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25 poemas aleatorios en video | |
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Sólo sueñan cuando duermen
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Héctor Rosales Por Héctor Rosales | |
Mi padre tiene mil años que reverdecidos se posan en mi hombro. Yo soy mi hijo y he nacido un poco más tarde. Acabamos de llegar a la sustancia vivificadora del invierno, al reducto de arroz que impulsa nuestro vuelo alimentándolo... | |
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A un olmo seco
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Antonio Machado Por Carmen Feito Maeso | |
Al olmo viejo, hendido por el rayo y en su mitad podrido, con las lluvias de abril y el sol de mayo algunas hojas verdes le han salido. ¡El olmo centenario en la colina que lame el Duero! Un musgo amarillento le mancha la corteza blanquecina al tronco carcomido... | |
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Juntos
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Blas de Otero Por Ketama | |
Esta tierra, este tiempo, esta espantosa podredumbre que me acompaña desde que nací (porque soy hijo de una patria triste y hermosa como un sueño de piedra y sol; de un tiempo amargo como el poso de la historia): esta tierra... | |
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Profilaxis
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Eduardo Lizalde Por Eduardo Lizalde | |
Los amantes se aman, en la noche, en el día. Dan a los sexos labios y a los labios sexos. Chupan, besan y lamen, cometen con sus cuerpos las indiscreciones de amoroso rigor, mojan, lubrican, enmielan, reconocen. Pero al concluir el asalto... | |
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Adolescente que despierta
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Rodolfo Hinostroza Por Rodolfo Hinostroza | |
Una deliberación del ala y la tormenta es lo que cae cuando la agria balandronada de los sueños se pega al paladar y el muchacho despierta en la mañana penetrando el espejo con un grito. La estridencia que acecha en la materia de los violoncellos... | |
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La prosa es bella
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Eduardo Lizalde Por Eduardo Lizalde | |
La prosa es bella —dicen los lectores—. La poesía es tediosa: no hay en ella argumento, ni sexo, ni aventura, ni paisajes, ni drama, ni humorismo, ni cuadros de la época. Eso quiere decir que los lectores tampoco entienden la prosa... | |
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El gladiolo se enfermó...
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Marosa Di Giorgio Por Marosa Di Giorgio Lectura en francés Christophe Rouxel | |
El gladiolo se enfermó. Desde sus pavorosos cabellos rosados enviaba chispas a mi habitación. En todas sus bocas abiertas tenía lágrimas, rosas y, también huesos y peines. Aterrada clamé a la Virgen Llévalo, pero, la Virgen no se separaba de la estampa. Y él ardía como un brasero... | |
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El miedo, padre
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Alfredo Fressia Por Alfredo Fressia | |
Padre, yo me espanto de estar preso en mi cuerpo, el condenado umbral, perfecto, este retorno, padre, eternamente en viaje y muerto, por las cuatro estaciones y la suerte echada de los hombres, los hijos obedientes de la especie, padre, los muertos venideros... | |
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Los amorosos
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Jaime Sabines Por Jaime Sabines | |
Los amorosos callan. El amor es el silencio más fino, el más tembloroso, el más insoportable. Los amorosos buscan, los amorosos son los que abandonan, son los que cambian, los que olvidan. Su corazón les dice que nunca han de encontrar, no encuentran, buscan... | |
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Hora de sal
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Alfredo Fressia Por Alfredo Fressia | |
Esta es la hora amarilla de los lobos. Esta es la hora de los huesos incendiados como columnas huecas al pie de su derrumbe. (Hay dos mil pistas de sabuesos hasta las uñas profanadas de todas las estatuas) Esta es la hora compuesta en que el actor sudado grita su penúltimo monólogo... | |
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Una campana...
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Pedro Piccatto Por Washington Benavides | |
Una campana y tres calandrias toman mi corazón, (éste sólo de aljaba) y lo reparten: mitad para la niña y el anillo algo para la estatua y la limosna, y lo demás al naranjal y al viento... | |
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Paisaje con pescadores
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Eduardo Mileo Por Julieta Díaz | |
Mediodía de lunes. En la costanera los pescadores disfrutan del sosiego. Soleado como Dios el día los arrulla. Les da la bienvenida. Nada desafina pues nadie canta. Los diamantes del sol caídos en el agua reflejan el deseo del sin trabajo... | |
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Poema para una amiga muerta
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Pedro Piccatto Por Washington Benavides | |
Tu muerte en flor, angustia recordada, hoy viene a mí, de qué secreto es escultura y ritmo, apéndice y semblante cuando era de aquí abajo un apagado lila coro de nomeolvides te rodeaba de qué pestaña joyas pupilas o matices era tu resplandor... | |
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El otro Narciso
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Jorge Meretta Por Jorge Meretta | |
Creíste hallarte en un espejo hundido por allí estaba a oscuras un dorad azogue de un cristal frío buscado sin cuerpo en otro cuerpo repetido. Si al alejarte siempre le has quitado el otro yo de ti al desconocido por regresar serás el despedido doble de él que nunca has apartado... | |
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La vida
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Marcos Ana Por Marcos Ana | |
La vida? Decidme cómo es un árbol. Decidme el canto de un río, cuando se cubre de pájaros. Habladme del mar. Habladme del olor ancho del campo. De las estrellas. Del aire. Recitadme un horizonte sin cerradura y sin llaves como la choza de un pobre... | |
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Pastoral
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Raúl Zurita Por Raúl Zurita | |
Chile entero es un desierto sus llanuras se han mudado y sus ríos están más secos que las piedras No hay un alma que camine por sus calles y sólo los malos parecieran estar en todas partes ¡Ah si tan sólo tú me tendieras tus brazos las rocas se derretirían al verte!... | |
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El lenguado
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José Watanabe Por José Watanabe | |
Soy lo gris contra lo gris. mi vida depende de copiar incansablemente el color de la arena,pero ese truco sutil que me permite comer y burlar enemigos me ha deformado. He perdido la simetría de los animales bellos, mis ojos y mis narices han virado hacia un mismo lado del rostro... | |
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No es nada de tu cuerpo
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Jaime Sabines Por Jaime Sabines | |
No es nada de tu cuerpo, ni tu piel, ni tus ojos, ni tu vientre, ni ese lugar secreto que los dos conocemos, fosa de nuestra muerte, final de nuestro entierro. No es tu boca tu boca que es igual que tu sexo , ni la reunión exacta de tus pechos, ni tu espalda dulcísima y suave, ni tu ombligo, en que bebo... | |
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Así como el día pasado ya no vuelve...
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Antoni Marí Por Antoni Marí | |
Así como el día pasado ya no vuelve, nunca has de volver a cruzar, de este mar, sus aguas. Nunca más del lugar de donde vienes has de volver. Nunca más podrás volver a ser el que fuiste, ni hacer memoria, tan sólo, de tu recuerdo. Nunca más tu nombre alguno podrá decirlo... | |
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Los enemigos
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Pablo Neruda Por Franklin Caicedo | |
Ellos aquí trajeron los fusiles repletos de pólvora, ellos mandaron el acerbo exterminio, ellos aquí encontraron un pueblo que cantaba, un pueblo por deber y por amor reunido, y la delgada niña cayó con su bandera, y el joven sonriente rodó a su lado herido... | |
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Homenaje a Juan Aguirre Ballesteros
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Carmen Berenguer Por Carmen Berenguer | |
Esto de saber de qué sitio. De no saber en qué cama. En qué sueño Transportado a qué lugar. Madre, como peregrina buscas tu imagen Recorriendo nuestros lugares habitados por ti Y no me encuentras más en aquel rincón Chupándome el pulgar. El pulgar somos todos los que yacemos... | |
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Madres del pueblo
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Augusto Roa Bastos Por Augusto Roa Bastos | |
No cayeron tumbadas por las balas, se inclinaron tan sólo hasta la tierra.Madres adolescentes, centenarias abuelas, toscas mujeres, madres suaves, piedra humana doliente, leve corteza germinal. Madres de estibadores, rugosas campesinas... | |
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Periplo
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José Kozer Por José Kozer | |
La racha canta la racha canta el huracanado viento en los batientes de la ventana: el golpe es verde, verde y cruje la corteza del árbol del jardín, crujen las dos blancas mecedores junto al aljibe llenándose, el agua del viento huracanado es impensable... | |
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Porque llovía triste...
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Francisco Caro Por Francisco Caro | |
Porque llovía triste paré el Skoda al borde de tus pasos, de la acera, de tu cadera grito, de tu espalda de prisas y aguacate. Se asomó tu sorpresa por el cristal, llovía llovía y te subiste un instante tan sólo antes de que mi sed te reclamara. Que estabas empapada de la sombra de todas las acacias... | |
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Quéjase de la suerte: insinúa su aversión a los vicios y justifica su divertimiento a las Musas
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Sor Juana Inés de la Cruz Por Ofelia Medina | |
En perseguirme, mundo, qué interesas? ¿En qué te ofendo, cuando sólo intento poner bellezas en mi entendimiento y no mi entendimiento en las bellezas? Yo no estimo tesoros ni riquezas, y así, siempre me causa más contento poner riquezas en mi entendimiento que no mi entendimiento en las riquezas... | |
