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Duerme velero

Duerme velero,
mi velerito,
duerme niño marinero,
marino de lo infinito.

En los brazos de María
el niño Dios se adormece
como barco en la bahía
cuando en el mar amanece.

Impelido por los vuelos
de cefirillos alados,
abrió surcos, rompió yelos
de mares paralizados.

Duerme, velero,
mi velerito,
duerme niño marinero,
marino de lo infinito.



De: Cristo y María


MANUEL PONCE




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