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Para traducir no hay que saber idiomas

Escribió un legendario poeta chino de la dinastía T´ang:
abandona a tiempo tu poesía o tu mujer.

Tradujo un académico:
ha pasado el tiempo de la poesía amorosa.

Un sacerdote aseguró que decía:
no se puede servir a dos señoras.

Y un sicoanalista:
llega un tiempo en que las piernas de la mujer
dejan de ser un libro abierto.

Entonces vine yo
y me abandoné todo el tiempo
a mi poesía y mi mujer.

Que era exactamente lo que había querido decir
el legendario poeta chino
de la dinastía de Li Po.



De: Memorias de un condenado a amarte


FLORIDOR PÉREZ




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