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El fabricante de espejos (V)

La montaña, a lo lejos, recuerda la silueta
de una mujer tumbada bajo el sol.
La cabellera se desparrama sobre el arrecife.
Unas casitas blancas ponen su nota de color
justo donde termina la curva de los pechos.
¡Ah, ese vientre desnudo!
Con los primeros quiebros del amanecer
se solaza en las aguas y mueve la cadera,
rasgando el verdiazul como una proa.
Desde mi ventana lo observo con perplejidad.








De Viaje al fin del invierno
Colección Visor de Poesía


JENARO TALENS




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