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Aparecida



De la tumba,
donde te ha diseminado la venganza,
vuelves plena de la forma
que tanta desdicha provoca.
Tu cuerpo,
que pulía despacio los asombros,
es de nuevo nido de la mirada
y ahora
que tan pronto te esfumas entre las sombras,
adhiriéndote falsa
a brumas aún felices y sin mancha,
sé que ni ahíto de tu colmena
puedo vivir
lejos de tus apariciones.



Poema seleccionado por el autor


CÉ MENDIZÁBAL




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