☰ menú
 



Suicida

Alguien
que se dolió muchísimo
de haber conocido
la excitación de la impaciencia
consigo mismo,
que se arrojó una piedra
desalentado
por la sombra del cuerpo
y su dependencia,
que en la enfermedad incurable
y la derrota
pasó por alto, ignorándolo,
el acoso del destino
y esa nuestra manera de librar
los días a lo decorativo
y el parloteo
del amante al amado,
del amigo que se pega al amigo;
alguien
que librado de padecimientos
cae
y es sacado de la casa
entre parabienes,
y tú, silencio,
y las venas
ni frías ni calientes,
y su mano derecha
goteando.

Mortal
engendrado de mortal
que no nos será devuelto
por el ciclo de las generaciones.


                                             (1960)



De: La condición necesaria


ALBERTO GIRRI




regresar