☰ menú
 



Nocturno resplandor

De repente
en lo más profundo y desasido del sueño
un relámpago me ilumina y me divide,
me ciega totalmente con su harina temible.
Estupefacto miro en mi derredor,
me llamo, me busco deslumbrado.
No estoy. Me siento sobre el lecho.
Unas alas apagan mis valles de alegría.





De Agresión de las formas contra el ángel


HÉCTOR ROJAS ERAZO




regresar