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Despedida de soltero

                                         a Malitte Matta

El surrealismo ha muerto. Con los años
fue perdiendo lozanía, convirtiéndose
en un viejecito pequeño e irascible. También
sus morisquetas perdían eficacia, sus grandes
ademanes: el verbo reprimido, la vigilancia
de los sueños y ese aire
espontáneo y una sola luz verdadera.

Sin ellos, grandes bufones, sin nadie
que aguante el genio de la mala fe, sin estos
solterones, individualistas, la sala
ha quedado vacía y habrá que saltar
al vacío. Tomar por asalto este tiempo enemigo, dolorido
y escéptico: surrealistas del mundo, habrá que despedirse.

Ah venerables dioses; sabed perdonad ya que tanto
habéis dado. Oh grandes maestros, dejadnos
seguir, preparad indulgencia para
el ingrato, augurios para el caminante.




De: Poemas
Selección y prólogo de Juan Gelman
Epílogo de Mario Benedetti


FRANCISCO URONDO




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