MANUEL BENÍTEZ CARRASCO | |
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Tú que estás acostumbrado a que al ver a una mujer se te haga el alma piropo, se te haga el piropo amor, se te haga el amor poema, se te haga el verso canción. Ahí la tienes, ahí, con la gracia y el bolero y el salero que tanto te gusta a ti. Ahí la tienes, ahí... | |
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Un farolito español y su sol sobre un piano. Sombras de ébano y albas de marfil van alternando sus noches y sus días en el teclado; y sobre el teclado reposan, despiertan, viven, mueren, danzan, sueñas, las manos, sarmientos de ritmo y de luz de un mexicano de Veracruz... | |
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En el río blanco y negro de notas negras y blancas desembocan los seis ríos pequeños de la guitarra, los ríos por los que pueden correr a gusto las lágrimas, irse a pique los flamencos y a deriva las palabras, porque más que ríos son seis gargantas por las que pasan seis ríos... | |
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Mexicana para cantar tu canción sueño a Granada. Para cantar tu canción Granada se pondrá un día sus ríos como zarcillos de menuda platería, Taxcos filigranas de la morería. Antes de cantar ha de probarse la voz en la Alhambra con el arroyo y el ruiseñor. Como un mariachi lorquiano... | |
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Vestida de huertas viene, vestida de huertas va, vestida de huertas llega Murcia frutal. Apenas si se le ve de tan vestida que va con su falda pimentica, con su pañuelo floral y rebosante de frutos el pecho y el delantal. Vestida de huertas viene, vestida de huertas va... | |
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Que se te va, que se te escapa, échale Agustín la capa, que se te escapa, que se te va, échale tu capa musical. Se ha desmandado un torillo por un pueblito español. Sueña marismas de luna y verónicas de sol. Recógelo. Sueña en un celeste albero poderse morir al son... | |
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Mira si soy desprendío que ayer, al pasar el puente, tiré tu cariño al río. Y tú bien sabes por qué tiré tu cariño al río: porque era hebilla de esparto de un cinturón de cuchillos; porque era anillo de barro mal tasao y mal vendío, y porque era flor sin alma de un abril en... | |
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Ni rencores ni perdón. ¡No me grites. No me llores! ¡lo nuestro ya se acabó!. ¿Rencores? ¿Por qué rencores? ¡No le da a mi señorío guardarle rencor a un río que fue regando mis flores! Tú me diste los mejores cristales de tu corriente, y no sería decente maldecirte por despecho si sé... | |
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Tengo el caballo a la puerta, ¿te quieres venir conmigo?. Yo no te obligo. Sólo te brindo ocasión de darte en mi soledad una casa, un corazón y un cariño de verdad. ¿Qué no quieres...? Allá penas. Mientras yo tenga en mis venas sangre de piropo y ronda; mientras, por mas que se... | |
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De no sé que sierra le llega a las manos un galope corto, un relincho largo y un aire sonoro y sobre el teclado el zapateado abre a golpe y son su malabarismo de punta y tacón... |