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25 poemas aleatorios | |
Nunca te tengo tanto como cuando te busco sabiendo de antemano que no puedo encontrarte. Sólo entonces consiento estar enamorada. Sólo entonces me pierdo en la esmaltada jungla de coches o tiovivos, cafés abarrotados, lunas de escaparates, laberintos de parques o de espejos, ... | |
Soy rico, yo, el señor Nezahualcóyotl. Reúno el collar, los anchos plumajes de quetzal, por experiencia conozco los jades, ¡son los príncipes amigos! Me fijo en sus rostros, por todas partes águilas y tigres, por experiencia conozco los jades, ... | |
Cando penso que te fuches, Negra sombra que m´asombras, Ô pe d´os meus cabezales Tornas facéndome mofa. Cando maxino qu´ ês ida N´o mesmo sol te m´amostras, Y eres a estrela que brila, Y eres o vento que zóa. Si cantan, ês tí que cantas, Si choran, ês tí que... | |
No me puedo quejar de tu cariño del cual soy bien servido, ni andarme por las ramas cuando hay que echar el hombro, ni presentar excusas a quienes recolectan sentimientos dulces, ni ser inexpresivo como los bustos de los parques mientras sea tu nombre el engranaje central de mi existencia ... | |
Me dan los dados, dicen: ¿tiras o la muerte? con ellos juegas con su juego vives donde nace la fórmula te haces donde se rompe acabas. Y si te dan los dados te dirán: ¡juega la vida! porque los dados son la cara del insomnio y la pena y otros hasta... | |
Un mito es una antorcha. Y vienen marineros detrás de la presencia que, débil, recompone la estatua de la luz. Belleza. Como un jardín abriéndose a la quietud del cosmos en la noche. Sólo así percibimos. Veneramos. O acaso, quebrada claridad de los torrentes, ... | |
Son cuatro inviernos de agonía hermana. De amanecer el corazón abierto. Quisiera ser, pero el futuro incierto me ensombrece la senda del mañana. Cuatro años de penumbra cotidiana. De presentir vivir, viviendo muerto. De abrir el corazón, sentirlo yerto, sin escuchar su musical campana. ... | |
El aleteo de la flor del cardo entre espinasde viento (Del libro de reciente aparición Estrella oída, coeditado por El Aduanero y la UAM Azcapotzalco.) | |
Soñé que en las instancias de mi ruego tu amor me prometiste enamorada, y al brillo de la luz de tu mirada para siempre quedé tu esclavo ciego. Al estrecharte entre mis brazos luego hiciste alarde de la fe jurada, y con tu boca ardiente y perfumada me contagiaste tu pasión de fuego. ... | |
Yo estoy bastante satisfecho de que pueda hablarme a mí mismo y de que, además, pueda ser oído por alguien que como yo es de mi entera confianza. Y que me presta tanta tanta atención como la que yo a mí mismo me presto. | |
Para buscar el alma de los vinos no me basta mi cáliz cincelado. Quiero altas copas de cristal tallado que imiten largos cuerpos femeninos. Copas en cuyos bordes cristalinos el vino fuera un beso prolongado, ya que en todas las bocas que he besado los besos fueron capitosos vinos. ... | |
¡Detente aquí, viajero! En estas peñas nace el que es y será rey de los ríos, entre pinos gigantes y bravíos, que arrullan su nacer y ásperas breñas. El reflejo otro tiempo las enseñas, las armas, los corceles y atavíos de razas imperiosas, cuyos bríos postráronse en sus márgenes risueñas ... | |
Ayerhace diez años debo confesar me hice algún fraudetrabé una arenga con mis pasos y poco escatimé en recursos para hacer de mi memoria un breve y denso cúmulo de horrores y no fue justo alimentar de oprobios mis recuerdos se me es dada la oportunidad de renombrar ... | |
Que mis pedazos alimenten tus bocanadas no es reciente mas que venga yo a tu giro plena y en enorme salto te penetre | |
Ruge el mar, y se encrespa y se agiganta; la luna, ave de luz, prepara el vuelo y en el momento en que la faz levanta, da un beso al mar, y se remonta al cielo. Y aquel monstruo indomable, que respira tempestades, y sube y baja y crece, al sentir aquel ósculo, suspira... y en su cárcel de rocas... ... | |
Compruebo apodíctico la evidencia del hueso atónito Aquí soy, aquí entiendo el rasgo roto el rostro perpetrado la luz tardía, la tardía luz de este templo de deformadas deidades tejidos y Escupir dedos catalepsia Pálidos se muestras los bordes líquidos: es el panteísmo de algún licor, ... | |
No podría llegar aunque camine mucho. Todo, absolutamente todo, es horizonte. El movimiento de tus párpados me aleja. Busco y te escondes, lanzo al agua una piedra y no se rizan las ondas, vuelvo donde tu estás y pasamos sin vernos, nada busco en ti que no sea mío. ... | |
I /1/ Sic transit gloria mundi, y las miserias también son transitorias -las frecuentes desgracias y la muerte de las fuentes que se secan -el pasto de las eras se estraga -y en las ferias de los vivientes danzan calaveras. /2/ Los muertos sufren calambres, pruritos y otros males. ... | |
de arriba abajo o bien de abajo arriba este camino lleva hacia sí mismo simulacro de cima ante el abismo árbol que se levanta o se derriba quien en la alterna imagen lo conciba será el poeta de este paroxismo en un amanecer de cataclismo náufrago que a la arena al fin arriba vanamente ... | |
Tarde tranquila, casi con placidez de alma, para ser joven, para haberlo sido cuando Dios quiso, para tener algunas alegrías... lejos, y poder dulcemente recordarlas. LXXIV De: Galerías | |
Han pasado los vientos y mirarse a los ojos no es sencillo. Vivir esta ciudad es pisar un jardín de tachaduras, la presencia infectada de lo que ya no existe, de lo que fue recinto del invierno o refugio del sol, teatro de las lluvias y de los conocidos. ... | |
la voz, la de esta niña que canta sola ahí , la del muchacho que por la noche da gritos y repite obsesivo hijo de puta, las voces de los niños que juegan; intransitiva voz, exenta en el mundo, cuerpos autómatas que a diario veo y que no veo, chillidos veloces de vencejos en el ... | |
De cuerpo entero mi nombre. De débil salud y precaria realidad. ¿Quién es este tu yo? -me has preguntado- Y tu voz sólo ha lamido mi labio interior, ese por el que he parido las sílabas que no han podido repetir el nombre. ¿Mi nombre? Su nombre De: 1999. Poemas | |
Siempre me he sentido como Carolina Lamb desde que vi aquella película en La Habana. Yo también me he disfrazado de cochero, he hablado en idiomas extraños, he falsificado identificaciones y he escrito cartas apasionadas, para despertar sobre tu pecho. | |
El hormiguero hace erupción. La herida abierta bortotea, espumea, se expande, se contrae. El sol a estas horas no deja nunca de bombear sangre, con las sienes hinchadas, la cara roja. Un niño —ignorante de que en un recodo de la pubertad lo esperan unas fiebres y un... | |
