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25 poemas aleatorios en video | |
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El fin
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Jorge Luis Borges Por Eduardo Lizalde | |
El hijo viejo, el hombre sin historia, El huérfano que pudo ser el muerto, Agota en vano el caserón desierto. (Fue de los dos y es hoy de la memoria. Es de los dos.) Bajo la dura suerte Busca perdido el hombre doloroso La voz que fue su voz. Lo milagroso No sería más raro que la muerte. Lo acosarán… | |
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Paisaje con pescadores
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Eduardo Mileo Por Julieta Díaz | |
Mediodía de lunes. En la costanera los pescadores disfrutan del sosiego. Soleado como Dios el día los arrulla. Les da la bienvenida. Nada desafina pues nadie canta. Los diamantes del sol caídos en el agua reflejan el deseo del sin trabajo... | |
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Restringido propósito
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Oliverio Girondo Por Darío Grandinetti | |
Demasiado corpóreo, limitado, compacto. Tendré que abrir los poros y disgregarme un poco. No digo demasiado... | |
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El crimen fue en Granada
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Antonio Machado Por Nuria Espert | |
Se le vio, caminando entre fusiles, por una calle larga, salir al campo frío, aún con estrellas, de la madrugada. Mataron a Federico cuando la luz asomaba. El pelotón de verdugos no osó mirarle la cara. Todos cerraron los ojos: rezaron: ¡ni Dios te salva!... | |
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Ayer estuve observando a los animales
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Jaime Sabines Por Jaime Sabines | |
Ayer estuve observando a los animales y me puse a pensar en ti. Las hembras son más tersas, más suaves y más dañinas. Antes de entregarse maltratan al macho, o huyen, se defienden. ¿Por qué? Te he visto a ti también, como las palomas, enardeciéndote cuando yo estoy tranquilo... | |
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Romance sonámbulo
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Federico García Lorca Por Cecilia Salerno | |
Verde que te quiero verde. Verde viento. Verdes ramas. El barco sobre la mar y el caballo en la montaña. Con la sombra en la cintura ella sueña en su baranda verde carne, pelo verde, con ojos de fría plata. Verde que te quiero verde. Bajo la luna gitana, las cosas la están mirando y ella no puede mirarlas. Verde que te quiero verde... | |
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Nunca puedo saber...
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Pedro Piccatto Por Juan María Fortunato | |
Nunca puedo saber cómo con la sonrisa de dos amaneceres crea una rosa mi jardín... | |
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Y ya casi amanece y siento mis lágrimas... (ZURITA Poema de amor)
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Raúl Zurita Por Raúl Zurita | |
Y ya casi amanece y siento mis lágrimas correr por mi cara y son como cuchillos cartoneros las lágrimas cortándome la cara. Me hiero y me desangro y mi sangre está repartida por todos partes como si me carnearan. Sobre todas las cosas... | |
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Cuatro boleros maroqueros
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Antonio Cisneros Por Antonio Cisneros | |
Con las últimas lluvias te largaste y entonces yo creí que para la casa más aburrida del suburbio no habrían primaveras ni otoños ni inviernos ni veranos. Pero no. Las estaciones se cumplieron como estaban previstas en cualquier almanaque Y la dueña de la casa y el cartero... | |
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Nada comparable a tus manos...
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Frida Kahlo Por Carmen Feito Maeso | |
Nada comparable a tus manos ni nada igual al oro-verde de tus ojos. Mi cuerpo se llena de ti por días y días, eres el espejo de la noche, la luz violenta del relámpago, la humedad de la Tierra. El hueco de tus axilas es mi refugio, mis yemas tocan tu sangre... | |
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Sefiní
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Juan Gelman Por Darío Grandinetti | |
Basta por esta noche cierro la puerta me pongo el saco guardo los papelitos donde no hago sino hablar de ti mentir sobre tu paradero cuerpo que me has de temblar... | |
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Manifiesto (fragmento)
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Nicanor Parra Por Alberto Blanco | |
Señoras y señores ésta es nuestra última palabra nuestra primera y última palabra . Los poetas bajaron del Olimpo. Para nuestros mayores la poesía fue un objeto de lujo pero para nosotros es un artículo de primera necesidad: no podemos vivir sin poesía... | |
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Borges y yo
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Jorge Luis Borges Por Jorge Luis Borges | |
Al otro, a Borges, es a quien le ocurren las cosas. Yo camino por Buenos Aires y me demoro, acaso ya mecánicamente, para mirar el arco de un zaguán y la puerta cancel; de Borges tengo noticias por el correo y veo su nombre en una terna de profesores o en un diccionario biográfico... | |
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Se prohibe
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Héctor Rosales Por Héctor Rosales | |
Se prohíbe pegar carteles en la tarde. (Proclama el cartel, pegado a un poste también imperativo). En los portales yo escribo lunas nuevas y viejas. Prominentes paredes, oscuras siempre, cubren a los postes con la dificultad de hallar mis letras... | |
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hablarte o deshablarte, dolor mío...
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Juan Gelman Por Federico Bonasso | |
hablarte o deshablarte/ dolor mío/ manera de tenerte/ destenerte/ pasión que muda su castigo como hijo que vuela por quietudes/ por arrobamientos/ voces/ sequedades/ levantamientos de la ser/paredes donde tu rostro suave de pavor estalla de furor/ a dioses... | |
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London bar
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Floridor Pérez Por Floridor Pérez | |
Por olvidarte paso a la taberna Sobre el mesón tiro los codos sembrando pánico entre las botellas decapitadas en mi honor El recinto lo veo como una embarcación: lámpara como luna la noche como el mar la música como una tempestad y el hundimiento en la embriaguez Entonces me aferro a tu recuerdo... | |
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Desaparecidos
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Mario Benedetti Por Mario Benedetti | |
Están en algún sitio / concertados desconcertados / sordos, buscándose / buscándonos bloqueados por los signos y las dudas contemplando las verjas de las plazas los timbres de las puertas / las viejas azoteas ordenando sus sueños... | |
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Verde veneno
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Pedro Gandía Por Pedro Gandía | |
Desdobla de continuo su existencia por morar en edenes de artificio donde espacio, deseo, tiempo, forma son palabras que nada significan.Disuelve allí la identidad que finge y es nada, y es feliz por un instante. Pero el viaje concluye, y, nuevamente, la vida lo reclama y lo derriba ... | |
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No he probado ningún vino...
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Antonio Porchia Por Darío Grandinetti | |
No he probado ningún vino superior a mi sangre... | |
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Percusiones
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Eduardo Langagne Por Eduardo Langagne | |
madre madre muerta mi tambor sobre tu tumba madre muerta suena el cuero del tambor sobre tu tumba y mis manos sobre el cuero del tambor sobre tu tumba las uñas de mis manos golpeando sobre el cuero del tambor sobre tu tumba madre muerta... | |
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Mi casa y mi corazón
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Marcos Ana Por Marcos Ana | |
sueño de libertad) Si salgo un día a la vida mi casa no tendrá llaves: siempre abierta, como el mar, el sol y el aire. Que entren la noche y el día, y la lluvia azul, la tarde, el rojo pan de la aurora; La luna, mi dulce amante. Que la amistad no detenga sus pasos en mis umbrales... | |
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A un borracho que conocí
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Jorge Meretta Por Jorge Meretta | |
Entra rechina el piso de madera enfila el ventanal hacia una mesa que en soledad su soledad apresa sin acertar cual es la verdadera la noche desdibuja una escalera tal vez nunca bajada que ya no pesa pero de pronto vuelve la cabeza y ve rodar su infancia... | |
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Desconocido
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Carmen Berenguer Por Carmen Berenguer | |
Un hombre a quién no conocía aparece en los diarios de todo el país. Está tirado en la calle tiene el cuerpo perforado: Ahora todos lo conocemos... | |
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Sobre mi corazón...
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Pedro Piccatto Por Mario García | |
Sobre mi corazón yo no habría podido sufrir un silencio de rosa. Hubiera muerto helado un silencio de rosa sobre mi corazón. XXII de Ángel amargo | |
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Bajo mis manos crece
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Jaime Sabines Por Jaime Sabines | |
Bajo mis manos crece, dulce, todas las noches. Tu vientre suave, manso, infinito. Bajo mis manos que pasan y repasan midiéndolo, besándolo, bajo mis ojos que lo quedan viendo toda la noche. Me doy cuenta de que tus pechos crecen también, llenos de ti, redondos y cayendo... | |
