DULCE MARÍA LOYNAZ | |
Hoy he sentido el río entero en mis brazos...Lo he sentido en mis brazos, trémulo y vivo como el cuerpo de un hombre verde... Esta mañana el río ha sido mío: Lo levanté del viejo cauce...¡Y me lo eché al pecho! Pesaba el río...Palpitaba el río adolorido del desgarramiento... ... | |
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Echa tu red en mi alma: Tengo también, debajo de la sal y de la sombra, mi temblor de escamas plateadas y fugaces. | |
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Él se crea su mundo y se lo cierra: (¡Sueña en romperlo pronto con dos alas!) Mas, luego viene el hombre y de aquel hilo -mínimo mundo, vuelo en la promesa-, hace un vestido para su mujer. | |
Madre imposible: Pozo cegado, ánfora rota, catedral sumergida... Agua arriba de ti... Y sal. Y la remota luz del sol que no llega a alcanzarte. La Vida de tu pecho no pasa; en ti choca y rebota la Vida y se va luego desviada, perdida, hacia un lado hacia un lado...¿Hacia donde?... ... | |
Este cauce ya seco y sin arrullos de pájaros ni aguas, tiene esa íntima tristeza de las cunas vacías... Un niño muerto quédale flotando en el aire...Una sábana revuelta, un ritmo detenido... ¡Un esperar de alma que no llega! | |
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Que la vida no vaya más allá de tus brazos. Que yo pueda caber con mi verso en tus brazos, que tus brazos me ciñan entera y temblorosa sin que afuera se queden ni mi sol ni mi sombra... Que me sean tus brazos horizonte y camino, camino breve y único horizonte de carne: que la vida no vaya más allá... ... | |
Dulzura de sentirse cada vez más lejano. Más lejano y más vago... Sin saber si es porque las cosas se van yendo o es uno el que se va. Dulzura del olvido como un rocío leve cayendo en la tiniebla... Dulzura de sentirse limpio de toda cosa. Dulzura de elevarse y ser cómo la estrella ... | |
Inútil fue querer que el amor mío anduviera por cauces de colores... Él muerde las riberas que le ciñen; él no tiene jacintos que lo ronden... Si los hombres sembraron a su vera, ¡bien arrastró las siembras de los hombres! Pero a su beso de mil lenguas, lejos quizá cosechas de luceros broten... ... | |
Este espejo colgado a la pared, donde a veces me miro de pasada... es un estanque muerto que han traído a la casa. Cadáver de un estanque es el espejo: Agua inmóvil y rígida que guarda dentro de ella colores todavía, remembranzas de sol, de sombra...-filos de horizontes movibles, de la vida ... | |
Tu mano dura, rígida, apretando... Apretando, apretando hasta exprimir la sangre gota a gota... Tu mano, garra helada, garfio lento que se hunde... Tu mano. ¿Ya?... La sangre... No he gritado. No lloré apenas. Acabemos pronto ahora: ¿ves?, estoy quieta y cansada. De una vez acabemos ... | |
No fue nunca. Lo pensaste quizás porque la luna roja bañó el cielo de sangre o por la mariposa clavada en el muestrario de cristal. Pero no fue: Los astros se engañaron... Y se engañó el oído pegado noche y día al muro del silencio, y el ojo que horadaba la distancia... ¡El miedo se engañó!...Fue el miedo. ... | |
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Tú eres un espejismo en mi vía. Tú eres una mentira de agua y sombra en el desierto. Te miran mis ojos y no creen en ti. No estás en mi horizonte, no brillas aunque brilles con una luz de agua... ¡No amarras aunque amarres la vida!... No llegas aunque llegues, no besas aunque beses... ... | |
Está bien lo que está: Sé que todo está bien. Sé el Nexo. Y la Razón. Y hasta el Designio. Yo lo sé todo, lo aprendí en un libro sin páginas, sin letras y sin nombre... Y no soy como el loco que se quema los dedos trémulos por separar la llama rosa de la mecha negra... | |
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Ella sabe el secreto del estanque y lo dice en la noche. Es verde y fría como la menta, pero late siempre. Es quizás el corazón de los paisajes nocturnos, ese cósmico paisaje que se siente detrás de la cerrada ventana, que se ciñe lentamente a la casa cuando da el reloj las doce: ... | |
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Para el amor más olvidado cantaré esta canción: No para el que humedece los ojos todavía Ni para el que hace ya sonreír con un poco de emoción Canto para el amor sin llanto y sin risa; el que no tiene una rosa seca ni unas cartas atadas con una cinta. Sería algún amor de niño acaso ... | |
Es la cascada cabellera de agua sobre la espalda de los montes suelta. Tiene un rumor de pájaros en fuga... La peina el viento y la perfuma el bosque. (¡Pero nadie ha podido recogerla!) | |
Si crees que ya es hora despiértame del sueño en que te sueño, corta el hilo desovillado por un ciego que nada unió ni sujetó. Si crees que ya es hora no te detenga el raso de la tarde ni la lluvia cayendo en la alta noche, ni la flor por cuajar ni la cuajada. Si crees que ya es hora toma mi corazón ... | |
Camino hacia la sombra. Voy hacia la ceniza mojada fango de la muerte...-, hacia la tierra. Voy caminando y dejo atrás el cielo, la luz, el amor...Todo lo que nunca fue mío. Voy caminando en línea recta; llevo las manos vacías, los labios sellados... Y no es tarde, ni es pronto, ni hay hora para mí. ... | |
Padre nuestro que estás en la tierra; en la fuerte y hermosa tierra; en la tierra buena: Santificado sea el nombre tuyo que nadie sabe; que en ninguna forma se atrevió a pronunciar este silencio pequeño y delicado..., este silencio que en el mundo somos nosotras las rosas... Venga también a nos, ... | |
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Esta tristeza pequeña que podría guardarse en un pañuelo... Esta tristeza que podría echar con las flores marchitas. Que podría llevársela volando el viento. Y que no vuela. Y que no se echa. ¡Y que no cabe ya en mí toda!... | |
Agua recién nacida, que brotas de la piedra sin tocar el suelo todavía... Agua pura y sutil en el instante gozoso del alumbramiento: No te ha anunciado el Ángel, pero puedes limpiarnos el Pecado, y apagar nuestra sed. Sólo que aún no lo sabes... Agua en latir de espumas y de vuelos, ... | |
Marinero de rostro oscuro, llévame en tu barca esta noche...¡Y no me digas dónde vamos! Quiero partir sin rumbo: Dejaremos en tierra las intrigas de la esperanza y del recuerdo cómplices... ¡Y nos daremos a la mar...! ¡Que las olas nos lleven y nos vuelvan muchos días y muchas noches...! ... | |
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Eché mi esperanza al mar y aún fue en el mar, mi esperanza verde-mar Eché mi canción al mar: y aún fue en el mar, mi canción cristal... Luego eché tu amor al mar... y aún en el mar fue tu amor, sal... | |
Moscas, puntadas negras que van cosiendo un día al otro día... Moscas posadas en el gran pastel de las quince velitas... Moscas. Sol. Coser el tedio, pellizcar furtivo en la escasa dulzura de los hombres. | |
Ay qué nadar de alma es este mar! ¡Qué bracear de náufrago y qué hundirse y hacerse a flote y otra vez hundirse! ¡Ay qué mar sin riberas ni horizonte, ni barco que esperar! Y qué agarrarse a esta blanda tiniebla, a este vacío que da vueltas y vueltas...A esta agua negra ... | |
Señor mío: Tú me diste estos ojos; dime dónde he de volverlos en esta noche larga, que ha de durar más que mis ojos. Rey jurado de mi primera fe: Tú me diste estas manos; dime qué han de tomar o dejar en un peregrinaje sin sentido para mis sentidos, donde todo me falta y todo me sobra. ... | |
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La criatura de isla paréceme, no sé por qué, una criatura distinta. Más leve, más sutil, más sensitiva. Si es flor, no la sujeta la raíz; si es pájaro, su cuerpo deja un hueco en el viento; si es niño, juega a veces con un petrel, con una nube... La criatura de isla trasciende siempre al mar que la rodea ... | |
Pajarillos de jaula me van pareciendo a mí misma mis sueños. Si los suelto, perecen o regresan. Y es que el grano y el cielo hay que ganarlos; pero el grano es demasiado pequeño y el cielo es demasiado grande..., y las alas, como los pies, también se cansan. ... | |
Como este río que a ningún lado ha de llegar y sigue andando, yo me quedé en la vida, amado mío, yendo hacia ti. Yendo hacia ti por un camino que era siempre más largo que mi agua, aunque mi agua no se acabara nunca y fuera el corazón quien la empujara. He vivido mi muerte y he muerto ... | |
La luna entre los platanales desgarrados tiene esta noche una infinita tristeza. Es como si la palabra adiós, que nadie dijo, estuviera en el aire, o como si el niño que no nació, se hubiera muerto. Podríamos caminar hasta mañana y no llegar a ningún sitio; podríamos quedarnos inmóviles aquí, ... | |
El mundo entero se me ha quedado vacío, dejado por los hombres que se olvidaron de llevarme. Sola estoy en esta vasta tierra, sin más compañía que los animales que tampoco los hombres necesitan, que los árboles que no creen necesitar. Y mañana, cuando les falte el canto de la alondra ... | |
Poesía y amor piden paciencia. Amor es espera y sajadura. Poesía es sajadura y espera. Y los dos, una vigilia dolorosa por unas gotas de resina... Esa preciosa, aromática resina que sólo cae muy lentamente, mientras arriba el sol o la ventisca devora la cabeza de los pinos | |
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Poesía, bestia divina y salvaje...¡Cuando podré marcarte las ancas con mi hierro! | |
Yo dejo mi palabra en el aire, sin llaves y sin velos. Porque ella no es un arca de codicia, ni una mujer coqueta que trata de parecer más hermosa de lo que es. Yo dejo mi palabra en el aire, para que todos la vean, la palpen, la estrujen o la expriman. Nada hay en ella que no sea yo misma; ... | |
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Estoy doblada sobre tu recuerdo como la mujer que vi esta tarde lavando en el río. Horas y horas de rodillas, doblada por la cintura sobre este río negro de tu ausencia. | |
En el valle profundo de mis tristezas, tú te alzas inconmovible y silencioso como una columna de oro. Eres de la raza del sol: moreno, ardiente y oloroso a resinas silvestres. Eres de la raza del sol, y a sol me huele tu carne quemada, tu cabello tibio, tu boca oscura y caliente aún como brasa. ... | |
Sobre mi boca está tu mano; tu mano tibia, dura Infinitamente dulce. (A través de tus dedos se escurre la canción rota como un poco de agua entre las hendiduras de una piedra.) Sobre mi corazón está tu mano: pequeña losa suave. (Abajo, el corazón se va aquietando poco a poco.) ... | |
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De amar mucho tienes la palabra que persuade, la mirada que vence y que turba... De amar mucho dejas amor en torno tuyo, el que pasa cerca y se huele el perfume en el pecho, viene a creer que tiene la rosa dentro... | |
Porque me amas más por mi arcilla que por mi flor; porque más pronto hallo tu brazo cuando desfallezco que cuando me levanto; porque sigues mis ojos a donde nadie se atrevió a seguirlos y regresas con ellos amansados, a salvo de alimañas y pedriscos, eres para siempre el pastor de mis ojos, ... | |
Pasaste por mi corazón como el temblor de luz por la colmada red del pescador. | |
Estas son mis alegrías: las he contado, y creo que no falta ninguna. Llévalas todas a cantar en tus noches, o a perderse en tus mares, o a morir en tus labios. Estas son mis tristezas. Contarlas no he podido, pero sé que me siguen fielmente. Llévalas a todas a abonar tu tierra, ... | |
¿Y esa luz? -Es tu sombra... | |
Echa tu red en mi alma. Tengo también debajo de la sal y de la sombra mi temblor de escamas plateadas y fugaces. De: Poemas sin nombre | |
Hasta los lirios están sujetos a la tierra; pero tú eres un lirio sin raíz, que se yergue y perfuma y no se muere. | |
Perdóname por todo lo que puedo yo misma sujetarme; sujetarme para no ir a ti, mi señor. Perdóname por todo lo que puedo retener aún siendo tuyo; por todo lo que puedo quebrantar, doblegar, vencer. Perdóname por echar siete llaves a mi alma y no contestar cuando llamas a mi puerta. ... | |
Señor, no des a mis cantos el triste destino de Abisag... Déjalos que se pierdan o se quemen en su propia llama, pero no los condenes sin fruto y sin amor a calentar huesos fríos de nadie. De: Poemas sin nombre | |
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No cambio mi soledad por un poco de amor. Por mucho amor, sí. Pero es que el mucho amor también es soledad... ¡Que lo digan los olivos de Getsemaní! | |
Cuántos pájaros ahogados en mi sangre, sin estrenar sus alas en el aire de Dios, sin acertar un hueco hacia la luz! Los esperaba la misma inmensidad del cielo, el libre espacio de las criaturas libres -la nube, la estella, el rayo...-. Y ellos apretujándose en mis venas, abatiéndose ... | |
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Como este río que a ningún lado ha de llegar y sigue andando, yo me quedé en la vida, amado mío, yendo hacia ti. Yendo hacia ti por un camino que era siempre más largo que mi agua, aunque mi agua no se acabara nunca y fuera el corazón quien lo empujara. He vivido mi muerte ... | |
Alguien exprimió un zumo de fruta negra en mi alma: Quedé amarga y sombría como niebla y retama. Nadie toque mi pan, nadie beba mi agua... Dejadme sola a todos. Presiento que una cosa ancha y oscura y desolada viene sobre mí como la noche sobre la llanura... | |
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¿Ves?: Tengo sangre en las venas... En estas venas verdes, frágiles que se enredan como ríos de mapa entre la carne. Tengo sangre fresca, -¡viva!-en las venas... ¡Tengo esta sangre que me late en las sienes, que arde por bajo de mi quieta palabra y me la llena de luz y me la quema sin decir!..., ... | |
Por la tarde, a contraluz te pareces a San Miguel Arcángel. Tu color oxidado, tu cabeza de ángel- guerrero, tu silencio y tu fuerza... Cuando arde la tarde, desciendes sobre mí serenamente; desciendes sobre mí, hermoso y grande como un Arcángel. Arcángel San Miguel, con tu lanza relampagueante ... | |
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Si fuera nada más que una sombra sin sombras; que una íntima tiniebla de dentro para fuera... Si fuera nada más- la misma tiniebla de hoy...O la de ayer, o la de todos los días... Y ninguna cosa más honda ni más ardiente ni más fría. Si fuera como el retorno de un viaje cansado..., ... | |
Si me quieres, quiéreme entera, no por zonas de luz o sombra... Si me quieres, quiéreme negra y blanca. Y gris, y verde, y rubia, y morena... Quiéreme día, quiéreme noche... ¡Y madrugada en la ventana abierta!... Si me quieres, no me recortes: ¡Quiéreme toda...O no me ... | |
Siempre, amor: Por arriba del beso que fue comida de gusanos y de la rosa que se pudre, cada mañana azul, en la caja del muerto. Por arriba mil lunas de este hilo de baba que en el suelo dejó el molusco pálido; por arriba del pan mezclado con ceniza, de la mano crispada junto al hierro. ... | |
Porque ataron mis huesos unos con otros, soy. Porque algún día los desatarán ya no seré. Soy y no soy, sólo a través de este poco de cal y de artilugio. Camino y no me aparto de una vida hecha de antemano para la eterna inmovilidad; de una muerte enderezada brevemente. ... | |
La Araña gris de tiempo y de distancia tiende su red al mar quieto del aire, pescadora de moscas y tristezas cotidianas... Sabe que el amor tiene un solo precio que se paga pronto o tarde: la Muerte. Y Amor y Muerte con sus hilos ata... | |
EL beso que no te di se me ha vuelto estrella dentro. ¡Quién lo pudiera tornar -y en tu boca...-otra vez beso! Quién pudiera como el río ser fugitivo y eterno: Partir, llegar, pasar siempre y ser siempre el río fresco... Es tarde para la rosa. Es pronto para el invierno. Mi hora no está en el reloj... ... | |
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A mi más hermana que prima, Nena A. de Echeverría. No sé por qué se ha hecho desde hace tantos días este extraño silencio: silencio sin perfiles, sin aristas, que me penetra como un agua sorda. Como marea en vilo por la luna, el silencio me cubre lentamente. Me siento sumergida en él, ... | |
Otro día ha pasado y nadie se me acerca. Me siento ya una casa enferma, una casa leprosa. Es necesario que alguien venga a recoger los mangos que se caen en el patio y se pierden sin que nadie les tiente la dulzura. Es necesario que alguien venga a cerrar la ventana del comedor, ... | |
La hora de mi dicha no ha durado una hora siquiera. Ellos vinieron, sí...Ayer vinieron. Pero se fueron pronto. Buscaban algo que no hallaron. ¿Y qué se puede hallar en una casa vacía sino el ansia de no serlo más tiempo? ¿Y qué perdían ellos en mí que no fuera yo misma? Pero teniéndome, ... | |
Amanecemos otra vez. Un día nuevo, que será igual que todos. O no será, tal vez... La vida es siempre puerta cerrada tercamente a nuestra angustia. Día nuevo. Hombres nuevos se me acercan. La calle tiene olor de madrugada, que es un olor antiguo de neblina, y mujeres colando café ... | |
He dormido y despierto...O no despierto y es todavía el sueño lacerante, la angustia sin orillas y la muerte a pedazos. He dormido y despiértome al revés, del otro lado de la pesadilla, donde la pesadilla es ya inmutable, inconmovible realidad. He dormido y despierto. ¿Quién despierta? Me siento ... | |
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Yo soy como el viajero que llega a un puerto y no lo espera nadie; Soy el viajero tímido que pasa entre abrazos ajenos y sonrisas que no son para él... Como el viajero solo que se alza el cuello del abrigo en el gran muelle frío... | |
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Ya no hablaré más nunca: Seré menos que el cisne, no dando a la vida ni el último acento. Más que la tierra voy a ser callada, y humilde y triste. Para siempre estoy llena de silencio como vaso colmado de un vino amargo y negro... | |
Vuelvo a nacer en ti: Pequeña y blanca soy...La otra -la oscura- que era yo, que quedó atrás como cáscara rota, como cuerpo sin alma, como ropa sin cuero que se cae... ¡Vuelvo a nacer!...-Milagro de la aurora repetida y distinta siempre...- Soy la recién nacida de esta hora pura. ... | |
Yo soñaba en clasificar el Bien y el Mal, como los sabios clasifican las mariposas: Yo soñaba en clavar el Bien y el Mal en el oscuro terciopelo de una vitrina de cristal... Debajo de la mariposa blanca, un letrero que dijera: EL BIEN Debajo de la mariposa negra, un letrero que dijera: ... | |
Yo te fui desnudando de ti mismo, de los tús superpuestos que la vida te había ceñido... Te arranqué la corteza entera y dura- que se creía fruta, que tenía la forma de fruta. Y ante el asombro vago de tus ojos surgiste con tus ojos aún velados de tinieblas y asombros... ... |