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Poema que Wallada hizo bordar en oro sobre su vestido

Yo ¡por Dios! merezco la grandeza
y sigo orgulosa mi camino.
Doy gustosa mi mejilla a mi enamorado
y doy mis besos a quien los quiera.

Selección: María de Jesús Rubiera Mata


WALLADA LA OMEYA




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