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Duele reconocer de noche la ciudad...

Duele reconocer de noche la ciudad
recorrer pobres luces, el silencio ominoso
la esquina sin infancia sin los tranvías de lata
que buscaban la costa alborotando Ellauri.

Duele reconocer Boulevard, tangibles prostitutas
y coches demenciales silenciando su hierro.

Qué primavera tensa, qué ausencia de gaviotas
esperando el verano “todo se vuelve jazmín”
porque hoy la rabia
rueda, ensucia el asfalto
es ajena la noche, nada se vuelve jazmín
bajó el silencio, el odio a las veredas.

Vieja esperanza detrás de las ventanas
que no salió de noche a la ciudad
a iluminar tristeza, luces, miedo.



De: Un sol otras mañanas


ROLANDO FAGET




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