☰ menú
 
palabra virtual

Ernesto Cardenal. Solentiname    
    Editora del videograma:    
    Gobierno del Estado de Veracruz, Universidad Veracruzana, Fundación Universidad Veracruzana, Ediciones Pentagrama        
por Fina García Marruz    

    Este poema forma parte del acervo de la audiovideoteca
    de Palabra Virtual

Interior de casa


Éste es un pueblo pulcro, artístico.
Jamás pintan un árbol en la lejanía
como una mancha de verdor. Nunca está lejos
para su corazón un árbol verde. Y así, le pintan cada hoja
como si estuviera cerca de sus ojos,
pues una madre, aunque esté lejos, no olvida ninguno
de los gestos del hijo, así pintan, una a una,
cada diferente ramazón. Ésta es la patria de Rubén, sin duda.
La patria de Sandino, que no olvidaba tampoco
cada uno de los rostros anónimos de su pueblo.
Ésta es la patria de lo exquisito natural.
La que hace del mimbre flexible muebles sólidos.
La que da al hierro mil arabescos, también de flor.
Veo el arreglo esmerado de este interior de casa,
sin objetos de lujo, porque el lujo es la flor.
Una inmensa repisa cubre la alta pared
y en cada hueco de la madera, una
maceta aislada, blanca, amarilla, azul, o verde, límpidos,
deja ver una especie de muestrario de hojas
que convierte la pared en fresco panel verde.
De los techos también cuelgan macetas
como si fueran lámparas: lo son, con su cascada
de vario verde, abriéndose en pucha gentil:
en los verdes que caen, como si se alzasen.
Así, por las paredes, en los patios,
la hoja que se abre en abanico,
la que se afelpa en terciopelo y sordina,
la que se entrega suave, mullida y coposa,
la que se arisca, con espinas,
la que se abre en hilos de delgado surtidor de aguas,
la moteada, la caprichosa, la sobria,
la tersa del chilamate, la preciosista.
Aquí la flor, como una obra de arte.
Aquí la tierra que "como en andas de flores
se levanta, cargada de granadillas e hipomeas.


De: Viaje a Nicaragua



FINA GARCÍA MARRUZ






regresar