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La espera



En el patio, su padre silba y aguarda
mientras sus dedos persiguen un tornillo
al interior de una quejumbrosa lata.
El rito del envejecido perro es alargar el hocico
a los cuatro puntos cardinales
todos los minutos, todos los días.

En las habitaciones se ha detenido la geometría.
Rombos y rectángulos de tela
aguardan quedos quien los llene.

A todo esto, el cielo es un callado cíclope
de rostro azulino que sabe
que en todo el mar sólo queda una barca:
la de Odisea
que persiste en volver a casa.





Poema seleccionado por el autor


CÉ MENDIZÁBAL




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