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palabra virtual

Pasaban en silencio nuestros dioses    
    Editora del fonograma:    
    Voz Viva de América Latina    
por Eliseo Diego    

    Este poema forma parte del acervo de la audiovideoteca
    de Palabra Virtual

Vista de una granja al crepúsculo


Por qué pintaron los grandes holandeses los paisajes
en que una granja recuesta su contorno sobre una bruma de oro
y una muchacha, de espaldas, da de comer feliz a las gallinas
mientras el sol se oculta, no en el horizonte, en la memoria.
Jamás hemos de verle a la muchacha el rostro,
las gallinas jamás se saciarán, confiadas, tercas,
erguido eternamente el cuello blanco, allá, remotas;
nadie abrirá la puerta de la casa nunca
ni nunca el viento arrancará una hoja de la encina.
Lunes y viernes, en cambio, van y vienen en mágicos tumultos,
y no es el mismo quien ayer miró la inmóvil fiesta de la joven
y el que hoy enreda en letra y letra su nostalgia,
                                                           no es el mismo.
Ella lo ignora: ni siquiera el leve movimiento de los hombros
con que el absorto espanta los ojos que lo turban
rompe la línea de su espalda. Podemos ya morir que no se entera
vuelta en sí misma, esparciendo los granos como estrellas,
y en sus labios, más bellos que soñados, invisible delicia,
el sabor del instante como un vino de oro.



De: Poemas escogidos



ELISEO DIEGO






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