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Llamas vino

En el móvil la luz de tu llamada,
dices: mi cuarto frío… sé de un par de
cuerpos leña que se anhelaron, ¿arde
en la tuya mi boca recordada?

Te respondo que ya, que acudo en nada,
que derrito el asfalto de la tarde,
que ni un hueco en la mía que no guarde
ascuas, ¿sigue… la tuya en llamarada?

Para el arder a dos, llevo dos copas
y una botella helada de godello.

Verte beber, ser el cristal y verte
apurar el instante, ser sin ropas,
dar al vino el adiós, probar tu cuello,
tus dos húmedos labios... y beberte.



De: Mientras la luz


FRANCISCO CARO




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