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Setiembre

Aquella noche de setiembre, fuiste
tan buena para mí…hasta dolerme!
Yo no sé lo demás; y para eso,
no debiste ser buena, no debiste.

Aquella noche sollozaste al verme
hermético y tirano, enfermo y triste.
Yo no sé lo demás… y para eso,
yo no sé por qué fui triste…tan triste…!

Sólo esa noche de setiembre dulce,
tuve a tus ojos de Magdala, toda
la distancia de Dios…y te fui dulce!

Y también fue una tarde de setiembre
cuando sembré en tus brasas, desde un auto,
los charcos de esta noche de diciembre.







De Obra poética
1ª Edición en Maestros de la Literatura Universal, enero de 1987
Editorial La Oveja Negra Ltda.
Colombia




CÉSAR VALLEJO




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