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Ágatas

Ágatas en mi cuello,
tajadas de un arbusto prehistórico,
azules manos duras,
voces cristalizadas
que se vuelven monedas
trasluciendo en mi piel.

Las amo porque son
testigos de una historia
que nunca presenciamos.
Con sus capas concéntricas
de arbolillo que canta su pasado
desde el cristal sonoro.
Remotas joyas
que la Tierra devuelve de la tierra.
Descansan en mi escote
como retando al tiempo.

Así quiero tus manos:
fuertes, tibias y bellas
sobre mi cuello,
adentrándose en las profundidades
que apenas si conoces.
Presente urgencia,
brocal sin fondo
del deseo.











De  Hojas furtivas, 2005


JULIETA DOBLES




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