☰ menú
 
palabra virtual


Paradigmas    

    Editora del videograma:    
    Compañía Reynier Mariño        
por Cecilia Salerno    
Colaboración: Cecilia Salerno    
  

    Este poema forma parte del acervo de la audiovideoteca
    de Palabra Virtual

La memoria divina


A Elsa Fano


Si me dais una estrella,
y me la abandonáis, desnuda ella
entre la mano, no sabré cerrarla
por defender mi nacida alegría.
Yo vengo de una tierra
donde no se perdía
.

Si me encontráis la gruta
maravillosa, que como una fruta
tiene entraña purpúrea y dorada,
y hace inmensa de asombro la mirada,
no cerraré la gruta
ni a la serpiente ni a la luz del día,
que vengo de una tierra
donde no se perdía
.

Si vasos me alargaseis,
de cinamomo y sándalo, capaces
de aromar las raíces de la tierra
y de parar el viento cuando yerra,
a cualquier playa los confiaría,
que vengo de un país
donde no se perdía.

Tuve la estrella viva en mi regazo,
y entera ardí como un tendido ocaso.
Tuve también la gruta en que pendía
el sol, y donde no acababa el día.
Y no supe guardarlos,
ni entendía que oprimirlos era amarlos.
Dormí tranquila sobre su hermosura
y sin temblor bebía en su dulzura.

Y los perdí, sin grito de agonía,
que vengo de una tierra
en donde el alma eterna no perdía
.



De: Tala



GABRIELA MISTRAL






regresar