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25 poemas aleatorios en video | |
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No es el vino, mujer...
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Francisco Caro Por Francisco Caro | |
No es el vino, mujer, ni su música blanda, simplemente no visito los bares de tu cuerpo y hoy no puedo beber, hoy no puedo escribir. Yo sé que ya no somos lo que antes fuimos: dos que viven un solo calendario hoy crecen mis poemas sin tus labios tangibles, sin tus labios de venas oscurísimas... | |
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Periplo
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José Kozer Por José Kozer | |
La racha canta la racha canta el huracanado viento en los batientes de la ventana: el golpe es verde, verde y cruje la corteza del árbol del jardín, crujen las dos blancas mecedores junto al aljibe llenándose, el agua del viento huracanado es impensable... | |
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San Sebastián
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Mario Noel Rodríguez Por Mario Noel Rodríguez | |
Atravesado por la vida dudo en llegar a la otra acera, allí espera el pasar caliente de las ilusiones que vos, yo, que vosotros estampamos como en basurero milenario. Trago, trago, trago lo que otros sangran sin saber por qué, sin identificar el espumarajo sexual que los trajo... | |
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Escucha mis palabras oh Señor (Salmo 5)
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Ernesto Cardenal Por Ernesto Cardenal | |
Escucha mis palabras oh Señor Oye mis gemidos Escucha mi protesta Porque no eres tú un Dios amigo de los dictadores ni partidario de su política ni te influencia la propaganda ni estás en sociedad con el gángster. No existe sinceridad en sus discursos ni en sus declaraciones de prensa... | |
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Domingo por la tarde
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Alfredo Fressia Por Alfredo Fressia | |
Domingo por la tarde, ya es la hora de contemplar la ausencia de mi rostro siete días postergado. Nadie impedirá un domingo por la tarde que desarme lentamente mi mentón si la mueca de angustia ha sido en el silencio que abandona el secreto de los huesos y sólo fue sudor mi antiguo desaliento.... | |
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La llave (fragmento)
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Pablo Neruda Por Pablo Neruda | |
Pierdo la llave, el sombrero, la cabeza! La llave es la del almacén de Raúl, en Temuco. Estaba afuera, inmensa, perdida, indicando a los indios el almacén La Llave. Cuando me vine al Norte se la pedí a Raúl, se la arranqué, se la robé entre borrasca y ventolera... | |
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Donde habla la ceniza
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Efraín Bartolomé Por Efraín Bartolomé | |
Con regusto de ciervo entre las fauces el puma tiene sed Su pupila apuñala el corazón del aire Todo futuro es verde Entrar ahí Dejar en las espinas la piel y la memoria Ser sobre el humus sol que se arrastra y trastorna su espina dorsal como los gatos Entrar hasta que no se note si es sangre o clorofila... | |
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Julito (4)
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Jaime Sabines Por Jaime Sabines | |
Quiero una Tota, digo, a la hora del almuerzo y Julito se apresura a corregirme: No se dice Tota, papá se dice ko-ka-ko-la. Bueno, quiero una Coca Cola. A los tres años y medio, Julito aprende nuestro idioma después de habernos enseñado el suyo... | |
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Los pobres en la estación de autobuses
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Ledo Ivo Por Ledo Ivo | |
Los pobres viajan. En la estación de autobuses levantan los pescuezos como gansos para mirar los letreros del autobús. Sus miradas son de quien teme perder alguna cosa: la maleta que guarda un radio de pilas y una chaqueta que tiene el color del frío en un día sin sueños... | |
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La cobardía de Dios
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Pedro Piccatto Por Washington Benavides | |
Mi herida es un olvido de Dios místico olvido inmóvil hijo de tantas soledades trágicas padre de tanto sueños sin amparos olvido que de alegría suave atrayente sinagoga suave atrayente como círculo de amor nupcial... | |
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Poco se sabe
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Juan Gelman Por Darío Grandinetti | |
Yo no sabía que no tenerte podía ser dulce como nombrarte para que vengas aunque no vengas y no haya sino tu ausencia tan dura como el golpe que me di en la cara pensando en vos... | |
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He esperado
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Julio Torres Recinos Por Julio Torres Recinos | |
He esperado muchos días, y no he recibido respuesta. Abril pasó, la nieve se fue, y no he recibido respuesta. Desde la ventana los árboles; el viento, las hojas verdes en el mes de mayo. Pronto las flores se llenarán de polvo y esa carta tuya que no llega... | |
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Nada comparable a tus manos...
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Frida Kahlo Por Carmen Feito Maeso | |
Nada comparable a tus manos ni nada igual al oro-verde de tus ojos. Mi cuerpo se llena de ti por días y días, eres el espejo de la noche, la luz violenta del relámpago, la humedad de la Tierra. El hueco de tus axilas es mi refugio, mis yemas tocan tu sangre... | |
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Julito (1)
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Jaime Sabines Por Jaime Sabines | |
Dice Julito que este soldadito de plomo que tiene en la mano recibió un balazo en la nuca y cuando estaba en el suelo vino una serpiente y le mordió la pierna. Éste ya no sirve, dice, y lo coloca bocabajo y le echa unos trapos sucios encima. Los tres soldaditos que le quedan... | |
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Has visto como crecen las plantas
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Jaime Sabines Por Jaime Sabines | |
Has visto cómo crecen las plantas? Al lugar en que cae la semilla acude el agua: es el agua la que germina, sube al sol. Por el tronco, por las ramas, el agua asciende al aire, como cuando te quedas viendo el cielo del mediodía y tus ojos empiezan a evaporarse. Las plantas crecen de un día a otro... | |
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Jorge Luis Borges mira jugar al ajedrez en una calle de barrio
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Floridor Pérez Por Floridor Pérez | |
El caballo salta del tablero y pierde por una cabeza en el bar vecino donde los peones pierden la cabeza en alcohol estridente. La Dama del barrio gira en esa música ebria Bajo la falda sus piernas se deslizan con movimiento oblicuo de inversos alfiles El poeta mira al jugador y éste a la pieza absorto... | |
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Mi Buenos Aires querido
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Juan Gelman Por Cecilia Roth | |
Sentado al borde de una silla desfondada, mareado, enfermo, casi vivo, escribo versos previamente llorados por la ciudad donde nací. Hay que atraparlos, también aquí nacieron hijos dulces míos que entre tanto castigo te endulzan bellamente... | |
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Sobre mi corazón...
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Pedro Piccatto Por Mario García | |
Sobre mi corazón yo no habría podido sufrir un silencio de rosa. Hubiera muerto helado un silencio de rosa sobre mi corazón. XXII de Ángel amargo | |
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El fin
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Jorge Luis Borges Por Eduardo Lizalde | |
El hijo viejo, el hombre sin historia, El huérfano que pudo ser el muerto, Agota en vano el caserón desierto. (Fue de los dos y es hoy de la memoria. Es de los dos.) Bajo la dura suerte Busca perdido el hombre doloroso La voz que fue su voz. Lo milagroso No sería más raro que la muerte. Lo acosarán… | |
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León
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Ernesto Cardenal Por Ernesto Cardenal | |
Yo vivía en una casa grande junto a la iglesia de San Francisco que tenía una leyenda en el zaguán que decía AVE MARIA y rojos corredores de ladrillos de barro, viejas tejas rojas,y ventanas de rejas ensarradas, y un gran patio angustioso en las tardes sin aire... | |
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A mi madre
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Juan Gelman Por Juan Gelman | |
Recibí tu carta 20 días después de tu muerte y cinco minutos después de saber que habías muerto / una carta que el cansancio, decías, te interrumpió / te habían visto bien por entonces / aguda como siempre / activa a los 85 años de edad pese a las tres operaciones contra el cáncer ... | |
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Te doy Claudia, estos versos
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Ernesto Cardenal Por Ernesto Cardenal | |
Te doy Claudia, estos versos, porque tú eres su dueña. Los he escrito sencillos para que tú los entiendas. Son para ti solamente, pero si a ti no te interesan, un día se divulgarán, tal vez por toda Hispanoamérica. Y si al amor que los dictó, tú también lo desprecias... | |
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Elogio de la sombra
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Jorge Luis Borges Por Eduardo Lizalde | |
La vejez (tal es el nombre que los otros le dan) puede ser el tiempo de nuestra dicha. El animal ha muerto o casi ha muerto. Quedan el hombre y su alma. Vivo entre formas luminosas y vagas que no son aún la tiniebla. Buenos Aires, que antes se desgarraba en arrabales hacia la llanura incesante… | |
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Síncope VI
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Alan Mills Por Alan Mills | |
podría gritar beber de tu sangre que me dejes mamá se está volviendo creo que podría gritar que me dejes mamá beber de tu podría me creo se está volviendo gritar loca que me dejes tu sangre beber mamá se está loca volviendo podría gritar que me dejes beber de tu sangre... | |
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Sefiní
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Juan Gelman Por Darío Grandinetti | |
Basta por esta noche cierro la puerta me pongo el saco guardo los papelitos donde no hago sino hablar de ti mentir sobre tu paradero cuerpo que me has de temblar... | |
