ALAÍDE FOPPA | |
Con los ojos de la despedida os vi aquel día, cosas de nuestra vida. Con los ojos de la despedida, la vida parecía una cosa perdida. La casa estaba vacía en la hora de la despedida, y sin embargo quedaban las cosas de nuestra vida. Fuente: Luz Méndez de la Vega | |
Mi vida es un destierro sin retorno. No tuvo casa mi errante infancia perdida, no tiene tierra mi destierro. Mi vida navegó en nave de nostalgia. Viví a orillas del mar mirando el horizonte: hacia mi casa ignorada pensaba zarpar un día, y el presentido viaje me dejó en otro puerto de partida. ¿Es el amor, ... | |
Dicen que es del tamaño de mi puño cerrado. Pequeño, entonces, pero basta para poner en marcha todo ésto. Es un obrero que trabaja bien aunque anhele el descanso, y es un prisionero que espera vagamente escaparse. | |
Oculta rosa palpitante en el oscuro surco, pozo de estremecida alegría que incendia en un instante el turbio curso de mi vida, secreto siempre inviolado, fecunda herida. | |
Ella se siente a veces como cosa olvidada en el rincón oscuro de la casa como fruto devorado adentro por pájaros rapaces, como sombra sin rostro y sin peso. Su presencia es apenas vibración leve en el aire inmóvil. Siente que la traspasan las miradas y que se vuelve niebla entre los torpes . ... | |
Mis manos, débiles, inciertas, parecen vanos objetos para el brillo de los anillos, sólo las llena lo perdido, se tienden al árbol que no alcanzan, pero me dan el agua de la mañana, y hasta el rosado retoño de mis uñas llega el latido. | |
Ya que no tengo alas, me bastan mis pies que danzan y que no acaban de recorrer el mundo. Por praderas en flor corrió mi pie ligero, dejó su huella en la húmeda arena, buscó perdidos senderos, holló las duras aceras de las ciudades y sube por escaleras que no sabe a donde ... | |
Son dos plácidas colinas que apenas mece mi aliento, son dos frutos delciados de pálidas venaduras, fueron dos copas llenas próvidas y nutricias en la plena estación alimentando dos flores en botón. | |
Dame, señor un silencio profundo y un denso velo sobre la mirada. Así seré un mundo cerrado: una isla oscura; cavaré en mí misma dolorosamente como en tierra dura Y cuando me haya desangrado ágil y clara será mi vida Entonces, como río sonoro y transparente, fluirá libremente ... | |
¿Quién eres tú? ¿Quién eres tú, hijo tardío? De los otros me parece que algo sabía desde el primer día de duda y esperanza. Pero tú, inesperado, ¿Quién eres? en ti nunca había pensado. ¿Cómo vas a llegar a este mundo enemigo si ni siquiera yo te conozco? Perdóname, hijo: hasta me ha apreciado. ... |