☰ menú
 



Oración (para un extranjero) (XIV)

En la ciudad del vino:
los arrabales que levantó el odio.
Por lugares así deambula el extranjero.
A ratos mira su pedazo de hembra en una foto
y una memoria roja
se le deshace a gritos en la boca.

Es el vino que hierve sobre los mostradores
    del olvido,
son callecitas breves de mordaza y navaja,
cicatrices del día que es mejor no tocar.
Todo conduce a un patio donde la luz –disculpen-
    es escasa.

Bandoneones pintados por Gaeta sangran
desentonadas palabras de alquitrán.
Y aquella vez el extranjero desconoció al escriba
-un servidor-
sobre los basurales de la noche
bailó su tango con la muerte.






De: Oración (para un extranjero)


JORGE BOCCANERA




regresar