IDA VITALE | |
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Construimos el orden de la mesa, el follaje de la ilusión, un festín de luces y sombras, la apariencia del viaje en la inmovilidad. Tensamos un blanco campo para que en él esplendan las reverberaciones del pensamiento en torno del icono naciente... | |
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Un día se sube del polo al ecuador se baja de los plumones de paraíso a la artesa de sangre donde cae la cuenta más certera por quedarse excavando en Quevedo querube de odios nítidos luciferinos bríos cómodo en las cuatro postrimerías del hombre muerte juicio infierno gloria... | |
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Están aquí y allá: de paso, en ningún lado. Cada horizonte: donde un ascua atrae. Podrían ir hacia cualquier fisura. No hay brújula ni voces. Cruzan desiertos que el bravo sol o que la helada queman y campos infinitos sin el límite que los vuelve reales, que los haría de solidez y pasto... | |
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Por años, disfrutar del error y de su enmienda, haber podido hablar, caminar libre, no existir mutilada, no entrar o sí en iglesias, leer, oír la música querida, ser en la noche un ser como en el día. No ser casada en un negocio, medida en cabras, sufrir gobierno de parientes o legal lapidación... | |
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Si ese pasado volando desde distintos puntos de partida llegase a serenísimo vals si pudieran acordarse la fascinación del fragmento el golpe de la montaña mágica las fulminantes azoteas en el triunfo de las tribulaciones la gota de laúd y luego noches descubrimientos fines todo el torrente de las desposadas... | |
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Aún sigue siendo así: icáricos, caedizos y respectivo mar uno del otro. Desde las barcas y las plantaciones trasmiten partes de rescoldo último, doblan señales de pasión y muerte los exentos, y fervorosamente huyen del aire altivo de la quema. Los que allá siguen gravitando... | |
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Corta la vida o larga, todo lo que vivimos se reduce a un gris residuo en la memoria. De los antiguos viajes quedan las enigmáticas monedas que pretenden valores falsos. De la memoria sólo sube un vago polvo y un perfume. ¿Acaso sea la poesía?... | |
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Érase un bosque de palabras, una emboscada lluvia de palabras, una vociferante o tácita convención de palabras, un musgo delicioso susurrante, un estrépito tenue, un oral arcoíris de posibles oh leves leves disidencias leves, érase el pro y el contra, el sí y el no, multiplicados árboles con voz en cada una de sus hojas... | |
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Cielos veloces de Montevideo, estratos de oro y de laurel, halados por la más alta red, tibios lilas lentísimos cocientes de su luz multiplicada, pasan y nos envuelven y nos entretenemos con su gracia, como una mano juega entre arenas que guardan la eternidad en la que no pensamos... | |
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Todo es azul, lo que no es verde y arde, I.N.R.I. igne natura renovatur integra en este aceite grave del verano; cae el que pesa el vuelo de los pájaros y blasfema del pájaro sin vuelo, cae la excrecencia verbal = la agorería = el trofeo, la joya sobre la vieja piel de siempre... | |
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Quisieras escribir al margen de combustiones y escalofríos, malezas que ametrallan y testimonios del fracaso de toda magia, remediando azogues roídos para que del otro lado del espejo se llegue a los jardines sin tormenta ni astucia, donde el té circular y los amigos íntimos lejanos... |