☰ menú
 



Retorno

Otra vez donde estuvo
El Nómada se sienta
Y mira los caminos
Gravemente domados por sus tiendas

(Siempre viajó hacia ahora
Y nunca nada está más lejos
Que lo que queda atrás)

Y entiende que no fue tan venenoso el mundo
Con el que contagió largamente su sangre
Ni quiso a él ser inmune
Ni con tanto terror buscó su fiebre
De la que aún paladea una lenta dulzura

(Y se vuelven vacíos a mirarle
Sus otros ojos despiadados
Quemados por la sal y las arenas
Y ve que un viento piensa en ellos:
"Calla embaucador calla
Es la fiebre de ti
La que en él sueñas incurable").








De: Tomás Segovia
Poesía (1943-1997)


TOMÁS SEGOVIA




regresar