JOSÉ HIERRO | |
| |
Aquí, en este momento, termina todo, se detiene la vida. Han florecido luces amarillas a nuestros pies, no sé si estrellas. Silenciosa cae la lluvia sobre el amor, sobre el remordimiento. Nos besamos en carne viva. Bendita lluvia en la noche, jadeando en la hierba, trayendo en hilos aroma de las nubes... | |
| |
Por más que intente al despedirme guardarte entero en mi recinto de soledad, por más que quiera beber tus ojos infinitos, tus largas tardes plateadas, tu vasto gesto, gris y frío, sé que al volver a tus orillas nos sentiremos muy distintos. Nunca jamás volveré a verte con estos ojos... | |
| |
Ahora seremos felices, cuando nada hay que esperar. Que caigan las hojas secas, que nazcan las flores blancas, ¡qué más da! Que brille el sol o que arpegie la lluvia sobre el cristal, que todo sea mentira o sea todo verdad; que reine sobre la tierra la primavera inmortal o que decline la vida, ¡qué más da!... | |
| |
Si muero, que me pongan desnudo, desnudo junto al mar. Serán las aguas grises mi escudo y no habrá que luchar. Si muero que me dejen a solas. El mar es mi jardín. No puede, quien amaba las olas, desear otro fin. Oiré la melodía del viento, la misteriosa voz. Será por fin vencido el... | |
| |
Cuando salí de ti, a mí mismo me prometí que volvería. Y he vuelto. Quiebro con mis piernas tu serena cristalería. Es como ahondar en los principios, como embriagarse con la vida, como sentir crecer muy hondo un árbol de hojas amarillas y enloquecer con el sabor de sus frutas más encendidas... | |
| |
Cuántas estrellas tendrá el mar esta noche Cuántas olas, cuántas almas en pena, cuántos verdores que tan sólo el Vengador oculta y conoce Abierta la noche está como un gran sueño. Los nombres, los lugares, los caminos, las horas, los montes, se han borrado... | |
| |
Tú que hueles la flor de la bella palabra acaso no comprendas las mías sin aroma. Tú que buscas el agua que corre transparente no has de beber mis aguas rojas. Tú que sigues el vuelo de la belleza, acaso nunca jamás pensaste cómo la muerte ronda ni cómo vida y muerte... | |
| |
Inútilmente fui recorriendo senderos entre mármoles.Luz de prodigiosa hondura. (Toda la noche había llovido. Al clarear cesó la lluvia. Nubes navegaban el cielo; nubes blancas.) Inútil fue recorrer senderos, buscar tu nombre. Inútil: no lo hallé. Y recé una oración por ti -¿por ti o por mí?... | |
| |
Manuel del Río, natural de España, ha fallecido el sábado once de mayo, a consecuencia de un accidente. Su cadáver está tendido en Agostino Funeral Home. Haskell. New Jersey. Se dirá una misa cantada a las nueve treinta, en St. Francis. Es una historia que comienza con sol y... |