☰ menú
 



Carta a propósito del mundo

Hijo mío:
cada día es todo más difícil y oscuro.
Quién sabe si mañana
tocaremos el mar con estos dedos
si podremos sentir
el olor de la hierba que nace
si veremos la sombra
que las hojas dejan caer en el suelo.
Debes por lo tanto
cuidar de las enormes maravillas del mundo:
los elementos secretos
que forman tus horas
los peces rojos que te siguen
hasta el agua profunda del sueño
las gotas de lluvia
saltando en el polvo.
Debes cuidar de todo eso:
regresa tu breve camino
de risas de gritos de flores de llantos
y verás cómo tu perro de lana
todavía se encuentra nuevo e intacto.
Descubre después las raíces
que nadie imagina debajo de las piedras
cuenta los pasos que dan los caracoles
y el silencio de los grillos por la noche.
Defiende las pequeñas semillas
que puse en tu mano y protege la luz:
que no se pierdan los colores
y por favor no olvides
recoger las plumas de lo pájaros.
Pero apúrate hijo mío apúrate.
Ahora no puedo explicarte:
todo es
tan difícil
y oscuro.


SAÚL IBARGOYEN




regresar