☰ menú
 



Más alto

Anoche Dios soñó conmigo.

Fui la paja en su ojo
zumbé en sus santas narices
o pulga en el oído.

Y Dios con bendita paciencia
dormía el sueño de los justos
mientras yo me desvelaba por despertar,

antes que Él pestañara
mueva un dedo
o de un solo soplido.



De: Memorias de un condenado a amarte


FLORIDOR PÉREZ




regresar