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Bañando a mi abuela

Llevo de la mano a la ternura
a tomar su baño diario

Los ladrillos menta me reprochan
la revelación de la carne
esa luz de mar con que lastima

Es mi abuela
una luna con sus cráteres
un mármol adornado de turquesas
el resumen de una rosa
la columna intacta de una ciudad perpetrada

Y pienso en sus batas
ese manicomio que llamamos ropa...
con gusto nadaría los siglos
para regresarla al paraíso

Pero aquí,
tan lejos del tacto
pero así,
tan luz en la sombra

Ciega acomodo sus miedos
deshilvano sus mantas
y la riego como un dios
a una comarca



De: La Estación de los pájaros


NORA MÉNDEZ




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