JOSÉ MARÍA HINOJOSA | |
Teñí mi retina de amarillo limón y entorné los párpados para mirar el sol. Se ha prendido a mi vuelo el canto de una geisha con voz de junco y ritmo de palmera. Escribió Li-tai-po su última poesía con burbujas de agua en la barca sin quilla y sobre el pergamino combado de la orilla . ... | |
Un vals me trajo la luz de otros tiempos; aventuras de príncipes barítonos con cinturas delgadas, que el eco las prendió a los cinco dedos de mi mano derecha, pensando en madrugadas cubiertas por la pátina del alba Toqué la mandolina con sonrisa de incrédulo y al pasar por la noche ... | |
Con su túnica negra avanza entre la bruma y un relámpago rojo corta en dos su figura. Lleva sus cinco dedos envueltos en luz pura y de su boca abierta manaba amor y dudas. ¿Es verdad que en el campo duermen los guardaagujas atravesado el pecho de rieles de luna? ... | |
Herido siempre, desangrado a veces y ocultando mi sangre sin riberas llevo mis pasos presos entre nieblas y mis miradas van sobre cipreses. Aún conservo en las uñas esta sangre que me dejó la carne de un momento empapado de lágrimas y miedo cuando vino a perderse entre mi carne. ... | |
Al fuego lento templé la guitarra de mi pensamiento. Al fuego lento hice una girándula de cohetes nuevos. Al fuego lento oreé su espalda a los cuatro vientos. Lancé las semillas a que germinaran en llanos de cielo. Segué con la brisa campos florecidos bajo el fuego lento. ... | |
Para picotear sobre mi fría palma, bajan aleteando las estrellas y la Osa Mayor no será nunca blanca, porque ha olvidado su pasión mimética. Han pusto colgaduras encaladas, para borrar los huecos de mis huellas, mujeres negras que habitan mi casa. ... | |
He vestido de blanco mi cuerpo. Mi corazón se ha vestido de negro. Por ver si la rompía, lancé mi pensamiento contra la nebulosa de lo viejo. Y cayó rebotado, y hecho trozos sueltos vino a clavarse en mí. La corveta del tiempo no pude refrenarla, y me dejó jinete sobre el suelo. ... | |
¿Por qué no? Bañábase en la playa sin corazón y sin el velo de la desposada. Y tenía su cuerpo, sin corazón, por la arena salada recubierto. Tendida sobre el aire, sin corazón, comenzó a despojarse de su carne. ¿Y el corazón? Los peces lo llevaban, mar adentro, colgado de sus alas. ... | |
¿Qué es la libertad? Era de pino el mástil que atravesó los mares llevando libertades izadas en banderas y ahora la libertad se encuentra entre pinares sujeta con cadenas de manos a la tierra. La libertad ha muerto si para convenceros apoyáis los oídos sobre esto inmenso muro ... | |
Albahaca tronchada. Sobre la rama calla la cigarra. Un átomo de ruido ha caído en el agua, y ha engendrado una onda perfecta y elástica. Luz en tamiz de plata. De: Poesía de perfil Selección: Guido Ferrer | |
En el pueblo, el ruedo es la bandera del tiempo. Pegujal, rastrojo y barbecho. Hazas de colores son cercas del pueblo. Hazas rodeadas de un verde gris inmenso, mientras pasa el pegujal, el rastrojo y el barbecho. | |
Embadúrnate el cuerpo, de obscuridad y de silencio, y podrás levantar la copa de los sueños. Pasaron superpuestas ráfagas de recuerdos, y los nuevos clisés sólo quedan impreso, mientras hay luz de menta dentro del pensamiento. Una astilla de luz, agujerea los tulipanes ... | |
Bajo una misma luz están nuestras cabezas. Tu corazón y el mío cantan sobre las piedras cuando la noche oculta los rugidos de fieras. ¿Tu corazón y el mío eran sólo de arena? Por el desierto arrastran los camellos sus penas y llevan en sus ojos oasis de palmeras. ... | |
Escondido en la luz, mi cuerpo todo luz, difuminóse dejando un surco leve abierto, por la estela de la noche. Nadie oye el ruido de los pasos perdidos en tinieblas; de mis pasos opacos desmoronados sobre mi cabeza. Ya preso entre paréntesis, la luna acalla el ritmo de sus olas, ... |