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Sobek y el faraón

Alguna vez fue dios
el escarabajo, el toro,
el escorpión, el ave y el chacal.

Incapaz de crear su propia forma,
todo el poder del universo
atormentado
dentro de esas leves biologías.

Cuando al escarabajo lo cubría la arena,
al ave
                 el viento
y al chacal el olor de la muerte,
esas criaturas no lo dejaban ver

como si su máscara hubiera cerrado los ojos.

Así emigró por la juventud de las bestias
y murió mil veces
                                  mendigando un rostro.

Miren a Sobek, con la cabeza del cocodrilo
y a su lado
                 en el mármol,
otro intento de dios:
el joven faraón
                                   tenuemente humano
que comienza a desaparecer.









De: Revista de Poesía Prometeo
Medellín, Colombia



LEOPOLDO CASTILLA




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