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Finalmente

Amanece algo empieza o sencillamente un hombre va caminando
(De otro lado) Alguien muere finaliza es bruscamente detenido
(Entonces) El horror la sorpresa se monta salvaje a tu corriente sanguínea
(Y así) Es el dolor el fluido que mejor conduce el dolor


No hay quien soporte esta sabiduría: existe la inocencia,
el ciervo sabía de la detonación antes que la mano.

Y tú convocas sus ojos, quieres saber, te revuelves, tú el ciervo,
cada vez que alguien, algo, toca a su fin, es arrebatado, fallece


y adónde.




De: Altar de los días parados


JULIETA VALERO




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