☰ menú
 



Borges graba a Borges

Abierta la pupila a un mundo vano
que sólo escoria de la luz concede,
Borges recuerda a Borges, retrocede,
toca antiguos olvidos con su mano.

¿Dónde estarán, en qué escondido plano,
los versos de otro ayer, lo que antecede
a La lluvia, a Ajedrez, lo que sucede
en aquel canto a Ariosto, tan lejano?

Borges ya no recuerda. Lo ha perdido
el laberinto de su incierta gloria.
A la mirada gris que nada nombra

se agrega la tiniebla del olvido.
Ojos sin luz. Memoria sin memoria.
Borges sin Borges. Sombra sobre sombra.


ALVARO CASTAÑO CASTILLO




regresar