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Años después

A quien llamar en la casa vacía.
Sólo a las puertas doy la mano. Ellas
dan la manilla y se abren par en par.
Una silla me dice tome asiento.
La mesa puesta espera los amigos
que nunca regresaron. Tanto tiempo
hace que la escalera va y viene
por sus peldaños, que ya no recuerda
si esta allí para subir o bajar.
0 para que ruede hasta nosotros
el eco de los pasos de la infancia.



De: Para saber y cantar


FLORIDOR PÉREZ




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