechos juveniles, tímidos y procaces, pastoriles, frescos como aromáticos melones. Eran el más solemne de tus dones cuando al fin liberabas sus perfiles en cuartos cursis de moteles viles... | |
de Tomás Segovia en la voz de Tomás Segovia |
Los rumores de la plaza quedan atrás y entro en la Biblioteca. De una manera casi física siento la gravitación de los libros, el ámbito sereno de un orden, el tiempo disecado y conservado mágicamente. A izquierda y a derecha, absortos en su lúcido sueño, se perfilan los rostros... | |
de Jorge Luis Borges en la voz de Jorge Luis Borges |
Los seis hermanos rápidos dedos en el gatillo Earl Himie Weiss no pudo llevarlos a dar una vuelta oían cantar a Sam Samoots Amatuma guantes de sedaSam Samoots qué bien cantaba guantes de seda en el alma. En la taberna de los Cuatro 2 y de parte de Al , una sonrisa le regalaban en cada tiro... | |
de Raúl González Tuñón en la voz de Raúl González Tuñón |
Los seres de la tierra son el aire y el mar y las llanuras incansables, el río tumultuoso que desciende, lleno de ojos y aletas, y las arduas montañas con cumbres coronadas de voces, y ese enardecido señor de luz que murmura en la hoguera... | |
de William Ospina en la voz de William Ospina Colaboración: Álvaro Castaño Castillo, fundador y director de la emisora HJCK |
los sueños rotos por la realidad los compañeros rotos por la realidad/ los sueños de los compañeros rotos ¿están verdaderamente rotos/perdidos/nada/ se pudren bajo tierra?/¿su rota luz diseminada a pedacitos bajo tierra?/¿alguna vez los pedacitos se van a juntar?... | |
de Juan Gelman en la voz de Carmen Feito Maeso |
Los suspiros son aire y van al aire. Las lágrimas son agua y van al mar. Dime, mujer: cuando el amor se olvida, ¿sabes tú adónde va? De: Rimas, leyendas y... | |
de Gustavo Adolfo Bécquer en la voz de Favio Camero |
LOS TOROS Está en la plaza Mayor todo Madrid celebrando con un festejo los días de su rey Felipe cuarto. Este ocupa, con la reina y los jefes de palacio, el regio balcón vestido de tapices y brocados. En los otros, que hermosean reposteros y damascos, los grandes, con sus señoras y... | |
de Duque de Rivas en la voz de Adolfo Marsillach |
Los viejos liberales han traído sus sombreros de paja pobre y dura, los trajes escarchados y la oscura señal de algunos rostros conmovidos. Aquel negro de bíblica estatura conversa con un viejo decidido, mientras los breves rosas y sonidos de la fiesta despliegan su ternura... | |
de Eliseo Diego en la voz de Eliseo Diego |
Lou pasa entre la fiesta de las balas de Octubre Y es sólo una coraza de amor lo que la cubre. No morirás, Lou mía, no acabará tu espera En el regazo rojo de esta roja trinchera. Es sólo mi memoria lo que así te convida A negar estas sombras con tu risa y tu vida... | |
de William Ospina en la voz de William Ospina Colaboración: Álvaro Castaño Castillo, fundador y director de la emisora HJCK |
Luchando, cuerpo a cuerpo, con la muerte, al borde del abismo, estoy clamando a Dios. Y su silencio, retumbando, ahoga mi voz en el vacío inerte. Oh Dios. Si he de morir, quiero tenerte despierto. Y, noche a noche, no sé cuándo oirás mi voz. Oh Dios. Estoy hablando solo... | |
de Blas de Otero en la voz de Pedro María Sánchez |
Luchando, cuerpo a cuerpo, con la muerte, al borde del abismo, estoy clamando a Dios. Y su silencio, retumbando, ahoga mi voz en el vacío inerte.Oh Dios. Si he de morir, quiero tenerte despierto. Y, noche a noche, no sé cuándo oirás mi voz... | |
de Blas de Otero en la voz de Marcelo Cejas |
Luna fija y redonda de níquel taciturno, tú, sempiterna cómplice de la novia que espera, medallón suspendido sobre el pecho nocturno, ¿viste llegar la Muerte con sus ojos de cera? Luna grande del trópico, que estás entre las cañas, tú, que de noche vives, Luna, tú que no duermes y... | |
de Nicolás Guillén en la voz de Marcelo Cejas |