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La cocina del infierno



Dulce adolescencia sin raíces.
Han transcurrido más de veinte años
para recordar un viaje, tanta magia…
en el estudio de mi pintor,
la dulce calma fue mi aprendizaje
en el silencio,
un momento sólo todos los momentos,
el niño que se mancha el dedo de azul
para fijar en la tela un sueño
que dure todos los sueños.



De: Danae, la ciudad


RODOLFO HÄSLER




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