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El niño bueno

No sabré desatarme los zapatos y dejar que la ciudad
                              (me muerda los pies,
no me emborracharé bajo los puentes, no cometeré faltas
                                                  ( de estilo.
Acepto este destino de camisas planchadas,
llego a tiempo a los cines, cedo mi asinto a las señoras.
El largo desarreglo de los sentidos me va mal, opto
por el dentífrico y las toallas. Me vacuno.
Mira qué pobre amante, incapaz de meterse en una fuente
para traerte un pescadito rojo
bajo la rabia de gendarmes y niñeras.


(De: Algunos pameos y otros prosemas -Salvo el crepúsculo
Colección dirigida por Ana María Moix)


JULIO CORTÁZAR




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