☰ menú
 



El ángel

En la madrugada
cuando todos descansan,
se levanta del lecho
una voz suave,
musita una lejana estrella,
en el silencio frío
interrumpe las sombras,
el aliento humilde
de una lámpara:
“te agradecemos
como a una flor,
hijita de un instante”.
Dormir después
como el niño en su cuna.
Levantarse
a celebrar el día
con las espigas
primeras
de la luz.



De: La canción de la tierra


ORFILA BARDESIO




regresar