ADRIANO CORRALES | |
La diferencia entre poeta y comediante consiste en que el primero no se inclina para recibir el aplauso Selección del autor | |
La poesía nace por ejemplo de la turbia sensación en el bar de una ciudad desconocida: chupás anónimo la salonera sonríe va y viene sirvesonríe gira con pasitos de salsa se contonea va y viene gira guiña un ojo sonríe nadie te conoce y desconfiás de todos danza ... | |
Al amanecer como siempre sacamos las bolsas de basura si no pasa el camión municipal es como escribir poemas y no publicarlos o lo peor publicar para que nadie los lea Selección del autor | |
En el festival de las artes o en la feria del libro el poeta expresa que la poesía es la cenicienta nada menos cierto la zapatilla se revende de ciudad en ciudad de puerto en puerto vale justo sus palabras Selección del autor | |
Estoy sentadito en un banco de niebla pensándote conversándote extraviado conversándome pensándome cautivo separado de vos por la lluvia el enjambre de cipresesla punzada de la tarde aquí reiventándome la fantasmagoría de las palabras la magia del trance vértebra tras vértebra a ... | |
Sería difícil escribir esta carta sin evitar las justificaciones digresiones de caída y vela hinchada hacia el poniente en el fósforo del Báltico un amanecer de lluvia y lágrimas con el rostro frente a las paredes blancas de un hospital invernadero ¿Será difícil inventariar las lunas ... | |
Nuestras ciudades enloquecieron con sus guadañas el humo asfixia a los maricas los peones las pitonisas los rascacielos los callejones la caravana de gitanos en el éxodo de los incendios la Danza de la Muerte con sus harapos sus cadenas su retorcerse alrededor de este siglo ... | |
El cósmico basurero de luces no es la última botella que acabamos en Bolero barrio Escalante o Rayuela San Pedro Montes de Oca tal vez Ceferinos bar Ciudad Quesada ya avanzados los 80 tampoco los amigos sentados en la acera tras la humareda de cigarrillos dobles o la lenta marcha ... | |
El joven poeta alucina con alcanzar la cumbre y avanza engancha pisa despotrica arrasa copia versifica plagia concursa se excusa se emborracha vomita aspira abraza a medias arruga el rostro rechaza hasta que al fin comprende que la cumbre no es más que la medida de nuestro propio ego ... | |
Duele menos la mordida del saguate que la del joven poeta codiciando ascender hasta donde nunca llegamos Selección del autor | |
Me persigue la jauría desbocada quieren jamarme para poder decir que el poeta era el otro uno de ellos el impostor Selección del autor | |
Costa Rica es mucho más que un hombre y una mujer. Mejor dicho: un hombre y una mujer juntos, abrazados, tomados de las manos y retozando por los surcos de fábricas, aulas, ríos, bajuras, playas incendiándose, ensenadas, lagunas, canales, riberas del viento, el azogue de edificios . ... | |
Asombra la lujuriosa sombra veteada color violeta casi azul del espumante cristal contrastado contra el rojo mantel donde la erótica tropical del aguacate con faldas de lechuga y otras viandas envuelven la severidad de tu rostro transparente por donde pasan hombres mujeres niños niñas amores ... | |
A Leda No, con las manos tiranas de Rodin no sino con las del poeta de Las Elegías o las de Camille (o Clara) la mayor desprotegida Con ellas o las tuyas para aspirar al escriba que logre modelar tu silueta en la noche donde se confunden brazos torsos y sonrisas O tal como el otro ... | |
La niebla cubre la ciudad fantasma que emerge lentamente con un sol no tropical obscurecido como las entrañas de los bulevares cantinas amarillentas en el rojo carmín de sus espejos Una mujer cruza la Plaza de la Cultura desdentada sin edad ni perfil sombra eterna de mantos velos ... | |
Visitar el pueblo de la infancia es saber que muchos perros ladraron las pozas las rondas el temblor del primer beso desaparecieron que las nubes arriba en la ceniza del volcán son apenas el indicio todo es desalojo los habitantes ya no son los mismos los fantasmas susurran ... | |
El machetazo metálico despedazó, ciertamente, la motocicleta. Pero yo no pregunto por ella. Pregunto por las palabras que se trizaron en el aire, las impronunciadas, las impronunciables. Pregunto por los niños abandonados en las calles, las madres sin techo ni lecho en la vorágine de un tiempo ... | |
Al poeta Alfonso Chase Allá en la niebla del amanecer donde mugen en los inmensos potreros cegados por alambradas con árboles inmensos donde anidan los rayos en la vastedad vegetal con horizonte de lluvias allí pastan y mueren las vacas Son el trazo de una infancia sanacarleña marchita ... | |
Nací en este pequeño país. Pero vengo del sol, del viento, del fuego, del socavón en el agua, del arroyo de la sangre. Del barro rojo, de las arenas calcinantes, del vuelo de las primeras aves. De los cráneos que brillaron en la noche de multitudinaria caza o en las innúmeras batallas ... | |
a Julian, Xenia y Leda Emergiste una mañana cuando la nieve en mechones se congregaba alrededor de pinos cipreses empalizadas setos alerces Tu madre en el desafío de sangre y júbilo había cruzado vidrieras entre lentejuelas algodones leyendas de un padre desaparecido ... | |
Yo no miro el oro de los tigres sino las palabras / tigres que nos devoran así como el jardín sin los senderos nos identifican nos ignoran no el mundo de Morel al alimón con Bioy Casares tu otro yo en sus alucinaciones Tampoco es como piensan tus biógrafos críticos ramplones sin imaginación ... | |
El poeta es otro yo cuando paga el alquiler los recibos de la luz o el agua los víveres en el super los libros las cervezas el préstamo en el banco la sonrisa en el programa o cuando pide de a fiado se expropia de sus versos se emborracha gruñe lanza denuestos y se pavonea en la fiesta ... |