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Haydee Lange

Las naves de alto bordo, las azules
espadas que partieron de Noruega,
de tu Noruega y depredaron mares
y dejaron al tiempo y a sus días
los epitafios de las piedras rúnicas,
el cristal de un espejo que te aguarda,
tus ojos que miraban otras cosas,
el marco de una imagen que no veo
la verja de un jardín junto al ocaso,
un dejo de Inglaterra en tu palabra,
el hábito de Sansburg, unas bromas,
las batallas de Bancroft y de Kohler
en la pantalla silenciosa y lúcida,
los viernes compartidos. Esas cosas
sin nombrarte te nombran.






De: Los conjurados


JORGE LUIS BORGES




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