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25 poemas aleatorios | |
Un bosque de cuchillos ciñe un traje de novia. Es la patria del fuego y la ignominia que habita en los suburbios calcáreos de la memoria. Los pájaros siempre son una despedida, silente y pálida, como ciertos atardeceres en el mar. Crece un muro con la lumbre del abandono, ... | |
Tantas veces me mataron tantas veces me morí sin embargo estoy aquí resucitando. Gracias doy a la desgracia y a la mano con puñal porque me mató tan mal y seguí cantando. Tantas veces me borraron tantas desaparecí a mi propio entierro fui sola y llorando. Hice un nudo en el pañuelo ... | |
¿No notas como el amor hiere? Y nos corta, las manos. De: Destino de fuego | |
La noche no sabe como es, donde está, se desconoce está sudorosa de estrellas 1 oveja 2 ovejas 3 ovejas y los rincones se llenan de golpes de besos tristes llenos de moho y ojeras 4 ovejas 5 ovejas 6 ovejas eres un amor de fugas perpetuas un diablo borracho que llena mis manos de niebla ... | |
El mío, el importante, el que me dura; perfecto como el jueves o el verano. Éste que nunca pierdo, casi hermano, lo menos frío, la mayor dulzura. El comparable a un soplo en la cintura, y la inocente mano de mi mano; el acostado a sollozar temprano, el que tiene también de mi locura. ... | |
Mis ojos, sin tus ojos, no son ojos, que son dos hormigueros solitarios, y son mis manos sin las tuyas varios intratables espinos a manojos. No me encuentro los labios sin tus rojos, que me llenan de dulces campanarios, sin ti mis pensamientos son calvarios criando cardos... | |
Daba el reloj las doce... y eran doce golpes de azada en tierra... ... ¡Mi hora! grité- ... El silencio me respondió: No temas; tú no verás caer la última gota que en la clepsidra tiembla. Dormirás muchas horas todavía sobre la orilla vieja y encontrarás una mañana pura amarrada tu barca a otra ... | |
En la sala tranquila cuyo reloj austero derrama un tiempo ya sin aventuras ni asombro sobre la decente blancura que amortaja la pasión roja de la caoba, alguien, como reproche cariñoso, pronunció el nombre familiar y temido. La imagen del tirano abarrotó el instante, no clara como un mármol ... | |
Te veo como un temblor en el agua. Te vas, te venís, y dejás anillos en mi imaginación. Cuando estoy con vos quisiera tener varios yo, invadir el aire que respirás, transformarme en un amor caliente para que me sudés y poder entrar y salir de vos. ... | |
Sobre un acantilado las águilas guardan Montsalvat, la cúspide en ruinas que alojaron los muros del castillo. Ahora sólo el viento punza la sinfonía del eco y habla contando la leyenda a las nieves latinas de los riscos. La luna encumbra su vórtice de emblemas sobre el alcázar ... | |
Dejad que a voces diga el bien que pierdo, si con mi llanto a lástima os provoco; y permitidme hacer cosas de loco: que parezco muy mal amante y cuerdo. La red que rompo y la prisión que muerdo, y el tirano rigor que adoro y toco, para mostrar mi pena son muy poco, si por mi mal de lo que fui ... | |
El que fue paraíso de la casa se fue, y en su lugar vino el infierno: heme aquí desdichado después de venturoso. Llegó el ocaso del sol y le siguió una negra noche. (De:Poemas del fuego y otras casidas) Traducción: Teresa Garulo | |
Esta paz ya es calvario, la patria ya no es patria, Este amor que nos mueve es un amor vacío, Ya el cielo de los pueblos no se baña en el río Ni le reparte trinos a la vieja campana. Ya no hay calor humano en la humilde cabaña Donde el fogón y Cristo agonizan de frío, Ya el camino ... | |
Llegan las primeras oleadas del pueblo A encender con sus fuegos nada fatuos La mecha de mis cicatrices. Desanda el estambre La torturada extensión de los ovillos; Prodigiosamente se aclara el agua Y los frutos del muro de las nieblas A bayoneta calada son mondados. Tienen... | |
A v e Canta suave que tu canto encanta sobre el campo inerte sones vierte y ora- ciones llora. Desde la cruz santa el triunfo del sol canta y bajo el palio azul del cielo deshoja tus cantares sobre el suelo. Une tus notas a las de la campana Que ya se despereza ebria de mañana ... | |
¡Feliz quien junto a ti por ti suspira, quien oye el eco de tu voz sonora, quien el halago de tu risa adora y el blando aroma de tu aliento aspira! Ventura tanta, que envidioso admira el querubín que en el imperio mora, el alma turba, el corazón devora, y el torpe acento, al expresarla, expira. ... | |
Mi corazón abrió su sangre y voló la paloma...Juan Ramón Jiménez Afuera era la muerte y el corazón latiendo los gritos en la calle y el corazón cayendo. Los hombres que combaten y el corazón con fuego. La muerte iba aplastando y el corazón ardiendo. Los llantos, los caídos ... | |
Después de insistir mucho, conseguí quedarme diez minutos solo con mi madre. Un guardia gordo, que mascaba chicle, me llevó hasta el lugar de visitas. Estaba ahí, de pie, con su delantal naranja. Separados por un vidrio inmenso nos sentamos uno frente al otro. Ella agarró su teléfono, ... | |
Es voz común que a más del medidodía, en ayunas la Zorra iba cazando: halla una parra; quédase mirando de la alta vid el fruto que pendía. Cansábala mil ansias y congojas no alcanzar a las uvas con la garra, al mostrar a sus dientes la alta parra negros racimos entre verdes hojas. Miró saltó ... | |
No me queréis, lo sé, y que os molesta Cuanto escribo. ¿Os molesta? Os ofende. ¿Culpa mía tal vez o es de vosotros? Porque no es la persona y su leyenda Lo que ahí, allegados a mí, atrás os vuelve. Mozo, bien mozo era, cuando no había brotado Leyenda alguna, caísteis sobre un libro ... | |
I Todo en nosotros fluye como savia, como el agua de la palabra cuando, con acentro y sin él. Somos adverbios de lugar sin lugar.Nuestro caudal busca el mar y lo llama y no conoce las tierras que atraviesa, las ciudades que se miran en él, la sed, los puentes que lo salvan, ... | |
Bella Vista era un mundo inalcanzable, un barrio como esculpido en hielo, lejos de nuestra frontera. Allá estaban las mansiones con portales y flores, como de mentira. Acá era la terrible pregunta de mi hermana menor cuando pasábamos en el autobús: ¿Por qué ellos pueden vivir allí y nosotros no? ... | |
Hace años recorrí en tren lo que ahora es un país destruído. Vi y escuché cosas imprevistas que me pusieron un nudo en la garganta, y pensé entonces escribir La balada de Branko Petrovski . Cómo imaginar que ocurriría lo que todos sabemos. Esta no es la balada que quería, ... | |
Sin arrimo y con arrimo, sin luz y a oscuras viviendo todo me voy consumiendo. 1Mi alma está desasida de toda cosa criada, y sobre sí levantada, y en una sabrosa vida, sólo en su Dios arrimada. Por eso ya se dirá la cosa que más estimo que mi alma se ve ya sin arrimo y con arrimo. ... | |
¿Cuántas estrellas tiene el cielo? La última noche que pasamos juntos, lo preguntó: ¿Cuántas estrellas tiene el cielo? Trescientas cincuenta mil. ¿A que no? ¿A que si? Cállate. Esta noche no quiero que preguntes esas cosas. Esta noche, si quieres preguntar cuantas estrellas tiene el cielo, ... | |
