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Mañana de ámbar (13)


Las Bóvedas era como arribar
a la capital del paraíso.

Allá íbamos por toda la Avenida A,
hasta llegar al borde del mar.

La Plaza de Francia era una fiesta,
una ilusión,
un día feliz,
un jolgorio.

Al volver al barrio,
extenuados y tocados por la plenitud,
era casi como haber viajado
a otro país.








De:Nadie llegará mañana
Premio Nacional de
Literatura Ricardo Miró 2002


Selección: Emma Gómez


MANUEL ORESTES NIETO




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