JENARO TALENS | |
Qué extraño ese viajero. Atraviesa los prados bajo su vellón con el hatillo al hombro. Se detiene junto a las matas, con mirada triste, o tal vez la tristeza no es otra cosa que el reflejo de este sol invernal tropezando en los picos yendo a morir sobre su rostro, gota a gota, tal vez, . ... | |
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Éstas son mis palabras, mis últimas palabras. Crecen en torno a mí sin que yo las vigile, luego retornan a mi boca y en ella se aposentan para pasar la noche. Las digo en voz tan baja que ni tú las escuchas a ras de suelo, tan inaprensibles que hasta las piedras las absorben. Todo es posible aquí. ... | |
Cuánta ceniza ardiente llueve el cielo, ecos antiguos de una voz que pasa, ese enemigo que inventó el espejo y me instaló sin verme en su mirada. Dando bandazos, el invierno cae; no me permite desdecirme. Calla para obligarme a oír desde el silencio el rumor con que anula las palabras ... | |
Fui un viejo juglar, y conté historias. Mi nombre os es indiferente. Sólo dejo constancia de mi oficio porque fue oficio quien dictó mis versos no la pequeña vida que viví ni su dolor ni su insignificancia: ella murió conmigo y aquí yace, desnuda como yo, bajo esta piedra. ... | |
Nunca quise ser libre. Sólo hablaba y hablaba de una confusa libertad. Conozco, a duras penas, el abismo súbito que separa un refugio del color del cielo de este cielo que me cubre con su indiferencia, mostrando los caminos abiertos ante mí. Y hoy, primero de abril, bajo la luz de un alba ... | |
Supongo que ser libre es estar solo, aceptar la violencia con que la noche cae, sin otra compañía que la noche. Nadie depende ahora de mí. No tengo planes. Tampoco estoy seguro de la eternidad, pero conozco, al menos, mis limitaciones. Sé lo que quise o que fingí querer manipulando ... | |
Son malos tiempos para la ternura. Olvida el absurdo vaivén del día y de la noche. Quédate junto a mí. No tengas miedo. Sabrás que, al fin, no hay nada misterioso, cómo y dónde se inicia, tras el maquillaje, ese monólogo de sombras que llamamos poema. Yo, que tanto he escrito ... | |
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Qué me ofrece el silencio de esta noche, este amor sin excusa, vuelto aprendizaje? Paseo por las calles de esta ciudad extraña donde incluso las flores tienen dueño. Miro las nubes grises, el aire iluminado por una luna artificial, y escucho el parpadeo de los claxons en la carretera. Los grajos ... | |
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He hecho los mayores esvuerzos por salir de lamultitud y hacerme notar por alguna cualidad:¿qué he hecho sino ofrecerme como un blanco ymostrar a la malevolencia dónde podía morderme? Lucio Anneo Séneca Cuánto rumor innecesario para una vida tan pequeña, ... | |
der wirst wieder er Paul Celan Recuerdo que una vez (la muerte se había ido) te escondiste en mí. ¿No has vuelto a preguntarte quién soy? Densos como un perfume nos disolvimos en el aire; nada pudo evitarlo; al fondo, un mar, sus piedras impasibles. ¿Era ésa la imagen ... | |
(Si te miro a ti, que salga el sol o no salga ¿qué me importa a mí? Camarón de la Isla) HERMOSO es el desorden de mi pensamiento. Yo no sigo el ejemplo de los ancianos: busco lo mismo que buscaban. Por eso, en esta diáspora de ti, sé que el silencio que nos cubre es esto, dos bultos ... | |
DÉJAME ser el huésped de tu boca, la lentitud con que el calor recorre tu desnudo. Soy como el frío de una noche desierta, pronto a buscar cobijo en los derrumbaderos donde hace el nido la melancolía. Hay tanto resplandor, la luna es tanta que me deslumbras con la calidez de tu silencio, ... | |
Cada nuevo clima es, al cabo,costumbre, y yo, extranjero. El día ha caducado y va a empezar la oscuridad. Déjame que me oculte junto a ti, en el frondoso bosque de unos ojos donde no cesa de llover. Acurrucado entre sus matorrales, aguardaré a que tu pasión me señale el camino. Sé que el aire ... | |
ESTOY tumbado al borde de tu claridad, en la suntuosidad de una batalla donde ninguno es vencedor,y hasta el olor del cuarto, donde rugen insomnes, tu apetito y mi sed, florece sin saberlo, como un musgo surgido de mi humedad tan tuya, de un sendero que nos conduce hasta ese mar sin olas, ... | |
DESCUBRIR los motivos de la aurora es otra forma de pensarte, asomado a la baranda del anochecer. En cuanto a mí, no sé, ¿qué más puedo decirte? Sólo que por tu causa casi tuve el proyecto de durar. | |
DETRÁS de mi silencio oíste no , cuando quise decirte que no hay olas sin la polilla del tiempo, su escozor, o el duermevela de un escalofrío. De mi antigua ambición no queda nada, quizá no más de un torpe balbuceo quemado en el rescoldo de tu boca. Déjame a solas con la muerte. ... | |
APAGA las estrellas, desconecta el sol. Quiero adentrarme a tientas por los acantilados de tu piel, reconstruir sobre tu boca las letras, una a una, con que dar nombre al fuego, a la locura de saber que he visto el cielo tan de cerca, o no, tan mío que mi país se llama medianoche. ¿Quién eres? ... |