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listado de poemas en audio por primeros versos letra r

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54 poemas con la letra "r"

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Contigo de Octavio Paz
Ráfagas turquesa loros fugaces en parejas Vehemencias el mundo llamea Un árbol hirviente de cuervos arde sin quemarse Quieta entre los altos tornasoles eres una pausa de la luz El día es una gran palabra clara palpitación de vocales Tus pechos maduran bajo mis ojos Mi pensamiento es más ligero que el aire...
Madrugada de Octavio Paz
Rápidas manos frías retiran una a una las vendas de la sombra. Abro los ojos todavía estoy vivoen el centro de una herida todavía fresca. De: Libertad bajo palabra
A mi madre de Juan Gelman
Recibí tu carta 20 días después de tu muerte y cinco minutos después de saber que habías muerto / una carta que el cansancio, decías, te interrumpió / te habían visto bien por entonces / aguda como siempre / activa a los 85 años de edad pese a las tres operaciones contra el cáncer...
Los grillos (defensa e ilustración de la poesía) de José Emilio Pacheco
Recojo una alusión de los grillos: su rumor es inútil, no les sirve de nada entrechocar sus élitros. Pero sin la señal indescifrable que se trasmiten de uno a otro. la noche no sería (para los grillos) noche...
Batman de José Carlos Becerra
Recomenzando siempre el mismo discurso, el escurrimiento sesgado del discurso, el lenguaje para distraer al silencio; la persecución, la prosecución y el desenlace esperado por todos. Aguardando siempre la misma señal, el aviso del amor, de peligro, de como quieran llamarle. (Quiero...
Representación de Carmen Alardín
Recreo una vida que se parece a otras una vida insaciable de controles remotos de escenarios difusos tratando de encontrar la punta de los hilos que se quedaron sueltos. Alguien grita y difiere del ritmo y de la letra representa una vida sin saberme los guiones...
Recuerda que tú existes tan sólo en este libro... de Luis García Montero
Recuerda que tú existes tan sólo en este libro, agradece tu vida a mis fantasmas, a la pasión que pongo en cada verso por recordar el aire que respiras, la ropa que te pones y me quitas, los taxis en que viajas cada noche, sirena y corazón de los taxistas, las copas que compartes por...
Recuérdame en alta mar... de Rafael Alberti
Recuérdame en alta mar, amiga, cuando te vayas y no vuelvas. Cuando la tormenta, amiga, clave un rejón en la vela. Cuando alerta el capitán ni se mueva. Cuando la telegrafía sin hilos ya no se entienda. Cuando ya al palo-trinquete se lo trague la marea. Cuando en el fondo del mar...
Cantar de Valparaíso de Jaime García Terrés
Recuerdas que querías ser un poeta telúrico? Con fervor aducías los admirables ritos del paisaje, paladeabas nombres de volcanes, ríos, bosques, llanuras, y acumulabas verbos y adjetivos a sismos o quietudes (aun a las catástrofes extremas del planeta) vinculados...
Coplas de Don Jorge Manrique por la muerte de su padre de Jorge Manrique
Recuerde el alma dormida, avive el seso y despierte, contemplando cómo se pasa la vida, cómo se viene la muerte tan callando; cuán presto se va el placer, cómo, después de acordado da dolor, cómo, a nuestro parescer, cualquiera tiempo pasado fue mejor. Pues si vemos lo presente, cómo...
Primera evocación de Angel González
Recuerdo bien a mi madre. Tenía miedo del viento, era pequeña de estatura, le asustaban los truenos, y las guerras siempre estaba temiéndolas de lejos, desde antes de la última ruptura del Tratado suscrito por todos los ministros de asuntos exteriores. Recuerdo que yo no comprendía...
Recuerdo el frío del amanecer... de Antonio Gamoneda
Recuerdo el frío del amanecer, los círculos de los insectos sobre las tazas inmóviles, la posibilidad de un abismo lleno de luz bajo las ventanas abiertas para la ventilación de la enfermedad, el olor triste de la sosa cáustica. De: El libro del...
Mujer y perros de Sebastián Salazar Bondy
Recuerdo en Lima una mujer, una cansada sombra de pordiosera que juntaba perro a perro como los frutos de su vientre. Eran canes de paso, animales manchados, negros, hoscos, melancólicos hijos que la escuchaban en el suelo y lamían su mano agradecidos de una llaga, un harapo mejor, un simple hueso...
Recuerdo la estatua de un caballo alado... de Espido Freire
Recuerdo la estatua de un caballo alado, el cuello tenso, el fluir en el aire y una mujer tranquila; debió ser mi madre. Sólo eso queda de mi infancia. El resto me lo robó un remolino. Yo no recuerdo... El brillo en el cielo, el mármol del caballo, la luz. Luego la noche. Mi padre me pide que calle...
Recuerdo mi casamiento... de Marosa Di Giorgio
Recuerdo mi casamiento, realizado remotamente allá en los albores del tiempo. Mi madre y mis hermanas se iban por los corredores. Y los viejos murciélagos testigos en las nupcias de mis padres salieron de entre las telarañas, a fumar, descreídos, sus pipas. Todo el día surgió humo de la casa; pero, no vino nadie; sólo al atardecer empezaron a acudir animalejos e increíbles parientes...
Barrancas del Plata en Colonia de Alfonsina Storni
Redoble en verde de tambor los sapos y altos los candelabros mortecinos de los cardos me escoltan con el agua que un sol esmerilado carga al hombro. El sol me dobla en una larga torre que va conmigo por la tarde agreste y el paisaje se cae y se levanta en la falda y el filo de las...
Juan, I, 14 de Jorge Luis Borges
Refieren las historias orientales la de aquel rey del tiempo, que sujeto a tedio y esplendor, sale en secreto y solo, a recorrer los arrabales. Y a perderse en la turba de las gentes de rudas manos y de oscuros nombres; hoy, como aquel Emir de los Creyentes, Harún, Dios quiere andar...
Regaló la noche... de Teresa Wilms Montt
Regaló la noche al pantano una estrella. Centro de la esfera fangosa irradiaba el astro en la podredumbre verde, palacio de reptiles. Y en coro alrededor, lotus de veneno surgían sapos inquietando el sosiego de los valles con el croar siniestro. Despertó el águila, y abandonando la roca, voló hacia el plano...
Las trasterradas de Enzia Verduchi
Regresamos a la tierra nunca propia huella de patria imaginaria. Llevamos por dentro la casa, el árbol y el sueño. En una pared rentada mi hermana retiene una fotografía: fragmentos mediterráneos. Hablamos el idioma donde no existe posesión de las circunstancias. nuestra infancia...
Regresos de Saúl Ibargoyen
Regresan las musas de sus viajes profundos: en el rostro estallan mínimas arrugas y lunares. Las pieles de cada mano retienen el sabor de contactos súbitamente lejanos el calor del pan tejido con harinas extrañas el olor de otras manos que de golpe envejecieron...
Regresar al viejo sitio... (Poema XVI) de Luis Raúl Calvo
Regresar al viejo sitio tiene sus riesgos. Uno llega con el deseo de encontrar la imagen suspendida en el pasado pero el paso del tiempo nos da otras respuestas. Ni las mismas casas ni los mismos rostros ni los mismos olores ni las mismas aguas ni las mismas miserias ni las mismas...
Canto (IV) de Mario Bojórquez
Regresarás del llanto en la postrera cumbre Tu oído sensitivo desliará el soplo de flautas Que te anuncian con cara deslavada Por el fútil contacto de fluidos Tu mano trémula se aferrará al báculo torpe Como las hierbas huérfanas al borde del abismo De: El deseo postergado Premio...
La orfandad del sueño de Thelma Nava
Regreso de los sueños que se inclinan cada noche a recoger violetas. De tardes que se juran la lluvia a perpetuidad. De palomas que se adelantan a los acontecimientos. Regreso porque es preciso convencerse y mirar que los atardeceres cambian siempre de sitio y la lluvia no solamente se detiene en los labios...
A las estrellas de Gertrudis Gómez de Avellaneda
Reina el silencio: fúlgidas en tanto, luces de paz, purísimas estrellas, de la noche feliz lámparas bellas, bordáis con oro su luctuoso manto. Duerme el placer, mas vela mi quebranto, y rompen el silencio mis querellas, volviendo el eco, unísono con ellas, de aves nocturnas el siniestro canto...
Reinado del agua, al sesgo... (Ánima) de José Kozer
Reinado del agua, al sesgo. Con fervor (agua) con fervor (agua). Lluvia sin lumbre contraria al agua. Ígneo reinado el agua del subsuelo, agua del agua. Agua vaciada, agua del Reino. La clarividencia del agua entre las manos: regocijo del cristal...
Relámpago extasiado entre dos noches... de Vicente Gerbasi
Relámpago extasiado entre dos noches, pez que nada entre nubes vespertinas, palpitación del brillo, memoria aprisionada, tembloroso nenúfar sobre la oscura nada, sueño frente a la sombra: eso somos. Por el agua estancada va taciturno el día, doblegando los juncos hacia barcas de...
Molinillos de viento de Carlos Barral
Repentina extrañeza de ser reconocido por un mendigo, y en la plataforma de un tren, en una hermosa tarde del otoño. Íbamos volcados sobre el campo fugitivo detrás, junto a los perros acurrucados de los cazadores y unas cuantas mochilas...
Tumbas en la ciudad de José Lupiáñez
Repica el agua en la verde maleza que ahoga las tumbas de los antepasados: estelas inclinadas y hundidas en la tierra llevan grabadas frases que en su vida los muertos idearon. Sentencias y deseos, sueños tallados en la piedra. Y ahora la lluvia toca sus pensamientos y resuena...
Carta al joven poeta para que no envejezca nunca de Gonzalo Rojas
Repita usted siete veces: no hay rata curativa y sanará, repita, repita, hasta que las palomas salgan volando del pantano y aparezca Lautréamont como por encanto riendo sin paraguas ni mesa de disección, ¡pamplina el azar!, el juego es otro y no se sabe cuál, no hay belleza...
La tomba de Rilke de Marià Manent
Reposes en l extrem cementiri, damunt la roca fosca, amb l heura muntanyana, que no tem el gebre del febrer. Tens una creu ben tosca, de fossar de pastors i camperols, i cenyeix el teu clos una pedra corcada com les arques de núvia. Neus i sols han fet grisa la creu, amb color de boirada...
Respeto al vino de Eduardo Langagne
Respeto al vino: ha esperado su momento sin angustia. Respeto su reposo en el pausado tiempo de bodega. Respeto su apego a la delicia, su paciencia a lo oscuro, su paso por las venas de un roble que pervive. Respeto su color intenso, su cascada de líquidos rubíes...
Retorcedme sobre el mar... de Rafael Alberti
Retorcedme sobre el mar, al sol, como si mi cuerpo fuera el jirón de una vela. Exprimid toda mi sangre. Tended a secar mi vida sobre las jarcias del muelle. Seco, arrojadme a las aguas con una piedra en el cuello para que nunca más flote. Le di mi sangre a los mares. ¡Barcos, navegad...
La llegada de los Reyes Magos de Félix Lope de Vega
Reyes que venís por ellas, no busquéis estrellas ya, porque donde el sol está no tienen luz las estrellas. Reyes que venís de Oriente al Oriente del sol solo, que más hermoso que Apolo, sale del alba excelente. Mirando sus luces bellas, no sigáis la vuestra ya, porque donde el sol...
Las calaveras de Posada de Enrique Molina
Ríen a subterráneas carcajadas. Secas mandíbulas en los alvéolos de la noche; mi madre no les teme, les reza con dulzura como a una maldad, que dejen bajo las piedras sus pistolas, semejante jarana, zapateos, hembras, las guitarras apenas emiten un rumor de alimaña que escarba,...
Callar de Sara de Ibáñez
Rigor de esta ciencia rara que en relámpago indiviso del infierno al paraíso quiebra el color de mi cara. Que ya no me desampara su asistencia abrasadora, la palabra me devora si me aviva el pensamiento, y en callada flor del viento mi antigua canción demora. De: Las...
El remanso de Dulce María Loynaz
Río cansado se acogió a la sombra de los árboles dulces...,de los árboles serenos que no tienen que correr... Y allí se quedó en gracia de recodo. Ya está el remanso. Mínimas raíces lo fijan a la orilla de su alma: Reflejando las luces y las sombras, se duermen con un sueño sin distancias...
Romance del Duero de Gerardo Diego
Río Duero, río Duero, nadie a acompañarte baja, nadie se detiene a oír tu eterna estrofa de agua. Indiferente o cobarde, la ciudad vuelve la espalda. No quiere ver en tu espejo su muralla desdentada. Tú, viejo Duero, sonríes entre tus barbas de plata, moliendo con tus romances las cosechas mal logradas...
Romance del Duero de Gerardo Diego
Río Duero, río Duro, nadie a acompañarte baja, nadie se detiene a oir tu eterna estrofa de agua. Indiferente o cobarde la ciudad vuelve la espalda. No quiere ver en tu espejo u muralla desdentada. Tú, viejo Duero, sonríes entre tus barbas de plata moliendo con tus romances las...
Riomío de mi huir de Juan Ramón Jiménez
Riomío de mi huir, salido sol de mis venas, que con mi sangre has regado parajes de tanta tierra, ¡cómo me gusta dejarte ir con lo que te me llevas, verte perderme en el mar que se apropia mi leyenda, en un fundirnos que es aumento de dos presencias...
Robar el mundo de Carlos Edmundo de Ory
Robar el mundo de la fiel mesura que hay en los ojos de un caballo. Un sello robar de la hermosura de un cabello. Un sello de mujer y de hermosura. No robar nada. Contemplar la altura de un pájaro y del sol, de esto y de aquello que de la oscura noche...
Paradiso (fragmento) de José Lezama Lima
Rodaba ya el primer cuadrante de la medianoche y José Cerní tarareaba y quería pasar más dentro del silencio. La noche caía incesante como si se hubiera apeado de un normando caballo de granja. Cerní se sentía apoyado por el traqueteo de los ómnibus, los dialogantes esquinados,...
Cerezas de Ramón Xirau
Rojas las cerezas, rojo el claustro iluminado de vidas limpias. Claridad. ¿El sol, cántico de fuego? Rojas las cerezas todo luz, todo mar todo claustro. Cireresa Octavio Pazen seu aniversario Vermelles les cireres, vermell el claustre...
Un castellano leal de Duque de Rivas
Romance Primero Hola, hidalgos y escuderos de mi alcurnia y mi blasón, mirad como bien nacidos de mi sangre y casa en pro, esas puertas se defiendan; que no ha de entrar, vive Dios, por ellas quien no estuviere más limpio que lo está el sol. No profane mi palacio un fementido...
Angelus Domini de Manuel José Othón
Rompe el alba el botón de la mañana con sus dedos de niebla luminosa y en el declive del alcor se posa una nube de aerea porcelana. Abajo se despierta la sabana, el valle tiembla, yerguese la rosa, canta el madrugador y rumorosa ríe cuchicheando la fontana. Desde el redil hasta la loma albean...
Ruptura y lejanía de Rogelio Sinán
Rompiste lloro y súplica hacia meta benigna tus amarras postrimeras, y del oleaje a estelas ya ligeras bebí, solo, visiones de poeta. Enloquecida al viento, mi veleta sur y oeste de aguas lisonjeras buscaba entre mis lágrimas sinceras la noche que me vio sin alma quieta...
Dama huasteca de Octavio Paz
Ronda por las orillas, desnuda, saludable, recién salida del baño, recién nacida de la noche. En su pecho arden joyas arrancadas al verano. Cubre su sexo la yerba lacia, la yerba azul, casi negra, que crece en los bordes del volcán. En su vientre un águila despliega sus alas...
A Rosa de Alberti, que tocaba, pensativa, el arpa de Rafael Alberti
Rosa de Alberti allá en el rodapié del mirador del cielo se entreabría, pulsadora del aire y prima mía, al cuello un lazo blanco de moaré. El barandal del arpa, desde el pie hasta el bucle en la nieve, la cubría. Enredando sus cuerdas, verdecía alga en hilos la mano que se fue...
Rosa del aire, pétalo vencido... de Salvador Novo
Rosa del aire, pétalo vencido; onda en el mar del Tiempo sin arena; caricia, sed, espuma, gloria, pena ; breve fulgor del astro presentido. Día fugaz apenas poseído que forja y bruñe grávida cadena; triunfo que en la memoria se enajena, posesión del recuerdo en el olvido...
Pureza en el tiempo de Alí Chumacero
Rosa desvanecida sobre el túmulo, al germinar del tiempo derrumbada en una tumultuosa transparencia. Veo la gloria en ella, pues los días hijos son del espacio donde mueren como el eco infinito de mis ojos. Levanto el rostro, miro los naufragios y mis hermanos muertos en olvido bajo la tierra...
En que da moral censura a una rosa, y en ella a sus semejantes de Sor Juana Inés de la Cruz
Rosa divina que en gentil cultura eres con tu fragante sutileza magisterio purpúreo en la belleza, enseñanza nevada a la hermosura; amago de la humana arquitectura, ejemplo de la vana gentileza en cuyo ser unió naturaleza la cuna alegre y triste sepultura: ¡cuán altiva en tu pompa,...