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Extrañeza, fulgor...

Extrañeza, fulgor: el gavilán inmóvil, y la melena del carrizo, y, sobre el agua, mis manos ante las zarzas polvorientas.

Pongo los frutos negros en la boca y su dulzura es de otro mundo

como mi pensamiento arrasado por la luz.



De: El libro del frío


ANTONIO GAMONEDA




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