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El enterrado



              
                                              A Carlos Bousoño




    El muerto alienta. Terco
el cuerpo permanece. Hermosa vida,
sobrevivida vida que reúne
pájaros pertinaces, hojas claras
y luz, luz fija para el térreo labio.
¡Quién un beso pusiera en esa piedra,
piedra tranquila que espesor de siglos
es a una boca! ¡Besa, besa! ¡Absorbe!
Vida tremenda que la tierra arroja
por una piedra quita hasta un aliento
que sorbe entero, el terrenal quejido.

    Hombre que, muerto o vivo, vida hallares
respirando la tierra. Solo, puro,
quebrantados tus límites, estallas,
resucitas. ¡Ya tierra, tierra hermosa!
Hombre: tierra perenne, gloria. vida.








De Nacimiento último (1927-1952)
Biblioteca de Premios Nobel
Antología Poética
Alianza Editorial, S. A. Madrid 1977


VICENTE ALEIXANDRE




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