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Salen los poemas…

Salen los poemas del útero del alma
a su debido tiempo.
(¿Salen del alma?)

Hay hombres con tres almas o con cinco
preñadas incesantemente
por el silbato de las locomotoras o las alas del ángel.
Se muere el hombre
y sus almas sobreviven un tiempo
como las flores puestas en un vaso de agua.
(No hay espacio sobre la tierra para tantas almas.)
¿Qué pasará cuando no haya un lugar para enterrar a un hombre?
Ataúdes en órbita, cementerios volantes
en busca de la estrella deshabitada.
¿No será esto la tierra: un cementerio enorme
girando alrededor del sol
que gira alrededor de la nada?

No son más ciertas las estrellas
que el parpadeo del hombre.

(Toma, ven acá:
muerde el pan engañoso,
bebe la boca dulce de la vida.)



De: Otro recuento de poemas (1950-1991)


JAIME SABINES




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