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La ventana

Tengo por horizonte mi ventana,
y es como si el azul tan circunscrito
me entregara su gracia de infinito
en la forma de un ala soberana.

La luz, en apariencia tan cercana,
baja de un manantial jamás descrito.
¡Y deja en el papel que ya está escrito
la inefable salud de la mañana!

Cuando restalla el sol, mi espalda cruje.
Cuando llueve en silencio, también lloro.
Ardo en la opacidad; la luz me pasma.

Dejo que la ventana me dibuje;
y entonces, ya triunfante, me incorporo
y atravieso el cristal, manso fantasma.


(Viernes 27 de septiembre de 1991)


(Durante el desarrollo de la tarea negociadora por la paz de El Salvador, el poeta formó parte del llamado Grupo de Trabajo. En las distintas jornadas, en cuartos de hoteles, el poeta buscó siempre estar sentado a la par de la ventana. Este soneto fue escrito en Nueva York, durante la jornada en que se negoció el Acuerdo de Nueva York I)


DAVID ESCOBAR GALINDO




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