ALEJANDRA PIZARNIK | |
a cantar dulce y a morirse luego. no: a ladrar. Así como duerme la gitana de Rousseau, así cantás, más las lecciones de terror. hay que llorar hasta romperse para crear o decir una pequeña canción, gritar tanto para cubrir los agujeros de la ausencia eso hiciste vos, eso yo. ... | |
Ese instante que no se olvida Tan vacío devuelto por las sombras Tan vacío rechazado por los relojes Ese pobre instante adoptado por mi ternura Desnudo desnudo de sangre de alas Sin ojos para recordar angustias de antaño Sin labios para recoger el zumo de las violencias perdidas ... | |
Suave rumor de la maleza creciendo. Sonidos de lo que destruye el viento. Llegan a mí como si yo fuera el corazón de lo que existe. Quisiera estar muerta y entrar también yo en un corazón ajeno. (Selección: Rafael Gutiérrez) | |
una flor no lejos de la nochemi cuerpo mudo se abre a la delicada urgencia del rocío De: Los trabajos y las noches | |
a Alain de Vermont cuervos en mi mente sobre su querido cuerpo es el gran frío de la noche lo negro pasión de nuestros señores los deseos (De: La erótica argentina-Antología) | |
Aquí vivimos con una mano en la garganta. Que nada es posible ya lo sabían los que inventaban lluvias y tejían palabras en el tor- mento de la ausencia. Por eso en sus plegarias había un sonido de manos enamoradas de la niebla. a André Pieyre de Mandiargues) ... | |
mis manos crecían con música detrás de las flores pero ahora por qué te busco, noche, por qué duermo con tus muertos | |
y qué es lo que vas a decir voy a decir solamente algo y qué es lo que vas a hacer voy a ocultarme en el lenguaje y por qué tengo miedo. Selección: Guido Ferrer | |
No nombrar las cosas por sus nombres. Las cosas tienen bordes dentados, vegetación lujuriosa. Pero qién habla en la habitación llena de ojos. Quién dentellea con una boca de papel. Nombres que vienen, sombras con máscaras. Cúrame del vacío -dije. ... | |
Días en que una palabra lejana se apodera de mí. Voy por esos días sonámbula y transparente. La hermosa autómata se canta, se en- canta, se cuenta casos y cosas: nido de hilos rígidos donde me me dan- zo y me lloro en mis numerosos funerales. (Ella es su espejo ... | |
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En el eco de mis muertes aún hay miedo. ¿Sabes tú del miedo? Sé del miedo cuando digo mi nombre. Es el miedo, el miedo con sombrero negro escondiendo ratas en mi sangre, o el miedo con labios muertos bebiendo mis deseos. Sí. En el eco de mis muertes aún hay miedo. ... | |
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El poema que no digo, el que no merezco. Miedo de ser dos camino del espejo: alguien en mí dormido me come y me bebe. (Selección: Rafael Gutiérrez) | |
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Estos huesos brillando en la noche, estas palabras como piedras preciosas en la garganta viva de un pájaro petrificado, este verde muy amado, este lila caliente, este corazón sólo misterioso (Selección: Rafael Gutiérrez) | |
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Como el viento sin alas encerrado en mis ojos es la llamada de la muerte. Sólo un ángel me enlazará al sol. Dónde el ángel, dónde su palabra. Oh perforar con vino la suave necesidad de ser. | |
A Gabriela Mistral Han venido. Invaden la sangre. Huelen a plumas, a carencias, a llanto. Pero tú alimentas al miedo y a la soledad como a dos animales pequeños perdidos en el desierto. Han venido a incendiar la edad del sueño. Un adiós es tu vida. Pero tú te abrazas como la serpiente ... | |
Hora en que la yerba crece en la memoria del caballo. El viento pronuncia discuros ingenuos en honor de las lilas, y alguien entra en la muerte con los ojos abiertos como Alicia en el país de lo ya visto. | |
Yo no sé de pájaros, no conozco la historia del fuego. Pero creo que mi soledad debería tener alas. | |
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ante la lúgubre manía de vivir esta recóndita humorada de vivir te arrastra Alejandra no lo niegues. hoy te miraste en el espejo y te fuiste triste estabas sola y la luz rugía el aire cantaba pero tu amado no volvió enviarás mensajes sonreirás tremolarás tus manos así volverá tu amado ... | |
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Partir en cuerpo y alma partir. Partir deshacerse de las miradas piedras opresoras que duermen en la garganta. He de partir no más inercia bajo el sol no más sangre anonadada no más formar fila para morir. He de partir Pero arremete ¡viajera! | |
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¿Qué bestia caída de pasmo se arrastra por mi sangre y quiere salvarse? He aquí lo difícil: caminar por las calles y señalar el cielo o la tierra. | |
Mi ser reventando sentires. Toda yo bajo las reminiscencias de tus ojos. Quiero destruir la picazón de tus pestañas. Quiero rehuir la inquietud de tus labios. ¿Porqué tu visión fantasmagórica redondea los cálices de estas horas? | |
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Sobre la cruz del tiempo clavada estoy. Mi queja abre la pulpa del corazón divino y su estremecimiento aterciopela el musgo de la tierra. Un ámbar agridulce destilado de las flores celúreas cae a mojar mis labios sedientos. Ríos de sangre bajan de mis manos a salpicar el rostro de los hombres. ... | |
para reconocer en la sed mi emblema para significar el único sueño para no sustentarme nunca de nuevo en el amor he sido toda ofrenda un puro errar de loba en el bosque en la noche de los cuerpos para decir la palabra inocente | |
Escucho resonar el agua que cae en mi sueño. Las palabras caen como el agua yo caigo. Dibujo en mis ojos la forma de mis ojos, nado en mis aguas, me digo mis silencios. Toda la noche espero que mi lenguaje logre configurarme. Y pienso en el viento que viene a mí, ... | |
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Correr no sé donde aquí o allá singulares recodos desnudos ¡basta correr! trenzas sujetan mi anochecer de caspa y agua colonia rosa quemada fósforo de cera creación sincera en surco capilar la noche desanuda su bagaje de blancos y negros tirar detener su devenir | |
Tú eliges el lugar de la herida en donde hablamos nuestro silencio. Tú haces de mi vida esta ceremonia demasiado pura. | |
por un minuto de vida breve única de ojos abiertos por un minuto de ver en el cerebro flores pequeñas danzando como palabras en la boca de un mudo (Selección: Rafael Gutiérrez) | |
Alguien habla. Alguien me dice. Extraordinario silencio el de esta noche. Alguien proyecta su sombra en la pared de mi cuarto. Alguien me mira con mis ojos que no son los míos. Ella escribe como una lámpara que se apaga, ella escribe como una lámpara que se enciende. ... | |
Tú haces el silencio de las lilas que aletean en mi tragedia del viento en el corazón. Tú hiciste de mi vida un cuento para niños en donde naufragios y muertes son pretextos de ceremonias adorables. Selección: Guido Ferrer | |
Se fuga la isla. Y la muchacha vuelve a escalar el viento y a descubrir la muerte del pájaro profeta. Ahora es el fuego sometido. Ahora es la carne ..la hoja ..la piedra perdidas en la fuente del tormento como el navegante en el horror de la civilización que purifica la caída de la noche. ... | |
Mañana me vestirán con cenizas al alba, me llenarán la boca de flores. Aprenderé a dormir en la memoria de un muro, en la respiración de un animal que sueña. | |
Estallará la isla del recuerdo. La vida será un acto de candor. Prisión para los días sin retorno. Mañana los monstruos del buque destruirán la playa sobre el vidrio del misterio. Mañana la carta desconocida encontrará las manos del alma. | |
Yo no sé de la infancia más que un miedo luminoso y una mano que me arrastra a mi otra orilla. Mi infancia y su perfume a pájaro acariciado. | |
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Vida, mi vida, déjate caer, déjate doler, mi vida, déjate enlazar de fuego, de silencio ingenuo, de piedras verdes en la casa de la noche, déjate caer y doler, mi vida. |